Balanitis (inflamación del glande del pene): tratamiento

Breve descripción

  • Causas y factores de riesgo: Higiene personal excesiva o inadecuada e infecciones, los hombres no circuncidados se ven afectados con mayor frecuencia que los circuncidados.
  • Tratamiento: principalmente terapia externa con baños o ungüentos, a veces tabletas, rara vez cirugía.
  • Síntomas: Los síntomas más comunes de la balanitis incluyen dolor, picazón, erupciones cutáneas, secreción y otros cambios en el glande.
  • Duración: El curso de la enfermedad depende de la causa, pero también del estado de salud del paciente.
  • Diagnóstico: Historia médica y examen físico; si se sospecha balanitis infecciosa, frote el glande y la abertura uretral para determinar el patógeno.
  • Prevención: Higiene íntima adecuada y protección contra patógenos transmitidos durante las relaciones sexuales.

¿Qué causa la balanitis?

Hay muchas causas posibles para el desarrollo de la balanitis. A menudo hay una combinación de varias causas. Por ejemplo, la irritación mecánica suele favorecer la infección. En un tercio de todos los pacientes no se identifica una causa clara de la inflamación del glande.

Las causas de la balanitis se pueden dividir a grandes rasgos en causas infecciosas y no infecciosas. Sin embargo, la inflamación del glande también se produce en el contexto de otras enfermedades.

Causas no infecciosas de balanitis.

Los altos niveles de estrés mecánico y químico también provocan a veces balanitis. Esto puede deberse, por ejemplo, a un exceso de lavado y desinfectantes. En algunos casos, la balanitis también es el resultado de una irritación o una reacción alérgica a medicamentos, fragancias o condones (de látex).

Los médicos también se refieren a la inflamación del glande por una causa no infecciosa como balanitis simple (inflamación simple del glande).

Causas infecciosas de la balanitis.

Las dos causas más comunes de balanitis infecciosa son las infecciones bacterianas y fúngicas.

Las causas bacterianas de la balanitis incluyen infecciones por estafilococos, enterococos, estreptococos y Mycobacterium tuberculosis, el agente causante de la tuberculosis.

La bacteria Gardnerella vaginalis también es una posible causa de balanitis. Este germen suele ser la causa de la vaginitis bacteriana (vaginosis). Durante el contacto sexual, es posible que las bacterias se transfieran al pene y provoquen inflamación del glande.

La balanitis causada por hongos de levadura también se conoce como balanitis por candidomycetica. Al igual que las infecciones bacterianas, las infecciones por hongos son localizadas o sistémicas (es decir, también afectan al resto del cuerpo).

Otra infección por hongos, concretamente por Malassezia furfur, es la llamada pitiriasis versicolor. Esta forma de hongo de la piel es relativamente rara en Europa, pero común en las regiones tropicales. Afecta especialmente a la espalda, los hombros, el cuello y el pecho, a veces también a otras partes del cuerpo como el pene. Esta infección por hongos se caracteriza por cambios muy definidos, de color marrón y escamosos.

Otras infecciones por hongos afectan al pene con menor frecuencia. Se trata principalmente de hongos que se depositan en la ingle y con el tiempo se propagan continuamente al pene.

El glande también se inflama con mayor frecuencia debido a enfermedades de transmisión sexual. En este caso son especialmente notables las infecciones por el virus del herpes y el virus del papiloma humano (VPH), especialmente los tipos 6 y 11. En particular, el VPH provoca una balanitis prolongada, que no es fácil de superar.

Otros posibles desencadenantes son las tricomonas, los gonococos (agente causante de la gonorrea/gonorrea), Treponema pallidum (agente causante de la sífilis) y Haemophilus ducreyi (agente causante del ulcus molle).

Balanitis en el contexto de otras enfermedades.

Diversas enfermedades de la piel favorecen el desarrollo de la balanitis o incluso la desencadenan. Entre ellas se incluyen la dermatitis seborreica, la psoriasis y la enfermedad autoinmune pénfigo vulgar.

