Dislexia: definición, terapia, síntomas

Breve descripción

  • Tratamiento: Remediación dirigida, alivio escolar (presión de calificaciones) y comprensión.
  • Síntomas: Entre otros, torcer, mezclar u omitir letras, lectura lenta, dificultades con letras mayúsculas y minúsculas. Posiblemente también problemas psicológicos debido a la dislexia.
  • Causas y factores de riesgo: Probablemente genéticos.
  • Diagnóstico: En el médico (pediatra) mediante preguntas específicas, pruebas de audición/visión y lectura/escritura.

¿Qué es la dislexia?

La dislexia (también: trastorno de escritura-lectura o trastorno de lectura-ortografía, LRS o dislexia específica) es un trastorno específico del aprendizaje.

Las personas con dislexia tienen una capacidad reducida para leer y escribir. Sin embargo, esto no significa que las personas con dislexia sean menos inteligentes. A los disléxicos simplemente les resulta difícil convertir el lenguaje hablado en escrito y viceversa. Los niños se ven afectados con más frecuencia que las niñas.

Caso especial: dislexia

La dislexia es un trastorno de la lectura que a menudo ocurre en el contexto de la dislexia. Su gravedad varía entre los individuos afectados y se ve favorecida por factores genéticos.

Sin embargo, más común que esta dislexia congénita es la dislexia adquirida: en este caso, la región del cerebro responsable de la lectura ha resultado dañada por un accidente o un derrame cerebral.

Un médico diagnostica la dislexia mediante diversos exámenes y una prueba especial. Con mucha comprensión, apoyo especial y una evaluación adaptada del rendimiento en la escuela, se puede ayudar eficazmente a los niños afectados.

Puedes leer más sobre este tema en el artículo Dislexia.

¿Cómo se trata la dislexia?

Lo más importante es que los padres y profesores demuestren mucha comprensión y paciencia al niño afectado. La presión para desempeñarse bien en casa y en la escuela puede empeorar la dislexia. Lo mismo se aplica a los desaires de los compañeros de clase.

Estas reacciones desfavorables del entorno ante el trastorno del aprendizaje también aumentan el riesgo de que la persona disléxica padezca una enfermedad mental. Hay que sacar al niño de este círculo vicioso lo antes posible.

A menudo, los niños necesitan apoyo psicoterapéutico además del apoyo que reciben. Esto es especialmente cierto si también ocurre una enfermedad mental (como la depresión). La depresión puede impedir que mejore la capacidad de lectura y escritura del niño.

Si bien esto puede conducir a la estigmatización, a menudo el niño afectado (y su familia) está feliz de tener un diagnóstico de dislexia y desarrolla confianza en sí mismo y autoestima gracias a la protección de calificaciones.

La compensación por desventajas la determina el Ministerio de Educación respectivo en cada estado federado. Si un médico ha diagnosticado el trastorno del aprendizaje mediante pruebas de dislexia, es posible solicitar dicha compensación.

¿Cuáles son los síntomas?

Por lo tanto, la dislexia no excluye el (alto) talento en otras áreas. En los disléxicos, por ejemplo, otros rendimientos académicos suelen estar dentro del rango normal. Los estudios sugieren que sólo las áreas del cerebro responsables de la lectura y/o la escritura están afectadas.

Por el contrario, los niños inicialmente tienen problemas para recitar el alfabeto, por ejemplo, mezclan letras al escribir o tuercen partes de palabras o letras al leer en voz alta. En algunos niños también se altera la atención o se producen alteraciones en el comportamiento social.

La mayoría de los afectados padecen trastornos tanto de lectura como de ortografía. Sin embargo, también hay disléxicos que presentan sólo uno de los dos trastornos.

Síntomas de un trastorno de ortografía: los afectados suelen escribir las palabras tal como las han oído. Por lo tanto, a menudo confunden letras que suenan similares (como b con p, c con k o p con q). A veces omiten letras por completo (por ejemplo, verdad sin “h”) o las insertan en el orden incorrecto. También suelen colocar los guiones de forma incorrecta y tienen problemas con las mayúsculas y las minúsculas.

