Pronóstico de la enfermedad de Behcet | Enfermedad de Behcet

Pronóstico de la enfermedad de Behcet

Enfermedad de Behcet es una de las enfermedades crónicas. La enfermedad a menudo se presenta en recaídas, es decir, los afectados tienen fases en las que los síntomas son sólo leves o apenas perceptibles y también fases en las que los síntomas típicos de la enfermedad se vuelven más pronunciados. A diferencia de las enfermedades agudas, no existe un criterio de valoración claramente definido.

En el caso de los Enfermedad de Behcet, solo se pueden tratar los síntomas y no las causas. No es posible determinar la duración exacta del tratamiento farmacológico. Sin embargo, es cuestión de años o el tratamiento puede durar toda la vida de una persona afectada.

La enfermedad ha debilitado el sistema inmunológico, que puede hacer que el paciente sea más susceptible a otras enfermedades. Si la enfermedad fue diagnosticada en la infancia, los períodos libres de síntomas pueden alargarse cada vez más. En algunos pacientes, una disminución de Enfermedad de Behcet también se observa.

Sin embargo, no es posible hacer un pronóstico generalmente válido; el curso de la enfermedad es demasiado individual para eso. También es posible que se produzcan complicaciones durante el curso de la enfermedad, especialmente en los ojos. Sin embargo, no se puede suponer una esperanza de vida reducida debido a la enfermedad.

Causas de la enfermedad de Behcet

Desafortunadamente, todavía no ha sido posible aclarar de manera concluyente las causas de la enfermedad de Behcet. Sin embargo, la causa probablemente se encuentre en una enfermedad autoinmune, que conduce a una inflamación del vasos. Por esta razón, la enfermedad se clasifica como enfermedad reumática, ya que las reacciones autoinmunes también conducen a inflamación, por ejemplo en el articulaciones.

También se sospecha una predisposición genética en los afectados, ya que la enfermedad es más común en determinadas áreas locales. Debido a la predisposición genética, la sistema inmunológico, que se supone que protege al cuerpo de la invasión virus y bacterias fotosintéticas, ya no puede funcionar correctamente. Reconoce el propio tejido del cuerpo como un intruso y, por tanto, lo ataca.

Por lo tanto, se combate a sí mismo. Esto conduce a reacciones inflamatorias. En la enfermedad de Behcet, estas reacciones autoinmunes alteradas se encuentran en las pequeñas vasos. Como resultado, la inflamación ocurre particularmente en la piel, en la membrana mucosa (tejido formador de moco que recubre los órganos digestivos, genitales y urinarios) y en el ojo. Los científicos sospechan que las influencias externas, como la inflamación bacteriana y viral, también influyen.