En el marco de la artritis reactiva o posinfecciosa (anteriormente enfermedad de Reiter), una inflamación no infecciosa, alrededor de una cuarta parte de los afectados desarrolla balanitis. Esta enfermedad se caracteriza por los tres síntomas de inflamación de las articulaciones, uretritis y conjuntivitis. Por lo general, ocurre de una a cuatro semanas después de una infección del tracto urinario o gastrointestinal y también se conoce como balanitis circinata.

La balanitis plasmacelular zoon ocurre en hombres mayores de 60 años. La causa de esta forma de inflamación de la bellota no está clara. Provoca hemorragias menores y depósitos de hemosiderina, una proteína de almacenamiento de hierro. Además, las células inmunitarias se infiltran en el tejido del glande.

En casos raros, la inflamación de los cordones del tejido conectivo provoca la muerte del tejido y, por tanto, desencadena una peligrosa balanitis gangrenosa. Esto requiere tratamiento inmediato.

Balanitis en el contexto del tratamiento del cáncer.

Factores de riesgo para la balanitis

El principal factor de riesgo de la balanitis es una higiene íntima inadecuada. Es importante lavar diariamente el pene y especialmente el glande con agua tibia y eliminar el esmegma. La falta de limpieza, pero también una limpieza demasiado agresiva, favorece el desarrollo de balanitis.

Un prepucio constreñido que es difícil o imposible de retraer (fimosis) también promueve la inflamación del glande, ya que esto facilita que los patógenos se adhieran al glande y se propaguen. Por este motivo, la circuncisión parece reducir significativamente el riesgo de balanitis.

Estadísticamente, las personas con determinadas enfermedades tienen más probabilidades de tener balanitis que las personas sanas. Esto es particularmente cierto para las personas con diabetes mellitus. El azúcar en la orina de los diabéticos probablemente favorece el desarrollo de balanitis. Los pacientes con diabetes suelen tener una infección por hongos como causa de la balanitis.

La obesidad severa y las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, también se consideran factores de riesgo para la inflamación de las bellotas.

Tratamiento de la balanitis

Para tratar la balanitis en sí, es tan importante lavar diariamente la zona genital con agua tibia como secarla bien. Los baños de asiento son un buen remedio casero para complementar la terapia.

Los remedios caseros tienen sus límites. Si los síntomas persisten durante un período de tiempo más largo y no mejoran o incluso empeoran, siempre se debe consultar a un médico.

Tratamiento de balanitis local

En el caso de la inflamación infecciosa de la bellota, suele ser suficiente el tratamiento local (externo) de la balanitis. Generalmente se prescribe una pomada que contiene el antibiótico metronidazol contra las bacterias. Tiene un espectro de acción muy amplio. El cotrimazol, que es eficaz contra una variedad de hongos, generalmente se usa para tratar hongos (por ejemplo, balanitis por cándida). Esto suele ser suficiente para vencer la infección.

Si no se observa éxito después de cuatro semanas de terapia antimicótica, es aconsejable reconsiderar el diagnóstico. En el caso de balanitis de causa no infecciosa, generalmente se prueba primero la terapia local con una pomada de cortisona. El glucocorticoide cortisona reduce la inflamación y, por lo tanto, suele mejorar significativamente los síntomas. Sin embargo, cabe señalar que los síntomas del cáncer (etapas precancerosas) también pueden mejorar con la terapia con cortisona y luego reaparecer una vez que se suspende la pomada.

Terapia de balanitis con tabletas.

En determinadas situaciones, el medicamento debe tomarse en forma de comprimidos. Esto se aplica, por ejemplo, a la diabetes mellitus, el alcoholismo grave, la quimioterapia, el SIDA y el uso prolongado de cortisona. En estos casos, también existe un mayor riesgo de que la infección vuelva a aparecer.

