Pie: estructura y enfermedades.

¿Qué es el pie?

El pie (del latín: pes) es una estructura compleja formada por numerosos huesos, músculos y ligamentos, que se ha convertido en un importante órgano de soporte durante el desarrollo de la marcha erguida. Anatómicamente se divide en tres partes: el tarso, el metatarso y los dedos.

Tarso

Los dos huesos del tarso más grandes son el astrágalo y el calcáneo, que es aún más grande. Los otros representantes son el hueso navicular (Os naviculare), los tres huesos cuneiformes (Ossa cuneiformia) y el hueso cuboides (Os cuboideum). Cuando el cuerpo está en posición erguida, sólo la parte trasera del calcáneo (la base ósea del talón) está en el suelo.

Mediopié

Los cinco huesos metatarsianos (ossa metatarsalia) forman la zona media, siendo el primero el más corto y también el más fuerte, ya que el rodamiento se produce principalmente sobre el dedo gordo del pie. El segundo hueso metatarsiano es el más largo; del tercero al quinto, la longitud disminuye continuamente.

Dedos de los pies

Arco transversal y longitudinal

Un arco transversal y uno longitudinal sirven para estabilizar el pie. El arco transversal está formado por ligamentos y tendones, mientras que el arco longitudinal está formado por ligamentos de la planta del pie y por músculos que se contraen bajo carga, lo que hace que el pie cargado sea siempre ligeramente más corto que el pie descargado.

¿Cuál es la función del pie?

El pie es el órgano de soporte más importante del cuerpo humano. Al caminar, el movimiento se produce sólo en las dos articulaciones del tobillo y en las articulaciones de los dedos de los pies. Las demás articulaciones (en la zona del tarso y del metatarso) están tan fuertemente fijadas por sus conexiones ligamentosas que se forma un arco elástico que sólo permite un ligero desplazamiento. Desde los 12 a los 13 años, el pie ha desarrollado su forma definitiva con un arco transversal y uno longitudinal, sirviendo especialmente el arco longitudinal para soportar la carga.

Normalmente, el 40 por ciento del peso del cuerpo descansa sobre las puntas de los pies y el 60 por ciento restante sobre los talones, si no usas zapatos o solo llevas zapatos planos. Por otro lado, si usas tacones altos, transfieres casi el 80 por ciento de tu peso corporal a las puntas de tus pies. A la larga, esto destruye las almohadillas de grasa de las puntas de los pies. No sólo se produce dolor en las articulaciones, sino también cambios estructurales que provocan un juanete.

¿Dónde está ubicado el pie?

El pie está conectado a los dos huesos de la parte inferior de la pierna, la tibia y el peroné, a través de la articulación del tobillo. Su forma esquelética actual es el resultado de un proceso de remodelación en el que la función de agarre se ha perdido en gran medida y casi sólo sigue siendo importante la función de soporte.

¿Qué problemas puede causar el pie?

Los problemas más comunes se deben a malas posiciones: en los arcos planos o caídos (pie plano), el arco longitudinal está aplanado. Los afectados también suelen tener el pie doblado (pes valgus): en este caso, visto desde atrás, el hueso del talón está doblado hacia dentro.

Hallux valgus (juanete) es una deformidad del dedo gordo del pie y la deformidad más común de la extremidad inferior. En este caso, el dedo gordo está permanentemente inclinado hacia el exterior del cuerpo (es decir, hacia los otros dedos). Afecta principalmente a las mujeres: los tacones altos y los zapatos demasiado ajustados en la zona delantera favorecen la dolorosa deformidad de los dedos.

La osteoartritis, la inflamación debido a una carga incorrecta o sobrecarga del pie, las fracturas óseas (fracturas) son otros problemas de salud comunes. Lo mismo se aplica a la gota. En esta enfermedad metabólica, el nivel de ácido úrico en la sangre está patológicamente elevado. El exceso de ácido úrico cristaliza y se deposita en el cuerpo, especialmente en la articulación metatarsofalángica, pero también, por ejemplo, en la rodilla. Esto provoca ataques de dolor intenso en las articulaciones afectadas (ataque de gota), que pueden durar desde horas hasta días.

Una infección por hongos en el pie (tinea pedis) puede ser muy desagradable y persistente. Suele comenzar entre los dedos y puede extenderse a toda la planta del pie.