Ingresos | Fumaderm®

Ingresos

Los comprimidos de Fumaderm® se toman con abundante líquido (preferiblemente agua) y preferiblemente directamente después de las comidas. Los comprimidos tienen un revestimiento que evita la ácido gástrico de descomponer las tabletas en el estómago. De esta forma, las tabletas de Fumaderm® pueden atravesar el estómago sin obstáculos y luego se abren en el intestino y los ingredientes activos se liberan en el sangre a través de la pared intestinal, de modo que el ingrediente activo de Fumaderm® llegue a la piel a través de la sangre y pueda desarrollar su efecto allí.

Controles bajo tratamiento Fumaderm

En general, es importante saber que Fumaderm® tiene efectos secundarios bastante elevados y, por lo tanto, es necesario controlar periódicamente varios órganos del cuerpo para asegurarse de que estos órganos no se dañen con el tratamiento con Fumaderm®. Por un lado, sangre debe tomarse del paciente con regularidad para asegurar que la Las células blancas de la sangre (leucocitos), que son importantes para la sistema inmunológico, no disminuya debido a Fumaderm®. Dado que Fumaderm® también puede dañar los riñones y hígado, es importante que los riñones no se dañen.

La orina de los pacientes también debe controlarse regularmente, ya que la orina se puede utilizar para determinar si el paciente desarrolla el llamado síndrome de Fanconi. El tratamiento con Fumaderm® resulta en una pérdida de riñón función (insuficiencia) (ver síntomas de insuficiencia renal) y ablandamiento de los huesos (osteomalacia). Regular monitoreo (cada dos semanas al comienzo de la terapia) es muy importante para que los efectos secundarios graves de la terapia con Fumaderm se puedan detectar directamente.

Si es anormal riñón valores, una caída en la concentración de blanco sangre se producen células (leucocitos) o células sanguíneas inmunes (linfocitos), el tratamiento con Fumaderm® debe interrumpirse inmediatamente. La orina de los pacientes también debe controlarse periódicamente, ya que la orina se puede utilizar para determinar si el paciente desarrolla el llamado síndrome de Fanconi. En este caso, el tratamiento con Fumaderm® resulta en una pérdida de riñón función (insuficiencia) (ver síntomas de insuficiencia renal) y ablandamiento de los huesos (osteomalacia).

Regular monitoreo (cada dos semanas al comienzo de la terapia) es muy importante para que los efectos secundarios graves de la terapia con Fumaderm se puedan detectar directamente. Si es anormal valores renales, una caída en la concentración de Las células blancas de la sangre (leucocitos) o células sanguíneas inmunes (linfocitos), el tratamiento con Fumaderm® debe suspenderse inmediatamente.