La cirugía

En el caso de balanitis repetida y prepucio contraído, el médico puede sugerir la circuncisión como opción de tratamiento. Consiste en extirpar quirúrgicamente el prepucio del pene. Los hombres circuncidados suelen ser menos susceptibles a las infecciones. A menudo se realiza una intervención quirúrgica para prevenir el estrechamiento de la uretra, especialmente en casos de liquen escleroso.

Terapia de balanitis para niños.

Existen recomendaciones de tratamiento especiales para niños que deben seguirse. Los padres o el propio niño deben realizar constantemente la higiene íntima diaria con el prepucio retraído. Tras consultar con el pediatra, éste le recetará una pomada adecuada si es necesario.

Si el prepucio está contraído, sólo se debe empujar hacia atrás, en todo caso, tras consultar con el médico tratante. Esto suele ser muy doloroso y desagradable. Por este motivo, se considera caso por caso el uso de anestesia local con pomada o la administración de analgésicos (posiblemente también localmente).

El síntoma principal de la balanitis es un glande enrojecido e inflamado más o menos dolorosamente. Sin embargo, normalmente sólo se inflaman las capas superiores de la piel y no el tejido eréctil profundo del glande. Los afectados suelen presentar erupciones cutáneas (como manchas o parches rojos) y cambios poco claros en el glande. Otro síntoma frecuentemente mencionado es que el glande arde o pica.

Además de la erupción roja, los hombres afectados suelen sufrir también secreción del pene. Esta secreción puede ser de diferentes colores y maloliente. La consistencia suele ser purulenta. Retirar el prepucio suele ser difícil y doloroso.

Sin embargo, esto también ocurre cuando el glande se inflama (edema). Esto hace que orinar sea difícil y doloroso. En casos graves, esto a veces interfiere con el control del flujo de orina. A veces, la balanitis incluso se asocia con impotencia, aunque sea temporal.

Pistas sobre la causa de la balanitis

Además, existen una serie de signos de balanitis que ya indican un posible desencadenante. Algunos se enumeran aquí como ejemplos:

  • Cuando se infecta con el virus del herpes, se forma una gran cantidad de ampollas agrupadas. La infección suele ir acompañada de fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos inguinales.
  • Una infección por el virus del papiloma humano (VPH) desencadena condilomas. Estos son crecimientos parecidos a una coliflor que a menudo se encuentran en la base del glande.
  • La infección por sífilis produce una úlcera dolorosa con un borde duro.
  • Un enrojecimiento elevado o una decoloración blanquecina con picazón son indicios de una infección por hongos.
  • La balanitis en el contexto de una artritis reactiva o posinfecciosa se caracteriza por enrojecimiento con un borde blanco y daños en la piel del glande.
  • La balanitis plasmacelular zoon es una inflamación crónica del glande de causa desconocida. Se caracteriza por zonas lisas, lacadas y de color marrón rojizo.

¿Cuánto dura la balanitis?

La balanitis no tratada a veces asciende a lo largo del tracto urinario. Las posibles consecuencias son una infección del tracto urinario, inflamación de la vejiga o de la próstata. Las infecciones del tracto urinario son poco comunes en los hombres y deben tratarse de manera más constante que en las mujeres.

Si la balanitis no mejora, a pesar del tratamiento correcto, esto indica potencialmente un proceso maligno. En este caso, se debe realizar una biopsia. En la mayoría de los casos, se trata del precursor de un cáncer (eritroplasia de Queyrat), que en algunos casos evoluciona hasta convertirse en un carcinoma.

En pacientes con un sistema inmunológico debilitado, se debe controlar especialmente la balanitis infecciosa. Por un lado, es fácil que la infección se propague y afecte a otras partes del cuerpo. Por otro lado, la balanitis puede ser el primer signo de una infección existente en el cuerpo.

