Distonía vegetativa: síntomas, tratamiento.

Breve descripción

  • Síntomas: Muchos síntomas diferentes; generalmente quejas sin una causa orgánica específica diagnosticable.
  • Tratamiento: Muchas molestias desaparecen por sí solas. En caso de molestias persistentes: Psicoterapia, actividad física como deporte, yoga o entrenamiento de relajación; en algunos casos medicación.
  • Causas y factores de riesgo: Interacción de circunstancias físicas, emocionales y sociales, causas psicosomáticas, estrés, duelo, miedos.
  • Diagnóstico: Examen físico, anamnesis de antecedentes médicos y circunstancias de vida; en determinadas circunstancias, exámenes específicos en función de las quejas
  • Pronóstico: Dependiendo de las circunstancias, generalmente mejora por sí sola, en otros casos terapia; Es posible una mejora espontánea en cualquier etapa.

¿Qué es la distonía vegetativa?

Una distonía vegetativa significa literalmente una “tensión mal regulada (distonía) del sistema nervioso vegetativo”. Este sistema coordina muchas funciones corporales importantes sobre las que difícilmente o nada se puede influir voluntariamente, como los latidos del corazón, la respiración o la digestión. Por lo tanto, bajo el término general de distonía vegetativa se pueden resumir diversos síntomas, desde molestias cardiovasculares y dolores de cabeza hasta manos temblorosas y diarrea.

Si los pacientes sufren permanentemente síntomas para los cuales no se pueden encontrar causas físicas, los médicos generalmente hablan de trastornos somatomorfos o síndromes funcionales.

Sin embargo, la distonía vegetativa no debe confundirse con la distonía: este es un término colectivo para diversos trastornos del movimiento, como una postura torcida de la cabeza o calambres en varias partes del cuerpo (por ejemplo, en el dedo, el llamado espasmo del músico). .

¿Qué es el sistema nervioso autónomo?

El término distonía vegetativa se refiere al sistema nervioso autónomo, llamado vegetativo. Este sistema controla todas las funciones automáticas del cuerpo: por ejemplo, regula la presión arterial, activa las glándulas sudoríparas y contrae las pupilas cuando hay mucha luz. Sin embargo, cuando una persona toma la decisión consciente de moverse o percibir algo, el sistema nervioso somático está activo. La mayoría de las veces, ambos sistemas trabajan en estrecha colaboración.

El sistema nervioso autónomo se divide en dos contrapartes funcionales:

  • Sistema nervioso simpático (sistema nervioso simpático)
  • Sistema nervioso parasimpático (parasimpático)

Las quejas dependen de si la relación de tensión se ha desplazado a favor del sistema nervioso simpático o parasimpático: las personas con una mayor actividad simpática (simpaticotonía) tienden a estar nerviosas, tienen palpitaciones, presión arterial elevada y diarrea. Si, por el contrario, el sistema nervioso parasimpático es dominante (vagotonía), es más probable que esto se asocie con presión arterial baja, manos y pies fríos, apatía y estreñimiento.

Sin embargo, la distonía vegetativa como diagnóstico es controvertida; Los críticos lo describen como un “diagnóstico de vergüenza” que se hace cuando el médico no encuentra otro consejo. Por regla general, los médicos clasifican estos trastornos físicos sin una causa orgánica identificable y diagnosticable como trastornos somatomorfos.

Los trastornos somatomorfos se consideran muy extendidos entre la población, pero a menudo las molestias desaparecen por sí solas.

¿Cómo se puede reconocer la distonía vegetativa?

Se puede asociar una variedad de síntomas muy diferentes con el término distonía vegetativa. Los síntomas suelen ser difíciles de clasificar.

Los posibles síntomas de la distonía vegetativa son:

  • Dolor de cabeza
  • Mareo
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Trastornos del sueño
  • Calambres
  • aumento de la sudoración
  • Aumento o disminución de la frecuencia del pulso.
  • ligero temblor de las manos
  • Hormigueo en las extremidades

Un ejemplo es el síndrome del corazón hipercinético, que se asocia con palpitaciones frecuentes y grandes fluctuaciones de la presión arterial. El síndrome del intestino irritable se refiere a trastornos digestivos crónicos, a menudo asociados con dolor abdominal y flatulencia. Una vejiga hiperactiva (vejiga irritable) a menudo provoca una necesidad constante de orinar y una micción frecuente.

Los complejos de síntomas de este tipo se denominan síndromes funcionales. A este complejo de temas también pertenecen los dolores crónicos de causa poco clara, como por ejemplo la fibromialgia. Sin embargo, no suelen clasificarse bajo el término distonía vegetativa.

En determinadas circunstancias, los ataques de pánico que aparecen esporádicamente y que a menudo no tienen una causa específica también se clasifican como distonía vegetativa. En este caso, es necesario aclarar si se trata de un trastorno de pánico con ataques recurrentes que pueda tratarse fácilmente.

¿Cómo se puede tratar la distonía vegetativa?

La mejor forma de tratar la distonía vegetativa depende de su desencadenante particular y de su gravedad. Si el diagnóstico físico no da resultados, los médicos suelen recomendar esperar y observar la evolución de los síntomas; los trastornos somatomorfos suelen desaparecer por sí solos al cabo de un tiempo.

Algunos psicoterapeutas se especializan en trastornos somatomorfos o distonía vegetativa. Con este apoyo, muchos pacientes aprenden a clasificar mejor sus quejas y a tratarlas en la vida cotidiana; esto sucede, por ejemplo, en el contexto de la terapia cognitivo-conductual.

