Íleo Paralítico: Definición, Causas, Síntomas

Breve descripción

  • Causas: coágulos de sangre en los vasos intestinales, cirugía abdominal, alteración de la función nerviosa, trastornos metabólicos, ciertos medicamentos, enfermedad intestinal crónica.
  • Síntomas: Náuseas, vómitos, abdomen distendido, dolor abdominal difuso, ausencia de ruidos intestinales.
  • Curso de la enfermedad y pronóstico: Dependiendo de la causa, potencialmente mortal sin tratamiento.
  • Examen y diagnóstico: examen físico, escucha del abdomen, radiografía, examen de ultrasonido.
  • Tratamiento: Medicamentos que estimulan el peristaltismo intestinal, sonda gástrica, enema y rara vez también cirugía.
  • Prevención: ninguna medida general, medidas estimulantes de la digestión al tomar ciertos medicamentos.

¿Qué es el íleo paralítico?

En el íleo paralítico, el conducto intestinal está paralizado. A diferencia de la forma mecánica, la causa aquí es la parálisis de los músculos intestinales. Existen varias causas de obstrucción intestinal paralítica. Entre las causas se encuentran coágulos de sangre, cirugía abdominal, enfermedades intestinales y disfunción metabólica o nerviosa.

Los síntomas del íleo paralítico suelen aparecer de forma más insidiosa que en otras formas de obstrucción intestinal. Una indicación típica de parálisis intestinal la proporciona la escucha del abdomen: no hay ruidos intestinales.

¿Cuáles son las causas del íleo paralítico?

Existen varias causas del íleo paralítico (parálisis intestinal). En ocasiones es causada por la oclusión de un vaso intestinal por un coágulo de sangre. El coágulo se ha formado directamente en el vaso sanguíneo en cuestión (trombo) o ha sido arrastrado al torrente sanguíneo desde otro lugar (émbolo).

Si el coágulo bloquea completamente el vaso, el tejido intestinal que en realidad es irrigado por este vaso ya no recibe oxígeno ni nutrientes: muere (necrosis). Los médicos se refieren a este evento como infarto mesentérico.

En otros casos, el íleo paralítico se desarrolla como reflejo después de una operación en la cavidad abdominal. La operación desencadena estímulos mecánicos que provocan que se detenga el movimiento del intestino (íleo postoperatorio). El íleo paralítico también ocurre a veces de forma refleja durante el cólico biliar o renal.

En las enfermedades que afectan a los nervios (como la siringomielia o el herpes zoster), a veces se produce la llamada parálisis intestinal neurogénica.

Las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, también son la causa del íleo paralítico en algunos casos.

Además, determinados fármacos provocan en ocasiones parálisis intestinal. Estos incluyen, por ejemplo, analgésicos potentes del grupo de los opiáceos, medicamentos contra el Parkinson, antidepresivos y antiespasmódicos (espasmolíticos). En casos extremos, el abuso de laxantes también puede provocar íleo paralítico.

También son posibles causas las alteraciones del equilibrio electrolítico y del metabolismo. Por ejemplo, la deficiencia de potasio (hipopotasemia) y el coma cetoacidótico (una complicación grave de la diabetes mellitus) ponen a los pacientes en riesgo de sufrir un paro intestinal.

En algunos pacientes, el íleo paralítico puede atribuirse a toxicidad urinaria. Se entiende por acumulación de sustancias urinarias en la sangre (uremia) como consecuencia de una función renal alterada. Otras posibles causas del íleo paralítico incluyen hipotiroidismo (glándula tiroides poco activa) y lesiones abdominales.

Nota: A veces, el íleo paralítico se desarrolla a partir de un íleo mecánico (es decir, obstrucción intestinal debido a una obstrucción mecánica).

¿Cuáles son los síntomas del íleo paralítico?

En la parálisis intestinal, el abdomen inicialmente está muy distendido. A medida que avanza la afección, la pared abdominal está muy tensa y dura (vientre tímpano). No pasan ni las heces ni los gases (retención de heces y gases).

Hipo, náuseas, vómitos y dolor en la zona abdominal son otros síntomas comunes.

¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad intestinal paralítica?

El curso de la enfermedad en la obstrucción intestinal paralítica depende de su causa. Si no se trata, existe el riesgo de que se desarrollen complicaciones potencialmente mortales. Esto es especialmente cierto si la parálisis intestinal ha seguido a una obstrucción intestinal mecánica.

En los casos de parálisis intestinal refleja tras una cirugía, el pronóstico suele ser bueno con el tratamiento adecuado.

¿Cómo se diagnostica el íleo paralítico?

El examen físico y la radiografía son los pasos más importantes en el diagnóstico del íleo paralítico:

Durante el examen físico, el médico escucha atentamente el abdomen con un estetoscopio. Si no se escuchan ruidos intestinales en ninguna región abdominal, se sospecha fuertemente de íleo paralítico. Los médicos se refieren al fenómeno como “silencio sepulcral” en el abdomen. Si los ruidos intestinales son audibles, esto descarta el íleo paralítico.

¿Cómo se trata el íleo paralítico?

A los pacientes con íleo paralítico (u otra forma de obstrucción intestinal) inicialmente no se les permite comer ni beber nada hasta que los intestinos se hayan recuperado mediante la terapia. Los pacientes reciben los líquidos y nutrientes necesarios a través de una vía intravenosa.

Además, los medicamentos se pueden administrar a través del acceso venoso. Se trata principalmente de ingredientes activos que estimulan el movimiento de los intestinos (peristaltismo). Se utilizan para hacer que el intestino paralizado vuelva a moverse. Si es necesario, los pacientes reciben otros medicamentos, como analgésicos o agentes contra las náuseas y los vómitos.

Además, se inserta una sonda estomacal para drenar el contenido estomacal y intestinal estancado. El intestino también se puede vaciar con la ayuda de un enema rectal.

Además, es importante eliminar la causa de la parálisis intestinal. Por ejemplo, el hipotiroidismo o un trastorno metabólico grave en diabéticos como desencadenantes del íleo paralítico deben tratarse en consecuencia.

Estas medidas conservadoras suelen ser suficientes para corregir la parálisis intestinal. Sin embargo, la cirugía es necesaria si el íleo paralítico se ha desarrollado a partir de una obstrucción intestinal mecánica o si hay peritonitis.

¿Se puede prevenir el íleo paralítico?

Las personas que toman ciertos medicamentos (como opiáceos) pueden tener un mayor riesgo de sufrir íleo paralítico. En ese caso, tiene sentido consultar a un médico sobre qué medidas (por ejemplo, en la dieta) contribuyen a una función motora intestinal saludable.

No es recomendable tomar laxantes por tu cuenta. Esto se debe a que algunos de estos agentes hacen que el cuerpo se habitúe cuando se usan de forma continua. Como resultado, existe el riesgo de que se produzca una parálisis intestinal. Si sufre de estreñimiento, le recomendamos que hable con su médico sobre las posibles medidas preventivas.