Coma artificial después de un infarto | Coma artificial

Coma artificial después de un infarto

En caso de un corazón ataque, el músculo cardíaco no tiene suficiente oxígeno, lo que posiblemente lleve a paro cardíaco.Después de tal corazón ataque, como resultado del cual la persona afectada puede haber tenido que ser reanimada, el corazón todavía está muy débil y otros órganos, como el cerebro, también puede resultar dañado por la falta de oxígeno como resultado de la paro cardíaco. Con el fin de evitar reacciones de estrés del cuerpo y permitir una seguridad ventilación, la persona afectada puede colocarse en un coma. Otra ventaja de este artificial coma es que los médicos pueden observar funciones corporales, como sangre presión y corazón calificar, de manera más segura e influir en ellos con medicamentos.

El estrés psicológico, que puede tener una fuerte influencia en las funciones corporales, también puede prevenirse mediante un tratamiento artificial más profundo. coma. El cuerpo tiene la posibilidad de curarse desacoplado del mundo exterior y de acostumbrarse a la nueva situación, como un bypass o un marcapasos. Si no ha habido un paro cardíaco durante el ataque del corazón, un coma artificial después del infarto no suele ser necesario.

Coma artificial después de la cirugía

Después de una operación, puede haber varias razones para coma artificial. Primero, estas razones se pueden dividir en dos grupos. El primer grupo son los casos planificados.

Estas son operaciones serias, como operaciones en el cerebro o el corazón, donde está claro incluso antes de la operación que el interesado debe ser puesto en un coma artificial para recuperarse completamente. El segundo grupo de razones se relaciona con las complicaciones en operaciones normalmente menos problemáticas. Especialmente en cerebro cirugía, el coma artificial es necesario para prevenir un aumento de la presión intracraneal.

La mayoría de las otras operaciones implican una reducción de la respuesta al estrés del cuerpo. Se previenen las inflamaciones y las fuertes fluctuaciones en sangre la presión y otros valores corporales son limitados. La ventaja de la cirugía es que la anestesia no es necesario volver a introducirlo, sino que simplemente se puede continuar.

Esto reduce los riesgos al comienzo del coma artificial. Ventilación ya es posible de forma segura y el paciente ya tiene acceso a la medicación. Además, ya se sabe si el paciente puede tolerar bien los fármacos anestésicos, especialmente en el caso de operaciones planificadas. Por tanto, el coma artificial se puede ajustar y controlar mejor.