¿Cuáles son los síntomas del cáncer de ovario?
Si una enfermedad se manifiesta a través de síntomas típicos, que idealmente sólo aparecen en determinadas etapas de la enfermedad, es posible una detección temprana. Lo complicado de los tumores de ovario es que no causan ningún síntoma en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo general, el cáncer sólo se manifiesta con los síntomas correspondientes en etapas posteriores.
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Síntomas en las primeras etapas.
Síntomas en etapa avanzada: signos inespecíficos
Tan pronto como aparecen metástasis en la cavidad abdominal en mujeres con cáncer de ovario y a medida que avanzan las etapas del cáncer (FIGO III y IV), generalmente aparecen síntomas inespecíficos. Estos son síntomas que no son típicos de los tumores de ovario malignos y que también ocurren en relación con otras enfermedades.
Los signos más importantes son
- Sensación de presión en la parte inferior del abdomen, posiblemente acompañada de náuseas.
- Bajo rendimiento, cansancio y agotamiento.
- Producción excesiva de líquido abdominal (ascitis), de modo que el abdomen se hincha o se vuelve más grueso (con peso constante o incluso decreciente)
- Sangrado fuera del período menstrual normal, sangrado después de la menopausia (síntomas raros de cáncer de ovario)
- Síntomas B: fiebre, pérdida de peso y sudores nocturnos.
Ganglios linfáticos inflamados en el cáncer de ovario
En la tercera etapa del cáncer, a veces se desarrollan metástasis en los ganglios linfáticos. Esto se debe a que las células del tumor canceroso ingresan al líquido tisular (linfa) y son filtradas por los ganglios linfáticos. Se instalan allí y se multiplican. El resultado: los ganglios linfáticos se inflaman. Esto no suele provocar ningún síntoma.
Metástasis fuera de la cavidad abdominal.
En el caso del cáncer de ovario avanzado, el tumor ha salido de la cavidad abdominal (FIGO IV). Luego se suman síntomas que desencadenan metástasis a distancia en otros órganos. Las metástasis en los pulmones a menudo permanecen asintomáticas porque generalmente se asientan en la periferia de los pulmones; por lo tanto, se ubican en las estructuras marginales de los pulmones. Sin embargo, algunos pacientes también experimentan ataques de tos persistentes, tos con sangre o neumonía.