Además, las infecciones en sistemas inmunitarios debilitados suelen evolucionar mucho más gravemente que en personas sanas y existe el riesgo de sufrir daños graves en la piel con sangrado. Por lo tanto, la balanitis fúngica persistente provoca una inflamación dolorosa de los vasos sanguíneos en algunos pacientes inmunodeprimidos.

En casos raros, la balanitis provoca un estrechamiento del prepucio (fimosis).

¿Qué es la balanitis?

La balanitis es más común en hombres no circuncidados y ocurre casi con la misma frecuencia en todos los grupos de edad, incluidos bebés y niños pequeños. Sin embargo, la frecuencia de las diversas causas de inflamación del glande varía según la edad.

En general, se estima que entre el tres y el once por ciento de todos los hombres sufren de balanitis cada año. Sin embargo, la mayoría de los estudios sobre la inflamación del glande sólo han examinado a niños y hombres sexualmente activos.

Balanitis: exámenes y diagnóstico.

¿A qué médico debes acudir si tienes balanitis? Los hombres adultos deben consultar a un urólogo si sospechan de inflamación del glande. El primer paso para diagnosticar la balanitis es una conversación detallada con el paciente para realizar un historial médico. El médico le hará preguntas como

  • ¿Con qué intensidad practicas la higiene íntima?
  • ¿Has notado algún cambio en el glande o el pene?
  • ¿Sufres de dolor o picazón en o alrededor del glande?
  • ¿Tiene problemas para orinar o tener relaciones sexuales?
  • ¿Tiene alguna afección conocida de la piel u otras enfermedades?

Como se describe en la sección de síntomas, muchas causas de balanitis pueden identificarse mediante cambios típicos y visibles en el glande, como ampollas agrupadas en el caso de una infección por herpes.

Si se sospecha una inflamación infecciosa del glande, se debe tomar un frotis del glande y de la entrada a la uretra para determinar el patógeno. Este hisopo se examina bajo un microscopio. En algunos casos, las diferentes bacterias u hongos se identifican con la ayuda de tintes especiales. Si el médico utiliza un cultivo para cultivar patógenos existentes, se pueden identificar aún mejor.

En casos muy raros, especialmente en el caso de determinados tipos de hongos, se examina la sangre de los pacientes con balanitis en busca del patógeno o de anticuerpos contra el patógeno. Sin embargo, el análisis de sangre suele reservarse para casos poco claros y graves.

En caso de balanitis complicada y poco clara, se considera una pequeña muestra de tejido (biopsia). Sin embargo, en el caso de la balanitis infecciosa, los resultados de una biopsia suelen ser inespecíficos. En casos inciertos, la biopsia se utiliza principalmente para investigar la sospecha de un tumor o una enfermedad de la piel.

Si hay problemas para orinar, el médico examinará la abertura uretral en busca de signos de inflamación. Le preguntará al paciente si el prepucio se “infla” al orinar. Si hay evidencia de afectación del tracto urinario, el médico realizará un examen de ultrasonido de la vejiga para determinar si existe alguna obstrucción al flujo de orina.

Es posible que la balanitis se desencadene por varias causas al mismo tiempo. Esto significa que puede ser necesaria una mayor investigación incluso después de que se haya identificado una supuesta causa. Por ejemplo, no es improbable que exista otra infección además de una verruga causada por el virus del papiloma humano.

Las señales de advertencia de un curso complicado de balanitis son

  • Signos de envenenamiento de la sangre (sepsis)
  • Diabetes mellitus mal controlada
  • Incapacidad para retraer el prepucio.
  • Bloqueos al orinar

Balanitis: prevención

La balanitis suele ser causada por una higiene íntima demasiado agresiva o inadecuada. Por tanto, una higiene íntima adecuada es importante para reducir el riesgo de balanitis. Ciertos factores de riesgo, como la enfermedad inflamatoria intestinal crónica, no se pueden prevenir. Sin embargo, es posible prevenir infecciones en la zona genital que aumentan el riesgo de balanitis.