Junto con un trastorno de lectura y/o ortografía, a veces también se produce una capacidad reducida para calcular (discalculia).

¡No lo confunda con deficiencias en lectura y ortografía!

La dislexia es diferente de la debilidad “normal” en lectura y ortografía. Esto último puede ocurrir temporalmente, por ejemplo cuando un niño está expuesto a factores psicosociales desfavorables, como un cambio de residencia o un divorcio de los padres.

Por lo tanto, una discapacidad de lectura y ortografía sólo se denomina dislexia si está determinada genéticamente o es hereditaria.

¿Cuáles son las causas de la dislexia?

Las causas de la dislexia aún no se comprenden claramente. Sin embargo, ahora se supone que los factores genéticos desempeñan un papel importante en el desarrollo del trastorno del aprendizaje. La dislexia suele afectar a varios miembros de una familia.

Al parecer, los recién nacidos con dislexia ya perciben las señales acústicas de forma diferente y las procesan de forma diferente. Además, las áreas del cerebro responsables del procesamiento del lenguaje parecen funcionar menos sincrónicamente y están menos conectadas en la dislexia. Las personas afectadas suelen tener dificultades para concentrarse al leer.

Además, es posible que los siguientes factores promuevan o acompañen a la dislexia:

Factores psicosociales: Los disléxicos se encuentran en todas las clases sociales. Sin embargo, un entorno social desfavorable se considera un factor de riesgo para el desarrollo de la debilidad específica en lectura y ortografía. Esto se debe a que si el nivel educativo de los padres es alto, a menudo apoyan al niño tanto emocional como prácticamente en el aprendizaje y la realización de los deberes. Esto aparentemente contrarresta los problemas de lectura y ortografía.

Conciencia fonológica debilitada: la conciencia fonológica garantiza que las palabras se decodifiquen y comprendan durante la lectura. Está debilitado en personas con dislexia.

¿Cómo se puede diagnosticar la dislexia?

Si sospecha que su hijo tiene dislexia, es importante consultar a un pediatra lo antes posible. Primero, el médico hablará con usted en detalle para recopilar información importante para el diagnóstico de dislexia. Posibles preguntas a hacer son:

  • ¿Cuándo empezó su hijo a hablar?
  • ¿Cómo afronta su hijo los deberes?
  • ¿A su hijo le gusta ir a la escuela?
  • ¿Algún familiar ya sufre dislexia?

A esto le siguen varias pruebas para descartar otras posibles causas de los problemas de lectura y/o ortografía. Para ello, el médico examina varias cosas como:

Estado de la estructura cerebral: La medición de las ondas cerebrales (electroencefalografía, EEG), por ejemplo, proporciona indicaciones sobre daños en la estructura cerebral.

Capacidad de lectura y ortografía: el médico prueba ambas haciendo que el niño lea en voz alta o escriba un texto breve.

Prueba de inteligencia: se puede utilizar para determinar si el rendimiento del niño es peor debido a una menor inteligencia en comparación con sus compañeros (y no debido a un trastorno del aprendizaje). También determina qué tan grande es la diferencia entre inteligencia y desempeño ortográfico.

¿Cuál es el pronóstico de la dislexia?

La dislexia no se puede prevenir. Sin embargo, se puede tratar bien mediante diversas medidas terapéuticas. Cuanto antes un médico diagnostique y trate el trastorno del aprendizaje, mejor será el pronóstico. El trastorno de lectura suele mejorar más rápidamente que el trastorno de ortografía.

Otras posibles consecuencias incluyen estados de ánimo depresivos y molestias psicosomáticas como dolor abdominal o trastornos del sueño. Sin embargo, si la dislexia específica se reconoce y trata en una etapa temprana, estas complicaciones a menudo se pueden prevenir.