Duración | ¿Qué sucede en caso de enfermedad de amor?

Duración

La duración del dolor de corazón es tan variable y dependiente de la persona individual como la experiencia y el procesamiento del dolor. Las reglas generales como "la mitad de la duración de la relación" o "el doble de duración de la relación" no son realmente fiables para el individuo. En Internet circula la llamada "ex-fórmula", que se supone que calcula el momento exacto del duelo.

Tiene en cuenta la duración de la relación, la intensidad de los sentimientos, el número de noches que pasan juntos a la semana, el grado de contacto restante, la propia autoestima y otros factores. Este cálculo tampoco es significativo de ninguna manera, pero al menos tiene en cuenta la complejidad de las circunstancias que influyen. Por lo tanto, solo se puede decir que la duración de la angustia depende de demasiados factores individuales para hacer una predicción confiable.

Depresión con mal de amor

Los síntomas de depresión. coinciden con los síntomas del mal de amor en un número asombroso de áreas. Pérdida de alegría e impulso, tristeza, problemas de concentración, problemas para dormir, falta de apetito y muchos más se encuentran en ambos trastornos. En el caso de depresión.Sin embargo, entran en juego mecanismos neurobiológicos, como un cambio en el sistema de mensajería en el cerebro.

Esto es especialmente cierto en el caso de la felicidad y el impulso. hormonas dopamina y serotonina. En algunos depresión. pacientes, sin embargo, también existen diferencias estructurales en el cerebro. A diferencia del mal de amor, la depresión puede no desaparecer con el tiempo y es posible que se necesite ayuda profesional.

Muy pocas personas caen en una depresión así, pero han experimentado un evento traumático como la muerte de un ser querido. Una separación es muy similar para el cerebro, porque un ser querido desaparece repentinamente de la vida de uno. Por lo tanto, el mal de amor puede, si es muy intenso o dura mucho tiempo, convertirse en una depresión patológica, especialmente si la persona tiene otras cargas psicológicas y está expuesta a factores de estrés. Desafortunadamente, hay muy pocos estudios científicos sobre el mal de amor como desencadenante de la depresión para poder sacar conclusiones más precisas.