Menisco: función, anatomía y enfermedades

¿Qué es el menisco?

El menisco es un cartílago plano de la articulación de la rodilla que se engrosa hacia el exterior. Cada rodilla contiene un menisco interno (menisco medial) y un menisco externo más pequeño (m. lateralis).

Los discos interarticulares, bastante apretados y resistentes a la presión, hechos de tejido conectivo y fibrocartílago, se pueden mover fácilmente. Debido a su forma de media luna, el fémur y la tibia se encuentran sólo en el centro de la articulación.

El movimiento inerva el menisco.

Con estos pequeños cambios de posición, los meniscos hacen que el líquido sinovial, tan importante para irrigar el cartílago, se distribuya y se mezcle. Dado que el menisco en los adultos sólo recibe sangre en sus zonas periféricas, la absorción directa de nutrientes o la liberación de productos de desecho sólo es posible allí. En el resto del menisco, esto debe ocurrir mediante presión y alivio de presión (difusión).

¿Cuál es la función del menisco?

Menos fricción

Debido a su superficie lisa, el cartílago básicamente reduce la fricción. El menisco hace lo mismo: asegura una menor fricción entre la cabeza de la articulación y la cavidad de la rodilla. De esta manera, el movimiento de deslizamiento del fémur sobre el hueso de la tibia es más suave.

Mejor distribución del peso y la presión.

Absorción de impacto

Los meniscos asumen aproximadamente un tercio de la carga transmitida a la articulación de la rodilla. Su naturaleza ajustada y resistente a la compresión (viscoelástica) los convierte en amortiguadores adecuados que amortiguan eficazmente los impactos al caminar, correr y saltar.

¿Dónde se encuentra el menisco?

Los dos discos de cartílago se encuentran en la articulación de la rodilla, entre el hueso del muslo (fémur) y la espinilla (tibia). Se encuentran sobre la meseta tibial como sobre una mesa y cubren alrededor del 70 por ciento de ella.

Los meniscos están rodeados de ligamentos y tendones. Sólo el menisco medial está fusionado al ligamento lateral. En la parte frontal, los dos meniscos están conectados por un fuerte ligamento de retención (género ligamentum transversum).

Los problemas de rodilla originados en los meniscos se manifiestan en forma de dolor o bloqueo de rodilla. O el disco de cartílago está atascado, desgarrado o degenerado. Los primeros signos de desgaste pueden manifestarse en forma de un quiste del tejido conectivo, el ganglio del menisco.

En casos raros, se producen neoplasias benignas o malignas en los discos cartilaginosos. A veces, los niños pueden tener meniscos malformados (meniscos del disco).

El problema de una lesión de menisco (como ocurre con cualquier cartílago) es que los amortiguadores sólo pueden regenerarse de forma limitada.