Gammagrafía tiroidea: definición, motivos, proceso

¿Qué es la gammagrafía de tiroides?

La gammagrafía tiroidea es un método de examen que hace visible la actividad de la glándula tiroides. De este modo se pueden detectar, por ejemplo, tumores.

El marcador es estructuralmente similar al yodo, que es absorbido por la glándula tiroides para la producción de hormonas tiroideas. Por tanto, también se acumula en la glándula tiroides. Cuanto más activas son las células tiroideas (tirocitos), más yodo o marcador absorben.

Gammagrafía MIBI y gammagrafía mIBG

En determinados casos, el médico también utiliza otros trazadores radiactivos.

En la gammagrafía MIBI, al paciente se le administra metoxi-isobutil-isonitrilo marcado con tecnecio a través de una vena. Esto puede utilizarse, por ejemplo, para aclarar con mayor precisión los nódulos tiroideos "fríos", es decir, zonas de tejido que apenas producen hormonas tiroideas o ninguna. A veces estos nódulos son malignos.

Ambas variantes de la gammagrafía (gammagrafía MIBI y mIBG) se utilizan no sólo para exámenes de medicina nuclear de la glándula tiroides, sino también para los de otras partes del cuerpo.

Gammagrafía de supresión

¿Cuándo realizar una gammagrafía de tiroides?

La gammagrafía tiroidea se puede utilizar para visualizar la actividad del tejido tiroideo. Por ejemplo, se pueden detectar tumores benignos y malignos, así como autonomías. En este contexto también se habla de nódulos fríos, tibios y calientes:

nodo frio

Nódulo cálido

Un nódulo caliente almacena el marcador un poco más que el resto del tejido tiroideo. Puede ser un nódulo benigno (raramente maligno).

nódulo caliente

El nódulo caliente es una zona de la glándula tiroides que almacena intensamente el marcador. Esto es indicativo de un tumor benigno que ha escapado al control normal del cuerpo y produce hormonas tiroideas de forma completamente independiente de la demanda actual (autonomía tiroidea).

La gammagrafía tiroidea se puede realizar sentado o acostado. Mientras se toman las imágenes, se deben evitar movimientos de la cabeza y tragar (ambos pueden afectar negativamente a la calidad de la imagen). El examen es completamente indoloro.

La duración del examen depende del marcador utilizado: con pertecnetato de tecnecio, las imágenes se pueden tomar entre cinco y 25 minutos después de la inyección. Con yoduro de sodio, hay que esperar de dos a cuatro horas.

La gammagrafía tiroidea no debe realizarse durante el embarazo y la lactancia. Si el examen es absolutamente necesario durante la lactancia, se debe interrumpir la lactancia.

La exposición a la radiación a la que están expuestos los pacientes durante la gammagrafía tiroidea es baja.