Es particularmente útil analizar las razones y sentimientos detrás de los síntomas. Si los sentimientos estresantes como el estrés, la preocupación o la tristeza se pueden eliminar o afrontar de otra manera, los síntomas físicos suelen mejorar a largo plazo.

Muchos enfermos también están atrapados en una especie de “círculo vicioso de evitación”. Siguen evitando situaciones en las que sus síntomas se intensifican. Al final, intensifican el sufrimiento que trae consigo la distonía vegetativa. Un psicoterapeuta es una buena persona de contacto para superar este comportamiento.

El ejercicio físico, es decir, el deporte o los paseos, influye positivamente en algunos trastornos somatomorfos. A algunos pacientes les ayudan ejercicios de relajación como la relajación muscular progresiva, el entrenamiento autógeno, el tai chi o el yoga.

Algunos pacientes reciben ayuda de la homeopatía como método de curación alternativo. Sin embargo, la eficacia de la homeopatía en sí aún no ha sido demostrada científicamente.

¿Los medicamentos ayudan en la terapia?

Estos incluyen, por ejemplo, analgésicos y diversos antidepresivos modernos. El médico analiza detalladamente el procedimiento con el paciente y adapta la medicación a cada caso individual. Por regla general, el médico no trata la distonía vegetativa de forma permanente, sino sólo temporalmente con medicamentos.

Causas y factores de riesgo

La distonía vegetativa a menudo no tiene una causa claramente definible (los médicos a veces hablan de "idiopática"). No es raro que intervengan varias circunstancias físicas, psicológicas y sociales. Por tanto, es difícil encontrar un desencadenante concreto de la distonía vegetativa.

Si después de todos los exámenes médicos necesarios se puede excluir una causa puramente física y orgánica de los síntomas respectivos, el médico considera una causa psicosomática. El cuerpo y la psique están en constante interacción entre sí. Por eso, no es raro que un estrés mental severo afecte a diversas funciones corporales.

Los cambios hormonales, por ejemplo debidos a la menopausia o al embarazo, también son posibles desencadenantes de molestias físicas poco claras, que el médico diagnostica como distonía vegetativa o trastorno somatomorfo.

¡Esto no significa que las quejas correspondientes sean imaginarias o “no reales”! La distonía vegetativa a menudo trae síntomas en parte aterradores (como palpitaciones) y representa una gran carga a largo plazo. Por lo tanto, los trastornos somatomorfos deben tomarse tan en serio como aquellos que tienen claramente causas físicas. Ambos requieren un diagnóstico cuidadoso y, si los síntomas no desaparecen por sí solos, tratamiento.

Exámenes y diagnóstico

La distonía vegetativa no es un diagnóstico en el sentido de una enfermedad específica, sino que abarca una condición atípica en la que varias funciones del sistema nervioso autónomo están claramente alteradas.

Primero, el médico pregunta sobre el historial médico del paciente (anamnesis). Pregunta qué enfermedades previas tiene, si el paciente está tomando medicamentos, cuánto tiempo llevan presentes los síntomas, en qué situaciones ocurren y si hay algún otro síntoma que pueda causar angustia. La situación vital del paciente y el consumo de alcohol y drogas también suelen aportar información importante.

  • Un examen físico ya proporciona información sobre algunos síntomas. En un paciente con problemas gastrointestinales frecuentes, por ejemplo, el médico palpa la pared abdominal. Si hay molestias en la zona del corazón, escucha los ruidos cardíacos con un estetoscopio.
  • Una medición del pulso y la presión arterial es especialmente informativa en caso de problemas circulatorios. Las fluctuaciones durante el día pueden ser controladas por el propio paciente, si es necesario, con un tensiómetro manual.
  • Con un análisis de sangre se puede comprobar, por ejemplo, si se están produciendo procesos inflamatorios en el cuerpo, si existen diversas deficiencias de nutrientes o si hay un exceso o una deficiencia de determinadas hormonas. De esta forma se pueden descartar posibles causas físicas como una disfunción tiroidea o una deficiencia de hierro.
  • Si aún no se puede descartar una enfermedad física y los síntomas persisten durante mucho tiempo, se realizan exámenes especiales en función de los síntomas. Los ejemplos incluyen una electrocardiografía (ECG), un examen de heces u orina y procedimientos de imágenes como ultrasonido y exámenes de rayos X. Sin embargo, el médico suele intentar evitar exámenes innecesarios y posiblemente estresantes.

No existe una prueba específica para la distonía vegetativa debido a la variedad de posibles síntomas.

Evolución y pronóstico

La forma en que progresa la distonía vegetativa depende de una variedad de circunstancias. Como regla general, el pronóstico es bueno. La distonía vegetativa no limita la esperanza de vida. En el 50 al 75 por ciento de los casos, los trastornos somatomorfos tienen un curso leve y los síntomas mejoran con el tiempo.

El pronóstico es peor para los pacientes con una visión muy ansiosa y negativa de sus síntomas, un fuerte comportamiento de evitación y enfermedades mentales paralelas (como depresión o trastornos de ansiedad). Esto también se aplica a los trastornos psicosociales graves que no pueden resolverse.

Asimismo, parece tener un efecto negativo en el curso si el afectado está sin trabajo durante más de un mes o se aleja de amigos y familiares.

La distonía vegetativa con un “curso severo” significa que los síntomas se vuelven más severos con el tiempo y son permanentes (cronificación). Sin embargo, esto no significa que los síntomas persistirán para siempre sólo porque no puedan tratarse con éxito inicialmente. Siempre existe la posibilidad de que la distonía vegetativa retroceda por sí sola.