Fobias: Definición, Tipos, Terapia

Breve descripción

  • Tratamiento: Psicoterapia y medicación.
  • Síntomas: Miedo exagerado a determinadas situaciones u objetos.
  • Causas y factores de riesgo: Interacción de experiencias de aprendizaje, factores biológicos y psicosociales.
  • Diagnóstico: con la ayuda de cuestionarios clínicos.
  • Curso de la enfermedad y pronóstico: las fobias en la infancia pueden desaparecer con el tiempo. Las fobias en la edad adulta suelen ser crónicas.

¿Qué son las fobias?

En principio, el miedo es una reacción natural ante el peligro. En buena medida, el miedo asegura nuestra supervivencia al hacernos alejarnos de las amenazas. A diferencia del miedo saludable, el miedo en una fobia es patológicamente exagerado y perjudica la vida de los afectados.

Pero, ¿qué es exactamente una fobia y qué significa para quienes la padecen? Las personas con fobias tienen miedo de situaciones u objetos que, objetivamente hablando, no suponen una amenaza, o su miedo es excesivamente alto. La exposición a situaciones temidas es casi insoportable para los pacientes con ansiedad. Si es posible, intentan evitarlos por completo.

Las fobias causan mucho sufrimiento. El miedo no sólo va acompañado de pensamientos amenazadores, sino también de síntomas físicos como temblores, sudoración o palpitaciones. Si la fobia es grave, algunos pacientes incluso temen morir a causa de los efectos físicos.

Muchos pacientes con ansiedad sospechan inicialmente una causa orgánica de sus síntomas y van de un médico a otro. Para algunos, pasan años antes de que un médico haga el diagnóstico correcto y les ofrezca la ayuda adecuada.

¿Qué fobias hay?

Existen diferentes tipos de fobias que ocurren solas o combinadas. Los expertos distinguen entre las siguientes tres formas de trastornos fóbicos: fobia social, agorafobia y fobias específicas.

Fobia social

Las personas con fobia social tienen mucho miedo de avergonzarse delante de los demás o de ser rechazados por los demás. Por lo tanto, evitan los contactos y situaciones sociales y se retraen. Puedes leer más sobre esto en el artículo Fobia social.

Agorafobia

Fobia especifica

A diferencia de las personas que padecen fobia social o agorafobia, las personas con fobias específicas temen una situación muy concreta o un objeto concreto.

Hay varias fobias. Por tanto, la lista de fobias es larga. En principio, es posible que las personas desarrollen fobia a cualquier situación u objeto. Los expertos distinguen entre cinco tipos de fobias específicas:

  • Tipo de animal (por ejemplo, miedo a las serpientes)
  • Tipo ambiental (por ejemplo, miedo a las alturas)
  • Tipo de lesión por inyección de sangre (p. ej., desmayo al ver sangre)
  • Tipo situacional (por ejemplo, miedo a volar)
  • Otro tipo (por ejemplo, miedo a vomitar)

Una fobia común es el miedo a los animales (zoofobia), como el miedo a los perros (cinofobia), a los gatos (ailurofobia), a las arañas (aracnofobia) o a las serpientes (ofidiofobia).

Para algunos objetos y situaciones, es muy posible que los afectados los eviten. Aquellos que no tienen que volar para trabajar, simplemente cambian a otros medios de transporte. Pero no todo se puede evitar en todo momento.

A veces incluso es necesaria una visita al dentista. Evitarla puede resultar muy estresante y, en muchos casos, la ansiedad puede tener un impacto severo en la vida cotidiana. Las consecuencias graves surgen cuando las personas ya no se atreven a ir al médico por miedo a las agujas (tripanofobia) o a los objetos punzantes (aicmofobia), por ejemplo. Entonces, a más tardar, habrá llegado el momento de buscar ayuda.

Mientras que el miedo a los animales suele ser comprensible para otras personas, las personas con fobias más inusuales lo pasan mal porque su entorno social a menudo reacciona con una falta de comprensión. Es importante que tanto los afectados como sus familiares reconozcan el miedo como una enfermedad que necesita tratamiento.

ansiedad dental

Las fobias rara vez ocurren solas

En muchos casos, los afectados padecen, además del trastorno fóbico, otras molestias psicológicas. También aumenta significativamente el riesgo de adicción a medicamentos, drogas o alcohol.

¿Cómo se tratan las fobias?

Los trastornos de ansiedad y, por tanto, las fobias, normalmente pueden tratarse con la ayuda de psicoterapia y medicación. Los expertos recomiendan principalmente la psicoterapia para el tratamiento de fobias específicas. El método de elección es la terapia de exposición, que se lleva a cabo como parte de la terapia cognitivo-conductual. En casos muy graves, también se pueden utilizar medicamentos.

