Tifoidea: causas, síntomas, tratamiento

Fiebre tifoidea: descripción

La fiebre tifoidea es una enfermedad diarreica grave causada por bacterias. Los médicos distinguen entre fiebre tifoidea (tifus abdominal) y enfermedad similar a la tifoidea (fiebre paratifoidea). Cada año, alrededor de 22 millones de personas en todo el mundo contraen fiebre tifoidea; el número de muertes se estima en 200,000 por año. Los niños de entre cinco y doce años son los más afectados. Se estima que la fiebre paratifoidea causa 5.5 millones de casos al año.

Los casos de fiebre tifoidea en Alemania, Austria y Suiza suelen ser introducidos por los viajeros. En 2019 se registraron en Alemania 86 casos de tifoidea y 36 de paratifoidea. En Austria, el número total anual de casos es inferior a diez, y en Suiza, entre 20 y 50.

En los tres países existe la obligación de notificar la fiebre tifoidea o paratifoidea.

Fiebre tifoidea: síntomas

Los siguientes síntomas pueden ocurrir en la fiebre tifoidea y paratifoidea abdominal:

Fiebre tifoidea abdominal (tifus abdominalis).

Comienza con síntomas inespecíficos como sensación general de malestar, dolor de cabeza y en las extremidades, además de dolor abdominal y estreñimiento. La temperatura corporal aumenta lentamente. Si no se trata, puede aparecer fiebre alta de entre 39°C y 41°C en dos o tres días. La fiebre puede durar hasta tres semanas.

La fiebre tifoidea en toda regla (a partir de la tercera semana de enfermedad) se acompaña de un aumento de los síntomas generales, tos y diarrea tipo pulpa de guisante. Se puede agregar dolor muscular y (raramente) dolor en las articulaciones.

Enfermedad similar a la tifoidea (paratifoidea).

Cualquiera que haya sobrevivido a una infección paratifoidea es inmune durante aproximadamente un año. Sin embargo, si las personas afectadas se exponen a una dosis elevada del patógeno, se puede volver a perder la inmunidad.

Fiebre tifoidea: causas y factores de riesgo

Los agentes causantes de la fiebre tifoidea son las salmonelas. La tifoidea abdominal es causada por la bacteria Salmonella enterica typhi y la paratifoidea es causada por Salmonella enterica paratyphi. Estas bacterias se distribuyen por todo el mundo.

El tiempo entre la infección y la aparición de la enfermedad (período de incubación) es de aproximadamente 3 a 60 días para la fiebre tifoidea abdominal (generalmente de ocho a 14 días) y aproximadamente de uno a 10 días para la fiebre paratifoidea.

Fiebre tifoidea: exámenes y diagnóstico.

El diagnóstico de fiebre tifoidea comienza con una entrevista para obtener el historial médico del paciente. Una información especialmente importante para el médico es, por ejemplo, los viajes a regiones tifoideas o las estancias prolongadas del paciente en el extranjero.

Al principio, la fiebre tifoidea y paratifoidea a menudo se confunde con infecciones similares a la gripe. Los viajeros que regresan de los trópicos también corren el riesgo de confundirse con la malaria y otras enfermedades tropicales.

Cuando se examina la médula ósea, se puede detectar fiebre tifoidea o paratifoidea incluso después de que la enfermedad haya sanado.

Fiebre tifoidea: tratamiento

Un problema importante es que en las zonas tifoideas se desarrollan cada vez más gérmenes resistentes, contra los cuales los antibióticos habituales como el cotrimoxazol o la amoxicilina ya no son eficaces. Por ello, los expertos recomiendan probar la eficacia de los patógenos aislados antes del tratamiento.

Además de la terapia con antibióticos, también es muy importante una ingesta adecuada de líquidos: los pacientes con fiebre tifoidea deben beber muchos líquidos para compensar la pérdida de agua. También es necesario restablecer el equilibrio electrolítico (sales en sangre).

También es aconsejable la higiene para prevenir la infección de los contactos.

En pacientes con tifoidea y cálculos biliares, la bacteria tifoidea puede alojarse en la vesícula biliar. En tales casos, se debe considerar la extirpación de la vesícula biliar.

Fiebre tifoidea: curso de la enfermedad y pronóstico.

Con el tratamiento temprano con antibióticos, el pronóstico de la fiebre tifoidea y paratifoidea es muy bueno. La compensación de una gran pérdida de líquido también contribuye a una rápida recuperación. La mortalidad en los pacientes tratados es inferior al uno por ciento.

En pacientes con tifoidea y cálculos biliares, la bacteria tifoidea puede alojarse en la vesícula biliar. En tales casos, se debe considerar la extirpación de la vesícula biliar.

Fiebre tifoidea: curso de la enfermedad y pronóstico.

Con el tratamiento temprano con antibióticos, el pronóstico de la fiebre tifoidea y paratifoidea es muy bueno. La compensación de una gran pérdida de líquido también contribuye a una rápida recuperación. La mortalidad en los pacientes tratados es inferior al uno por ciento.

Además, evite los alimentos crudos o insuficientemente calentados. Esto incluye, por ejemplo, ensaladas de hojas y delicatessen, mariscos, frutas sin pelar o jugos: podrían estar contaminados con patógenos tifoideos o paratifoides. Lo mejor es seguir la regla: "¡Pélalo, cocínalo o olvídalo!". – “¡Pélalo, cocínalo o olvídalo!”.

Vacunación contra la fiebre tifoidea

Es posible vacunarse contra la fiebre tifoidea (tifus abdominal), pero no contra la paratifoidea, lo cual es especialmente recomendable antes de viajar a zonas de riesgo. Por un lado, existe una vacuna inactivada que se administra mediante inyección (una sola vez). Esta vacuna contra la fiebre tifoidea brinda protección durante aproximadamente dos o tres años.

Sin embargo, para ambos tipos de vacunación contra la fiebre tifoidea se aplica lo siguiente: no proporcionan una protección del 100 por ciento contra la fiebre tifoidea abdominal. A pesar de la vacunación, todavía puedes enfermarte. Sin embargo, el curso de la fiebre tifoidea suele ser más leve que sin vacunación.

Lea más sobre este tema en el artículo Vacunación contra la fiebre tifoidea.