Los síntomas | Delirio posoperatorio

Los síntomas

La delirio posoperatorio generalmente se desarrolla dentro de los primeros cuatro días después de una operación / anestesia general. Los pacientes afectados suelen sufrir desorientación, especialmente una confusión temporal y situacional. La orientación al lugar y a la persona está bastante intacta.

Otros síntomas son ansiedad e inquietud, los pacientes a menudo reaccionan con irritación o incluso agresivamente hacia el personal de enfermería o familiares en este contexto. Un aumento de la necesidad de moverse a menudo conduce a caídas con laceraciones, roturas huesos o la dislocación de recién operado articulaciones. En otros casos, las personas afectadas tienden a retraerse, apenas hablan y se niegan a comer.

Las consecuencias son la pérdida de peso y la exicosis (falta de líquido), que pueden tener consecuencias potencialmente mortales. Una gran proporción de los afectados informa alucinaciones. El pensamiento a menudo está claramente ralentizado y desordenado.

Los pacientes hablan de manera prolija, errática y, a menudo, no responden a una pregunta específica, pero hablan fuera de tema. Los síntomas aparecen principalmente por la tarde y por la noche y fluctúan a lo largo del día, lo que provoca una alteración del ritmo sueño-vigilia. Esto a su vez intensifica los síntomas. Dado que los síntomas de delirio posoperatorio son muy variables y pueden variar mucho en intensidad a lo largo del día, el diagnóstico a menudo se hace tarde. Para evitar complicaciones como infecciones (especialmente infecciones del tracto urinario y neumonía) o trastornos de cicatrización de heridas, es importante un diagnóstico rápido y un inicio rápido de la terapia.

Estos son los factores de riesgo

El mayor riesgo es la edad del paciente. La mayoría de los pacientes con delirio posoperatorio tiene más de 60 años y ya padece anomalías mentales antes del procedimiento, como demencia, o sufre de otras enfermedades subyacentes como diabetes, hipertensión or fibrilación auricular, que los predisponen al delirio. Las diferencias también son evidentes en las disciplinas individuales.

Los delirios son más frecuentes en pacientes sometidos a corazón cirugía y cuidados intensivos. Otro factor de riesgo es el uso de diversos fármacos, los denominados dilirogénicos como amitriptilina, atropina, amantadina, baclofeno, olanzapina, antidepresivos tricíclicos. Un suministro de oxígeno alterado al cerebro, falta de líquidos y trastornos electrolíticos, así como desnutrición También favorecen el desarrollo del delirio. .

El diagnostico

Un diagnóstico rápido y confiable del delirio posoperatorio y una terapia inmediata son cruciales para el curso posterior de la enfermedad. Sin embargo, debido a los síntomas variables, esto no siempre es fácil. Por lo tanto, se desarrolló un algoritmo para hacer un diagnóstico más rápidamente.

El algoritmo (método de evaluación de la confusión) comprende cuatro criterios: pensamiento desestructurado, falta de atención, cambios en la conciencia y fluctuaciones. Además, el grado de sedación Se registra: muy beligerante, agitado (tirando de drenajes, catéteres), inquieto, atento, somnoliento, ligeramente sedado, reacciona al habla, profundamente sedado, reacciona al tacto, no despierto. Además, siempre se debe tener en cuenta si el estado mental ya estaba limitado antes de la operación y en qué medida cambió después de la anestesia. Es particularmente difícil diagnosticar un delirio hipoactivo en el que el paciente se retrae y duerme mucho. En la agitada rutina clínica, estos pacientes se ahogan rápidamente.