Detección de melanoma maligno

¿Cómo se puede reconocer una marca de nacimiento benigna?

Las marcas de nacimiento suelen ser inofensivas. Sin embargo, en determinadas circunstancias, las marcas de nacimiento pigmentadas (lunares) pueden convertirse en cáncer de piel. Es importante reconocer esto en una etapa temprana. Pero ¿cómo es un lunar benigno? ¿Y cuándo es peligroso, es decir, potencialmente maligno?

Aquí hay una guía sencilla para reconocer lunares benignos: Como regla general, un lunar pigmentado es benigno si...

  • tiene una forma regular y simétrica
  • @ tiene bordes regulares y claros
  • es de color uniforme
  • no cambia (por ejemplo, en tamaño, forma o color)

¿Cómo se puede reconocer una marca de nacimiento maligna?

Las características opuestas indican una marca de nacimiento potencialmente maligna (lunar). Es decir, una marca de nacimiento pigmentada (lunar) podría ser peligrosa –es decir, maligna– si…

  • tiene una forma irregular y asimétrica
  • @ tiene bordes irregulares y borrosos, por ejemplo, bordes deshilachados o extensiones irregulares
  • tiene diferentes colores o manchas, por ejemplo, una marca de nacimiento parcialmente marrón rojiza, parcialmente negra (lunar) o una con puntos negros)
  • cambios de tamaño, color, forma o grosor, por ejemplo, un lunar pequeño de repente se vuelve grande o un lunar (lunar) se vuelve más claro, más oscuro o crece en altura, es decir, se vuelve más grueso.

Una marca de nacimiento elevada, es decir, que sobresale (“gruesa”) (> 1 milímetro por encima del nivel de la piel), que tiene una superficie rugosa o escamosa seca, también podría indicar un cáncer de piel como el melanoma maligno.

También es sospechoso un lunar con costra (a veces ésta se cae). Por ejemplo, detrás de él podría esconderse un carcinoma de células basales (una forma de cáncer de piel blanca).

También debes prestar atención si un lunar o una marca de nacimiento pica, sangra (sin motivo) o llora. Incluso si un lunar duele (por ejemplo, al tocarlo) o quema, puede haber una causa peligrosa detrás. Esto no tiene por qué ser necesariamente cáncer: una marca de nacimiento normal (lunar) a menudo duele si el área se ha abierto con un rasguño y luego se inflama. A menudo, una marca de nacimiento (lunar) también se hincha, enrojece y se calienta.

Si de repente le aparecen (muchos) lunares o marcas de nacimiento nuevos (pequeños), también debe consultar a un médico para que le aclare la causa.

Al igual que una marca de nacimiento visible, un supuesto “grano” que no cicatriza bien también puede ser un cambio maligno en la piel. No ocurre lo mismo con el nevus coeruleus: el nódulo redondeado de color negro azulado (“marca de nacimiento azul”) no es maligno, aunque a menudo parece peligroso.

Regla ABCDE para reconocer una marca de nacimiento maligna

Lea más sobre esta regla general para detectar topos peligrosos en la publicación Regla ABCDE.

Criterios EFG para la detección de ciertos melanomas

Sin embargo, la clásica regla ABCD no siempre se puede utilizar para detectar un lunar maligno (lunar maligno), es decir, un cáncer de piel. Por ejemplo, es más probable que el melanoma nodular (un cierto tipo de cáncer de piel de color negro) se detecte utilizando los criterios EFG:

El melanoma nodular, a diferencia de la mayoría de los demás melanomas, suele tener una forma muy simétrica, claramente definida y monocromática. Sin embargo, según las reglas ABCD, estas tres características suelen aplicarse a lunares o manchas hepáticas inofensivas. Así, este tipo de cáncer de piel se clasificaría incorrectamente como inofensivo según la regla ABCD.

Sin embargo, la “marca de nacimiento” nodular, generalmente azulada o marrón negruzca, se identifica como maligna al cumplir con los criterios del EFG: está elevada, de firme a áspera a la palpación y de rápido crecimiento.

¿Qué hacer en caso de lunares alterados?

¡Haga que un médico aclare cada cambio de marca de nacimiento (lunar)!

El médico puede determinar si detrás de una marca de nacimiento nueva o sospechosa (lunar) hay cáncer o un precursor del cáncer mediante un microscopio de luz reflejada y, si es necesario, un examen histológico de los tejidos finos. Para este último, corta el mole completo o parte de él y lo envía a un laboratorio para su análisis.