El tratamiento ambulatorio suele ser suficiente para el tratamiento de fobias específicas. Si no existen otros trastornos mentales, a veces bastan unas pocas sesiones de terapia para superar las fobias.

Enfrentando el miedo

Al principio, el paciente siente una gran ansiedad y fuertes síntomas físicos, pero si soporta estas sensaciones negativas, eventualmente desaparecen. El paciente tiene así una nueva experiencia. Aprende que la ansiedad también vuelve a desaparecer, que es posible soportarla y controlarla. De esta manera, se puede sobrescribir el antiguo patrón de ansiedad y al menos reducir la ansiedad a un nivel tolerable.

Es importante que el paciente se atreva a encontrarse solo en algún momento con el objeto de su miedo. Sólo así aprenderán que pueden superar sus miedos sin ayuda y recuperar la confianza en sí mismos.

Para algunos, el enfrentamiento significa ir a un parque con perros. Para otros, se trata de volver a subir a un ascensor. Para situaciones que no son tan fácilmente accesibles en la vida cotidiana, ahora existe a menudo la terapia de exposición en realidad virtual. Los pacientes se ponen gafas VR (gafas de realidad virtual) y ven un mundo aparentemente real en el que se mueven.

Pensamientos de reestructuración

La terapia cognitivo-conductual también implica cuestionar valoraciones previas de situaciones. Las personas con fobias sobreestiman el peligro. Las situaciones inofensivas se convierten en una gran amenaza en sus mentes. El terapeuta ayuda al paciente a reemplazar los pensamientos negativos con interpretaciones realistas haciéndole preguntas específicas.

Profilaxis de recaídas

Los expertos recomiendan que el paciente visite regularmente las situaciones temidas incluso después de finalizar la terapia. Incluso si de repente reaparece una ansiedad intensa, esto no es motivo para desesperarse.

Las recaídas son posibles en cualquier momento. Es importante no entrar en pánico, sino recordar las estrategias aprendidas. Si la ansiedad se intensifica, es recomendable acudir nuevamente a un terapeuta. Buscar ayuda es una señal de fortaleza. Quienes enfrentan sus miedos conservan el control sobre ellos.

Tratamiento especial para la fobia a las lesiones por jeringas de sangre

El método especial de Öst consiste en que los pacientes tensan los músculos de los brazos, las piernas y el pecho durante 15 a 20 segundos. Después de una breve pausa de relajación, repiten esta tensión. En caso de exposición a sangre o inyecciones, muchos pacientes utilizan esta técnica de tensión para reducir síntomas como la sudoración y el malestar y así prevenir el desmayo.

¿Cuáles son los síntomas de las fobias?

El síntoma principal de una fobia es siempre un miedo fuerte y exagerado a determinadas situaciones u objetos. Los afectados los evitan cada vez más. Esta conducta de evitación a su vez refuerza el miedo. Además, existen otros síntomas psicológicos, pero sobre todo síntomas físicos graves, como palpitaciones o dificultades respiratorias, que pueden hacer que la persona afectada tema la muerte.

Según la clasificación de trastornos mentales CIE-10, para que se diagnostique una fobia específica deben estar presentes los siguientes síntomas:

  • La persona afectada tiene un miedo claro a un determinado objeto o situación o evita dichos objetos y situaciones.
  • No es una agorafobia ni una fobia social.

El requisito previo es que esté presente al menos uno de los síntomas del ámbito de los síntomas vegetativos, como palpitaciones, sudoración, temblores o sequedad de boca.

Otros posibles síntomas de la zona abdominal y torácica son

  • Dificultades respiratorias
  • Sensación de opresión
  • Dolor o molestias en el pecho.
  • Náuseas y malestar en la región abdominal.

Los síntomas psicológicos típicos son

  • Sensaciones de mareos, inseguridad, debilidad o aturdimiento.
  • La sensación de que los objetos son irreales o que estás lejos y no realmente ahí (desrealización y despersonalización)
  • Miedo a perder el control o miedo a volverse loco o asustarse
  • Miedo a morir

Además de los síntomas mencionados anteriormente, los afectados suelen sufrir sofocos o escalofríos, así como sensaciones de entumecimiento u hormigueo. Los afectados están emocionalmente angustiados por los síntomas y las consecuencias. Sin embargo, saben que el miedo es exagerado.

¿Cómo se desarrollan las fobias?

Para nuestros antepasados, el miedo desempeñaba un papel importante en la supervivencia. Los animales peligrosos y la oscuridad eran una amenaza real. Estos temores se transmitieron de generación en generación.

Fobias: miedo aprendido

Una fobia comienza con un proceso de aprendizaje. La persona afectada valora negativamente un objeto o situación que es neutral en sí misma debido a una mala experiencia. Los expertos llaman a este proceso condicionamiento.

