Claustrofobia: definición, síntomas, causas

¿Qué es la claustrofobia?

La claustrofobia, también llamada miedo al espacio, pertenece a las fobias específicas. Esto significa que la persona afectada siente un miedo desproporcionado ante una cosa concreta. Así, las personas con claustrofobia desarrollan fuertes sentimientos de miedo en espacios reducidos y cerrados (por ejemplo, ascensores, metro), así como en multitudes (como conciertos).

Claustrofobia – efectos sociales

La claustrofobia puede limitar gravemente la vida de los afectados, tanto a nivel profesional como personal, por ejemplo, porque tienen problemas para viajar o evitan muchas situaciones y lugares que otros dan por sentado, desde ir al cine hasta asistir a convenciones.

Claustrofobia y trastorno de pánico

¿Cómo se manifiesta la claustrofobia?

¿Cómo se manifiesta la claustrofobia y cuál es el significado de esta condición para quienes la padecen? La claustrofobia, como todas las fobias, se manifiesta en un miedo inapropiadamente fuerte, en este caso a espacios reducidos y cerrados o a multitudes de personas.

La gravedad de la ansiedad varía desde malestar y ansiedad hasta pánico. La sensación de ansiedad va acompañada de síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar o hiperventilación. Estos pueden ser tan graves que provocan un miedo mortal en la persona afectada.

Otros pacientes, por el contrario, no se sienten restringidos en absoluto en la vida cotidiana y sólo experimentan ansiedad en determinadas situaciones, como por ejemplo durante una resonancia magnética (MRI).

¿Cuales son las causas?

El miedo primario a estar confinado es una de las experiencias humanas existenciales. Desde un punto de vista biológico evolutivo, el miedo a determinados objetos o situaciones tiene sentido porque contribuyó a la supervivencia de la humanidad.

Otros pacientes, por el contrario, no se sienten restringidos en absoluto en la vida cotidiana y sólo experimentan ansiedad en determinadas situaciones, como por ejemplo durante una resonancia magnética (MRI).

¿Cuales son las causas?

El miedo primario a estar confinado es una de las experiencias humanas existenciales. Desde un punto de vista biológico evolutivo, el miedo a determinados objetos o situaciones tiene sentido porque contribuyó a la supervivencia de la humanidad.

Predisposición y experiencias negativas.

Sin embargo, se sabe que las predisposiciones genéticas y las experiencias moldean la personalidad de una persona y, por tanto, también su propensión básica al miedo a una edad temprana. Por lo tanto, algunos son particularmente vulnerables y más propensos que otros a desarrollar trastornos psicológicos, incluidos trastornos de ansiedad como la claustrofobia.

Claustrofobia: exámenes y diagnóstico.

Los exámenes físicos

Para descartar posibles causas físicas de los síntomas de ansiedad, en caso de claustrofobia el médico realiza diversos exámenes. Estos incluyen el registro de algunos valores sanguíneos, un electrocardiograma (ECG) o un examen de la glándula tiroides mediante ultrasonido.

Hoja de prueba de claustrofobia

Para detectar la claustrofobia, existen cuestionarios especiales que captan los síntomas del trastorno. El terapeuta puede hacer las siguientes preguntas:

  • ¿En qué situaciones experimenta ansiedad severa?
  • ¿Qué síntomas físicos ocurren cuando te pones mentalmente en una situación así (por ejemplo, palpitaciones, sudoración o hiperventilación)?
  • ¿Crees que tu respuesta de miedo es exagerada?

Tratamiento

La claustrofobia se puede aliviar significativamente o incluso superar por completo en la mayoría de los casos con ayuda psicoterapéutica. Actualmente no existen medicamentos que actúen directamente contra el trastorno de ansiedad.

Por ello, los expertos no recomiendan el tratamiento farmacológico como estándar para las fobias específicas. Sin embargo, en casos graves, el médico puede prescribir determinados fármacos, los llamados inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

Claustrofobia: terapia de confrontación

De esta manera, experimentan que el miedo que surge en ellos acaba remitiendo sin que les pase nada. Esta experiencia ayuda a reducir los miedos.

Claustrofobia: terapia cognitivo conductual

Claustrofobia: relajación aplicada

La relajación aplicada es una técnica que enseña a los pacientes a relajarse en segundos en situaciones que les provocan ansiedad. Esto se debe a que estar relajado y ansioso son mutuamente excluyentes. Este método se basa en la relajación muscular progresiva de Jacobsen.

Claustrofobia: curso de la enfermedad y pronóstico.

La terapia conductual puede aliviar los síntomas de una fobia específica.

Además, con la claustrofobia ocurre lo mismo que con la mayoría de los demás trastornos: cuanto antes se trate, mayores serán las posibilidades de recuperación. Sin embargo, si no se trata, la claustrofobia tiende a empeorar y puede limitar gravemente la vida.