Diagnóstico de rotura hepática | Grieta del hígado: ¿qué tan peligroso es eso?

Diagnóstico de una rotura hepática.

A hígado La rotura es en la mayoría de los casos una situación de emergencia y, por tanto, se requiere un diagnóstico muy rápido. A hígado laceración no siempre es fácil de diagnosticar. En la mayoría de los casos, el algoritmo de diagnóstico (secuencia de exámenes) es el siguiente:

  • Ultrasonido: El ultrasonido puede detectar rápidamente líquido libre, como sangre alrededor del hígado y el abdomen.

Terapia

A hígado El desgarro se trata casi exclusivamente quirúrgicamente y solo en muy pocos casos de forma conservadora, ya que siempre existe el riesgo de hemorragia y pérdida del tejido hepático funcional. Un desgarro hepático debe tratarse quirúrgicamente de inmediato en caso de sangrado, para ello el cirujano realiza una incisión abdominal para acceder al órgano lesionado. A menudo, solo entonces se puede determinar el alcance total de la lesión.

El objetivo es detener la sangre pérdida reparando grandes vasos y preservar la mayor cantidad posible de tejido de órganos en funcionamiento. Un método primario de uso frecuente para detener el sangrado es el llamado empaquetamiento del hígado. Aquí, el hígado se envuelve en paños abdominales y el sangrado se detiene mediante compresión.

A continuación, se vuelve a cerrar temporalmente el abdomen y se vigila de cerca al paciente, especialmente en lo que respecta a la circulación y respiración. Después de aproximadamente 48 horas se vuelve a abrir el abdomen y se retiran los paños estériles, por lo que se debe detener el sangrado. Solo en esta segunda operación se trata finalmente el hígado con suturas. En otros casos, el tejido hepático destruido ya se elimina durante la primera operación, se destruye sangre vasos se suturan y el tejido hepático que aún funciona se vuelve a unir mediante suturas. Dado que una ruptura del hígado es una enfermedad grave, la persona afectada por lo general debe ser monitoreada de cerca en la unidad de cuidados intensivos durante un período de tiempo más prolongado y la recuperación demora varias semanas.

Consecuencias

La consecuencia más peligrosa de una rotura hepática es inicialmente la grave pérdida de sangre. Si es mas grande vasos están lesionados, varios litros de sangre pueden sangrar hacia la cavidad abdominal libre. Como resultado, el presión arterial de la persona afectada cae y mareos y debilidad circulatoria puede ocurrir, lo que incluso puede provocar desmayos.

La descarga de bilis y la sangre en la cavidad abdominal también puede provocar una inflamación, la llamada peritonitis, que pone en peligro la vida. En cualquier caso, la rotura del hígado es una enfermedad grave que requiere tratamiento quirúrgico y, en consecuencia, conlleva una estancia hospitalaria más prolongada. La posibilidad de recuperación depende principalmente de la edad del paciente y de las enfermedades previas, y fundamentalmente de la pérdida de sangre del paciente.

Dependiendo de la extensión de la lesión y de la gravedad del daño del órgano y los vasos sanguíneos grandes, la tasa de mortalidad puede ser de hasta el 50%. Si es necesario extirpar grandes partes del tejido hepático dañado, es posible que el tejido restante no pueda realizar completamente las funciones del hígado, lo que resulta en insuficiencia hepática. Sin embargo, dado que el hígado tiene la propiedad de regenerarse a sí mismo, es decir, "volver a crecer", los síntomas solo aparecen después de la extirpación de partes muy grandes del hígado.