Control compulsivo: terapia y síntomas

Breve descripción

  • Terapia: Terapia cognitivo-conductual con ejercicios de confrontación, a veces apoyada con medicación.
  • Síntomas: Actos recurrentes de control, como revisar objetos (p. ej., estufa, puertas), combinados con ansiedad y tensión interna; quienes lo padecen saben que su comportamiento es irracional
  • Causas: interacción de factores biológicos (genéticos) e influencias ambientales (como una infancia traumática, una educación desfavorable)
  • Diagnóstico: toma de antecedentes médicos con la ayuda de cuestionarios especiales.
  • Pronóstico: Buen pronóstico si es tratado temprano por un terapeuta capacitado.

¿Qué es una compulsión de control?

La compulsión de control es una forma muy común de trastorno obsesivo-compulsivo. Las víctimas suelen pasar muchas horas del día revisando la estufa, los grifos y las puertas. A la larga, los rituales que consumen mucho tiempo les impiden participar en la vida y realizar sus tareas cotidianas. Por lo tanto, una compulsión pronunciada de control causa un sufrimiento considerable.

Esta forma de trastorno obsesivo-compulsivo se relaciona con el control de objetos. El comportamiento obsesivo-compulsivo que se relaciona con el control sobre otras personas es más indicativo de un trastorno de la personalidad. En el trastorno de personalidad disocial, por ejemplo, quienes lo padecen tienen poca empatía por los demás y, en ocasiones, manipulan a quienes los rodean.

No salir más de casa, no cocinar en el fogón o no encender velas son estrategias de evitación que mantienen o incluso agravan la compulsión de control. Por lo tanto, en la terapia se descubren y se trabajan precisamente estas estrategias. La psicoterapia en combinación con medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), ayuda en este proceso.

De los métodos psicoterapéuticos, la terapia cognitivo-conductual con ejercicios de confrontación ha demostrado ser especialmente eficaz. Aquí, los enfermos aprenden a afrontar sus miedos. En el caso de la compulsión de control, esto significa, por ejemplo, salir de casa sin revisar la puerta varias veces.

Durante la terapia, con la ayuda del terapeuta, los pacientes aprenden a limitarse a un nivel normal de control, es decir, a confiar en sí mismos. Esto se debe a que las personas con compulsiones de control siempre dudan de sí mismas. Aunque acaban de cerrar la puerta con llave, al momento siguiente no están seguros de si está bien cerrada. En la terapia, los afectados practican no ceder al impulso de controlar. Con el tiempo, se vuelven cada vez más seguros y la ansiedad disminuye.

¿Cómo se manifiesta una compulsión por controlar?

Los afectados temen que por su culpa se produzca una terrible catástrofe. Para evitar este desastre, revisan, por ejemplo, la placa de cocción una y otra vez. A menudo se dicen en voz alta: "La estufa está apagada". Pero nunca están del todo seguros. Tan pronto como se alejan de la estufa, resurgen pensamientos de miedo y tienen que revisar la estufa nuevamente.

Tienen una experiencia similar con grifos, lámparas y puertas. Salir de casa se convierte así en un tormento. Cuando logran salir por la puerta después de mucho ir y venir y quitan la llave, presionan la manija de la puerta varias veces más para asegurarse de que la puerta esté realmente cerrada. Algunos tienen que volver varias veces y comprobar todo de nuevo, otros no quieren salir de su apartamento porque tienen demasiado miedo.

Un temor común de quienes padecen compulsiones de control también es atropellar a alguien sin darse cuenta. Por lo tanto, recorren el mismo camino una y otra vez para asegurarse de que nadie ha resultado herido.

Las personas con compulsiones de control saben que su comportamiento es irracional, pero no pueden cambiarlo. Los actos de control se repiten a menudo hasta el agotamiento total.

¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo?

Sin embargo, esto por sí solo no es suficiente para desarrollar una compulsión de control. También deben intervenir otros factores, como experiencias infantiles traumáticas o un estilo de crianza desfavorable. La ansiedad generalizada juega un papel importante: las personas ansiosas tienden a tomarse muy en serio los pensamientos amenazantes. Quieren impedir a toda costa que los pensamientos se conviertan en realidad.

Los detalles sobre las causas, el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos obsesivo-compulsivos, como el trastorno de control compulsivo, se pueden encontrar en el artículo Trastorno obsesivo-compulsivo. Allí también podrás leer más sobre autoayuda para el trastorno obsesivo-compulsivo. En los grupos de autoayuda, por ejemplo, los miembros del grupo comparten experiencias y consejos para implementar cambios de comportamiento planificados.

¿Qué pruebas y diagnósticos están disponibles?

Una compulsión de control es una forma especial de trastorno obsesivo-compulsivo. Un terapeuta utiliza cuestionarios especiales para determinar si este es el caso. El diagnóstico es un primer paso importante para controlar la enfermedad y volver a afrontar la vida cotidiana.

¿Cuál es el curso de la enfermedad y su pronóstico?