Diagnóstico | Forúnculo en el cuello

Diagnóstico

El médico de familia o el dermatólogo suele hacer el diagnóstico inspeccionando la zona afectada y basándose en su aspecto típico. Si es necesario, también se puede tomar un frotis. El frotis se toma del contenido purulento del forúnculo perforado y se examina microscópicamente. Para detectar e identificar claramente los patógenos bacterianos, la muestra se envía a un laboratorio y se prepara un cultivo bacteriológico.

Síntomas de un forúnculo en el cuello.

Con un hervor en el cuello, se forma una inflamación profunda alrededor del afectado folículo capilar en cuestión de horas o días, lo que puede provocar hinchazón de la cuello. El forúnculo se reconoce como un nódulo enrojecido con una pústula amarilla en el medio. La característica de un hervor es una acumulación central de pus, que es causada por la muerte del tejido (necrosis) como parte de la reacción inmunitaria.

Alrededor del amarillento pus coágulo en el medio se encuentra el centro de inflamación enrojecido. Un hervor en el cuello puede crecer hasta dos centímetros de tamaño. los pus que se forma ejerce presión sobre el tejido circundante del cuello, provocando que la persona afectada sufra de dolor en el cuello.

Toda la zona está enrojecida y muy sensible a la presión. El hervor da lugar a los típicos signos de inflamación: además de la hinchazón, también hay enrojecimiento, calor y dolor. Además, la función del cuello se ve afectada y no se puede mover el cabeza sin dolor.

El forúnculo puede vaciarse espontáneamente hacia afuera o, en casos raros, puede reabsorberse. La reabsorción significa que el cuerpo absorbe y descompone el pus. La curación del forúnculo suele dejar pequeñas cicatrices.

El forúnculo puede vaciarse espontáneamente hacia el exterior o, en casos raros, se trata de reabsorción. La reabsorción significa que el cuerpo absorbe y descompone el pus. La curación del forúnculo suele dejar pequeñas cicatrices.

El forúnculo en el cuello causa dolor en el área de la inflamación y la piel circundante es muy sensible a la presión. La formación de pus hace que se forme un tapón que presiona el tejido circundante y causa dolor. La piel por encima del forúnculo está tensa y el cuello puede hincharse considerablemente.