Fluoxetina y alcohol | Fluoxetina

Fluoxetina y alcohol

No se debe consumir alcohol mientras se toma Fluoxetina. Después de la ingesta de Fluoxetina se metaboliza en el hígado. Tanto la activación como la degradación son realizadas por hígado enzimas CRISPR-Cas.

Esto coloca una pesada carga sobre el hígado en su función. Dado que el alcohol también se metaboliza a través del hígado, pueden producirse interacciones considerables. Tanto el efecto del alcohol como el de fluoxetina puede ser influenciado masivamente.

Los efectos secundarios de la fluoxetina también son más frecuentes y aumentan en fuerza. Dependiendo de la dosis de fluoxetina y alcohol, pueden ocurrir efectos secundarios potencialmente mortales. Efectos secundarios típicos del consumo de alcohol (mareos, náusea, incapacidad para moverse) posiblemente puede aumentar hasta tal punto que la inconsciencia o incluso coma es posible.

Sobredosis

La sobredosis de fluoxetina aumenta los efectos secundarios mencionados anteriormente. Sin embargo, en comparación con otros antidepresivos (incluidos los antidepresivos tricíclicos), los efectos secundarios potencialmente mortales solo deben temerse en dosis muy altas (dosis de 50 a 100 veces más altas). Sin embargo, incluso una sobredosis leve puede provocar efectos potencialmente mortales cuando la fluoxetina se combina con otras preparaciones de acción central.

Además de persistente náusea y vómitos y diarrea severa, es posible que se presenten convulsiones persistentes. Corazón quejas (tales como latidos cardíacos irregulares y alteraciones del ritmo cardíaco) y una alteración del pulmón función (posiblemente con respiración dificultades) también pueden ocurrir. Además, los cambios psicógenos (p. Ej., Fuerte excitación, enturbiamiento de la conciencia, coma) puede ocurrir. En caso de sobredosis de fluoxetina, se debe consultar a un médico o al servicio de urgencias del hospital más cercano lo antes posible.

Depósitar

A diferencia de muchas otras sustancias de acción central, la terapia con fluoxetina no conduce al desarrollo de dependencia psicológica y física. No obstante, la interrupción abrupta del tratamiento con fluoxetina produce síntomas típicos (reacción de abstinencia) en muchos pacientes. Los mareos, la sensación y las alteraciones del sueño a menudo ocurren en los primeros días después de suspender el medicamento.

Náuseas, vómitos, dolores de cabeza y la ansiedad también son posibles. Sin embargo, estos síntomas suelen ser de leves a moderados y desaparecen espontáneamente en unas pocas semanas; sin embargo, en casos raros, los síntomas pueden durar varios meses. Para evitar esta reacción de abstinencia, se debe prestar atención a una abstinencia gradual durante un período de varias semanas o meses. La dosis diaria debe reducirse continuamente y el médico tratante debe controlar el curso de la enfermedad.