Hemangioma (marca de nacimiento en forma de fresa)

Hemangioma: descripción

Un hemangioma es un tumor benigno de los vasos sanguíneos (angiodisplasia) que puede localizarse a diferentes profundidades de la piel. También se le conoce coloquialmente como hemangioma o hemangioma. Los hemangiomas no forman metástasis, pero su crecimiento puede presionar órganos y causar síntomas.

Hemangioma: tipos y frecuencia.

Un hemangioma ocurre en bebés y está presente desde el nacimiento (hemangioma congénito) o se desarrolla en las primeras semanas de vida (hemangioma infantil). Esta última es más común que la variante congénita.

Las niñas se ven afectadas por hemangiomas aproximadamente tres veces más frecuentemente que los niños. Alrededor del cinco por ciento de los bebés nacidos a término y más del 20 por ciento de los bebés prematuros tienen un hemangioma infantil.

Un linfangioma es similar a un hemangioma. La diferencia es que un linfangioma se desarrolla a partir de vasos linfáticos.

Hemangioma: síntomas

Los hemangiomas se encuentran principalmente en la piel. Los padres los notan como manchas, parches o bultos de color rojo azulado en su bebé. Los hemangiomas pueden ser planos o elevados. El hemangioma infantil se desarrolla en las primeras cuatro semanas de vida. Luego puede crecer hasta aproximadamente el noveno mes de vida.

Hemangioma: causas y factores de riesgo.

Los mecanismos exactos que conducen a los hemangiomas aún no se han aclarado de manera concluyente. Sin embargo, los hemangiomas ocurren con mayor frecuencia en algunas familias, lo que indica un componente hereditario en el desarrollo de los hemangiomas.

Si alguien tiene más de diez hemangiomas, esto se denomina hemangiomatosis. Los hemangiomas también se encuentran frecuentemente en órganos internos (p. ej., hígado, cerebro, pulmones o tracto gastrointestinal), por lo que son necesarios exámenes adicionales. Los síndromes genéticos como el síndrome de Kasabach-Merritt también pueden asociarse con un aumento de hemangiomas. Además de la formación de grandes hemangiomas en las extremidades, también se produce una disminución del recuento de plaquetas en sangre (trombocitopenia).

Hemangioma: exámenes y diagnóstico.

Si nota una mancha roja en la piel de su hijo, el pediatra es la persona adecuada a quien contactar. Le preguntarán detalladamente sobre el historial médico de su hijo (anamnesis). Te harán las siguientes preguntas, entre otras:

  • ¿Cuándo notaste por primera vez el cambio de piel?
  • ¿Ha cambiado el tamaño o el color desde entonces?
  • ¿Alguien en su familia ya tuvo o tuvo un hemangioma?

Exámenes adicionales

La historia clínica y la exploración clínica son determinantes para realizar el diagnóstico de hemangioma. Luego se debe fotodocumentar el hemangioma para detectar cambios a lo largo del tiempo.

Además, en algunos casos son necesarios más exámenes. Estos incluyen un examen de ultrasonido (ecografía). Esto puede usarse para detectar hemangiomas en el abdomen, por ejemplo en el hígado. La resonancia magnética (MRI) se puede utilizar para diagnosticar hemangiomas en el cerebro.

Hemangioma: tratamiento

Hay varias formas de tratar un hemangioma. La elección del método depende principalmente de dónde se encuentra el hemangioma y de su tamaño. Se recomienda un tratamiento rápido si el tumor restringe la función de órganos como los ojos, los oídos, la nariz, la boca, los pies o las manos.

Algunos hemangiomas también deben tratarse tempranamente por motivos estéticos (en la cara) o de enfermería (en el área genital).

Terapia de frío y láser.

La terapia con láser con láser de colorante (FPDL) o lámpara de destello pulsado (IPL) también se puede utilizar para hemangiomas muy pequeños. Sin embargo, ahora ha pasado a un segundo plano frente al tratamiento farmacológico altamente eficaz con propranolol.

Medicamentos

Si alguien tiene un hemangioma más grande o varios hemangiomas, a menudo se le trata con medicamentos, concretamente con el ingrediente activo propranolol. Se trata de un betabloqueante, un fármaco vasoconstrictor que normalmente se utiliza para tratar enfermedades cardiovasculares. Está aprobado oficialmente para el tratamiento de hemangiomas desde 2014 porque se descubrió por casualidad que también funciona bastante bien contra los hemangiomas.

El propranolol debe administrarse bajo supervisión hospitalaria. La dosis es inicialmente muy baja y luego se aumenta lentamente para evitar trastornos cardiovasculares. Además, antes de iniciar el tratamiento, se debe examinar el corazón del paciente mediante electrocardiografía (ECG) y ecografía cardíaca (ecocardiografía). Esto es para descartar la posibilidad de enfermedad cardíaca, lo que sería un argumento en contra del tratamiento con propranolol.

En el pasado, los hemangiomas también se trataban con glucocorticoides (cortisona) o agentes quimioterapéuticos, pero ahora se considera obsoleto.

La cirugía

Medidas adicionales

¿Los hemangiomas infantiles se acompañan de ulceración en el ano o la región genital? Entonces, además del tratamiento con propanolol, puede resultar útil un concepto de cuidado que seque la lesión: después de cada orina o defecación, se enjuaga la zona afectada con un desinfectante (diclorhidrato de octenidina) y luego se deja secar al aire. Luego aplique un antiséptico (polihexanida) en el área dolorida y cúbrala con una gasa de queroseno esterilizada.

También se pueden utilizar compresas de té negro para secar la zona.

Hemangioma: curso de la enfermedad y pronóstico.

El pronóstico es bueno. Los hemangiomas infantiles suelen desaparecer por sí solos entre el final del primer año y el noveno año de vida. A menudo no quedan residuos visibles. Sin embargo, pueden quedar hemangiomas particularmente grandes:

  • cicatrices
  • hinchazón
  • cambio de pigmento
  • Adelgazamiento de la piel

Es más probable que un hemangioma congénito persista que un hemangioma infantil. Sin embargo, con la terapia adecuada se puede eliminar por completo.