Por ejemplo, se puede desarrollar una fobia al dentista si el paciente ha tenido una experiencia muy desagradable en el dentista. La persona afectada asocia el dolor durante el tratamiento con los olores y sonidos del dentista. El miedo al dentista y al tratamiento es el resultado.

Esto se debe a que los sentimientos negativos que surgieron durante el tratamiento resurgen la próxima vez que el paciente visita al dentista o simplemente piensa en ello. Los afectados interpretan entonces síntomas físicos como fuertes palpitaciones o sudoración como una confirmación de que están en peligro.

Fobias: evitación

Muchas situaciones incomodan a casi todo el mundo sin que desarrolle una fobia. Por ejemplo, la mayoría de las personas asocian el tratamiento dental con una sensación de inquietud o incluso le temen. Sin embargo, sólo se trata de un miedo patológico si el interesado evita en el futuro ir al dentista por miedo.

Fobias: aprendiendo de un modelo

Muchas fobias, especialmente las fobias a los animales, se desarrollan en la infancia. Para que se desarrolle una fobia a los animales ni siquiera es necesario que los niños hayan tenido ellos mismos malas experiencias con un animal. Aprenden comportamientos temerosos a través del ejemplo de los adultos. El término técnico para esto es "aprender con el ejemplo".

Los niños dependen de sus padres para evaluar el peligro. Si un niño observa que su madre reacciona con miedo al ver un perro, puede adoptar este miedo sin saber el motivo. Una fobia específica también puede desarrollarse indirectamente en la edad adulta, por ejemplo a través de informes de los medios. Pero, ¿por qué no todos los que tienen una mala experiencia desarrollan una fobia?

Fobias: raíces biológicas del miedo

Algunas personas son más susceptibles a las fobias que otras. Es de suponer que los factores biológicos influyen en esta susceptibilidad (vulnerabilidad). Las investigaciones sobre familias y gemelos sugieren que la ansiedad es en parte genética.

Estos factores biológicos favorecen un trastorno de ansiedad, pero la crianza y las influencias ambientales son los desencadenantes decisivos.

Fobias: factores psicosociales

Los expertos creen que el estilo de crianza influye en el desarrollo de las fobias. Parece haber una conexión entre los trastornos de ansiedad en los niños y el comportamiento controlador e insensible por parte de los padres. Los niños que no tienen un vínculo seguro con sus padres corren el riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad en el futuro.

El temperamento también juega un papel importante. Las personas ansiosas son más susceptibles a las fobias que otras. Se asustan fácilmente porque ven situaciones inofensivas como peligrosas y sus pensamientos y atención se centran en posibles consecuencias negativas.

Una tendencia a la ansiedad ya se puede observar en la infancia, cuando los niños están muy nerviosos, les cuesta calmarse y, en general, tienden a retraerse. Los expertos resumen estas características bajo el término “inhibición del comportamiento”.

Fobias: exámenes y diagnóstico.

Para descartar otras enfermedades también le realizará un examen físico. Esto suele consistir en una muestra de sangre, un examen del corazón mediante un electrocardiograma (ECG) y un examen de la glándula tiroides mediante ecografía y valores sanguíneos. La resonancia magnética (MRI) se puede utilizar para descartar cambios patológicos en el cerebro como causa de la ansiedad.

El terapeuta es responsable de un diagnóstico preciso del trastorno mental y del tratamiento adecuado. Es importante comprobar si existen otros trastornos mentales, como la depresión. Estos también deben ser tratados para restaurar la salud mental.

Para diagnosticar fobias, el terapeuta utiliza cuestionarios clínicos que preguntan sobre los síntomas importantes. El médico suele hacer las siguientes preguntas para diagnosticar la fobia específica:

  • ¿Hay ciertos objetos o situaciones a los que temes mucho (por ejemplo, las alturas, las arañas, la sangre u otras cosas)?
  • ¿Tiene la impresión de que su miedo es exagerado?
  • ¿Tu miedo se limita a un objeto o situación?

Si los padres sospechan que su hijo tiene una fobia, el terapeuta examinará si los miedos son apropiados para la edad o si es necesario un tratamiento. Algunos miedos que muestran los niños son parte del curso normal del desarrollo.

Fobias: curso de la enfermedad y pronóstico

Las fobias suelen surgir en la infancia y la adolescencia. En principio, sin embargo, es posible desarrollar una fobia a cualquier edad después de situaciones aterradoras: por ejemplo, el miedo a volar, cuando una persona teme estrellarse durante un vuelo con turbulencias.

Las fobias específicas suelen aparecer alrededor de los siete años. Si el miedo específico comienza temprano, puede desaparecer con el tiempo. Las fobias que todavía están presentes en la edad adulta o que sólo aparecen entonces suelen ser crónicas.