Coprolalia: Causas, Frecuencia, Medicamentos, Terapia

Coprolalia: Descripción

La palabra coprolalia proviene del griego kopros “estiércol, heces” y lalia “habla”. Las víctimas pronuncian compulsivamente palabras obscenas, vulgares, sucias, ofensivas, insultantes y, a veces, incluso odiosas. En algunos casos, los pacientes con coprolalia también lanzan palabrotas con tintes sexuales. Las malas palabras, cortas y abruptas, se intercalan sin contexto durante el habla normal, generalmente entre dos oraciones. Por tanto, debe entenderse como una especie de interjección. El tono y el tono de la voz también suelen cambiar.

A veces surge la necesidad de decir malas palabras, especialmente en presencia de determinadas personas. No es raro que se trate de miembros de la familia, como la madre.

Los médicos incluyen la coprolalia entre los síntomas neuropsiquiátricos: tanto el cerebro como la psique desempeñan un papel importante. El uso del lenguaje fecal no puede controlarse conscientemente, sino que funciona de forma compulsiva. Las personas afectadas sienten una necesidad interior de “disparar” salvas regulares de palabras. Esto está asociado con un sentimiento de impotencia. El momento en el que se produce la coprolalia tampoco puede verse influido por la voluntad. Por tanto, la coprolalia no es una reacción consciente hacia otras personas.

La coprolalia tampoco es un fenómeno moderno, sino que fue descrita ya en 1825 por el neurólogo francés George Gilles de la Tourette. Cinco de los nueve pacientes que describió utilizaron ese lenguaje fecal.

La coprolalia también puede ocurrir exclusivamente en el cerebro. Los pensamientos y fantasías obscenos son típicos, pero no se expresan en forma de palabras, sólo pasan por la mente.

En otra variante, la copropraxia, los pacientes muestran gestos obscenos involuntarios e inapropiados, por ejemplo, muestran el “dedo apestoso” o fingen masturbarse. Esto también es extremadamente angustiante para los pacientes, y no menos para quienes los rodean.

En la coprografía, los afectados dibujan, pintan o escriben imágenes o palabras obscenas.

Coprolalia – problemas sociales

La coprolalia es extremadamente desagradable y embarazosa para los pacientes con tics y los margina socialmente. Es por eso que muchos intentan dejar de decir obscenidades y solo escriben la primera letra. Pero los tics sólo pueden suprimirse de forma limitada y, finalmente, encontrar una salida.

La coprolalia suele aparecer por primera vez en la adolescencia, lo que puede provocar aislamiento social en la escuela o con los amigos. Especialmente en los adolescentes varones, estos arrebatos verbales suelen ser un motivo para darle una buena paliza al homólogo grosero. Y los profesores de la escuela también sancionan el comportamiento malhablado, especialmente si se consideran el objetivo del ataque verbal. En algunos casos, esto puede conllevar la expulsión de la escuela.

Esto suele suponer una gran tensión para las personas afectadas por tics, porque el uso de lenguaje vulgar no es socialmente aceptable y se considera un insulto, un abuso y una violación de la otra persona. Las personas con tics verbales son rechazadas y rápidamente quedan marginadas socialmente. Nadie quiere tener nada que ver con ellos y mucho menos ser visto con ellos en público. Incluso los propios padres a veces se sorprenden por el comportamiento peculiar de sus hijos. Los síntomas pueden ser tan pronunciados que los niños se perciben como extraños, inquietantes y aterradores.

Coprolalia: Causas y posibles trastornos

Se sabe, sin embargo, que las exclamaciones, las malas palabras y las malas palabras también se encuentran en otras enfermedades neurológicas. Algunos ejemplos son la demencia (especialmente la demencia frontotemporal), la encefalitis, los tumores cerebrales, la afasia o la lesión cerebral traumática grave. Se conoce un aumento de la actividad sexual por diversos daños cerebrales, como en el cerebro frontal derecho, el sistema límbico o el lóbulo temporal. Fármacos como los agonistas de la dopamina también desencadenan a veces un comportamiento hipersexual: se utilizan para la enfermedad de Parkinson.

Los investigadores han propuesto una hipótesis que podría explicar el fenómeno de la coprolalia. Según esto, existen dos sistemas separados para el lenguaje en el cerebro: uno para el habla rica en contenidos y formado en oraciones, ubicado en la corteza derecha. Se cree que el segundo es responsable de las vocalizaciones emocionales y se cree que está ubicado en el sistema límbico. Los pacientes de Tourette tendrían tics motores y verbales que se originan en el sistema límbico.

Sin embargo, la coprolalia o los tics motores no son los únicos criterios de diagnóstico del síndrome de Tourette. Muy a menudo, estos pacientes padecen otras afecciones, como el síndrome de TDAH.

Coprolalia: ¿Cuándo deberías acudir al médico?

Coprolalia: ¿Qué hace el médico?

Si la coprolalia es pronunciada y altera la vida social, también se puede tratar con medicamentos.

Medicamentos

Existen varios medicamentos que pueden usarse para tratar los tics motores y vocales. Deben usarse cuando los tics son particularmente angustiantes para quienes los padecen y sus familias. Las sustancias son neurolépticos y actúan en el sentido más amplio sobre el sistema nervioso central. En Alemania se utiliza principalmente el principio activo tiaprida. Sin embargo, también son eficaces la risperidona, la pimozida y el haloperidol; este último funciona bien pero tiene efectos secundarios considerables. La dosis necesaria para controlar los síntomas varía mucho de un individuo a otro y debe adaptarse a las necesidades. Hasta la fecha, no existe ninguna terapia para el síndrome de Tourette que conduzca a una cura completa.

Si otras enfermedades neurológicas son la causa de la coprolalia, como demencia o daño cerebral, la enfermedad subyacente debe tratarse, si es posible.

Otras opciones de terapia

Coprolalia: lo que puedes hacer tú mismo

Lo más importante es informar y educar a tu familia, barrio, escuela, círculo de amigos y lugar de trabajo. Porque: Las personas con tic no son peligrosas, maliciosas, groseras, mal educadas y tampoco mentalmente inferiores. La coprolalia es solo una de esas personas.

Dado que los tics aparecen con mayor frecuencia en situaciones de estrés, las personas afectadas deben organizar su vida con el menor estrés posible. Aprender una técnica de relajación también puede resultar útil. Sobre todo, es crucial que el desorden no conduzca a un aislamiento social. Para ello es importante el humor, una sana autoestima y la aceptación del trastorno. La psicoterapia puede ayudar a las personas con coprolalia a fortalecerlos.