Diagnósticos | Inflamación del cerebro

Diagnóstico

En el diagnóstico, la búsqueda del patógeno está en primer plano, ya que las terapias contra diferentes patógenos a veces difieren fundamentalmente. Para este propósito, el líquido cefalorraquídeo, también conocido como licor, se recolecta y examina durante una punción. A menudo se puede encontrar un tratamiento adecuado bajo el microscopio o después del cultivo en placas de crecimiento.

Además, se puede utilizar una PCR (reacción en cadena de la polimerasa) para detectar el patógeno directamente en el líquido cefalorraquídeo. Dado que los resultados de los diagnósticos de laboratorio no están disponibles de inmediato, los exámenes físicos y los procedimientos de imágenes adicionales, como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (IRM) cerebro se realizan. los examen físico se centra en los síntomas neurológicos, como la pérdida de funciones motoras o alteraciones sensoriales, alteraciones de la conciencia e inusuales dolor sensación.

In meningitis, este último provoca un signo de meningismo o una tensión defensiva en el paciente cuando el cabeza se inclina pasivamente hacia el pecho en una posición acostada. los examen físico se puede utilizar para determinar la ubicación de la inflamación en el cerebro. El EEG (electroencefalograma) también se utiliza como herramienta de diagnóstico.

La excitación en el cerebro se mide y se evalúa la capacidad o restricción funcional. Una muy buena herramienta de diagnóstico en caso de sospecha inflamación del cerebro es el examen del líquido cefalorraquídeo, también llamado licor. El líquido cefalorraquídeo rodea el centro sistema nervioso y tiene muchas funciones, como amortiguar vibraciones, eliminar productos de desecho y muchas otras.

Si un inflamación del cerebro ahora ocurre, ciertas sustancias y células pueden detectarse en mayor número en el líquido cefalorraquídeo. Estos incluyen un mayor número de blancos sangre células (granulocitos neutrófilos) y un aumento lactato y nivel de proteína. Como regla general, el líquido cefalorraquídeo se extrae para tal examen por medio de un lumbar punción. Esto implica clavar una aguja en el espacio del líquido cefalorraquídeo que rodea al médula espinal con una aguja en la columna lumbar, de la que se puede extraer el líquido cefalorraquídeo.