Rosácea: reconocimiento y tratamiento del rinofima

¿Qué es un rinofima?

Un rinofima es un cambio cutáneo tuberoso y benigno de la nariz, que puede ocurrir en la forma grave de la enfermedad de la piel rosácea, la llamada rosácea fimatosa.

En el caso de la rosácea (también: rosácea), la piel del rostro está básicamente sujeta a una inflamación continua y progresiva. Las mejillas, la nariz, el mentón y la frente son las más afectadas.

Al principio, la enfermedad se manifiesta en forma de enrojecimiento persistente. Posteriormente, a menudo se forman pequeños nódulos (pápulas) e incluso ampollas llenas de pus (pústulas). Si durante esto el tejido conectivo y las glándulas sebáceas también aumentan excesivamente (hiperplasia), se desarrolla el cuadro de crecimientos cutáneos irregulares, el llamado fimo.

Dependiendo de dónde se produzcan estas fimas, se nombran de forma más específica. Por ejemplo, se llaman gnatofima en el mentón, metofima en la frente y otofima en la oreja. Sin embargo, la localización más común de los crecimientos bulbosos es, con diferencia, la nariz, donde se denominan rinofima.

¿Cómo se reconoce un rinofima?

El rinofima se puede reconocer fácilmente por los típicos engrosamientos bulbosos de la piel. Las áreas de piel afectadas a menudo adquieren un color rojizo azulado debido a cambios vasculares subyacentes.

Formas de rinofima

Hay tres formas principales de rinofima:

  • Rinofima glandular: en este caso, en particular, las glándulas sebáceas aumentan de tamaño y sus aberturas se ensanchan. Debido a que también aumenta la producción de sebo, la piel de la nariz bulbosa también es muy grasa.
  • Rinofima fibrosa: en esta forma, principalmente se aumenta el tejido conectivo.
  • Rinofima fibroangiomatosa: además del aumento del tejido conectivo, aquí se destacan la dilatación vascular (angiectasia) y la inflamación. La nariz suele tener un color cobrizo o rojo oscuro y suele estar cubierta de numerosas pústulas.

Las formas individuales no siempre pueden distinguirse claramente unas de otras: las transiciones son fluidas.

¿Cual es la causa?

Una "nariz bulbosa" es una posible manifestación de la forma grave de rosácea. Las causas de la rosácea no se comprenden completamente. Se supone que deben confluir diferentes factores para que se desarrolle un rinofima.

Según los conocimientos científicos actuales, ciertos genes en interacción con otros factores provocan una vasodilatación superficial no regulada, edema e inflamación persistente, lo que se denomina rosácea.

Aunque las mujeres tienen un poco más de probabilidades de verse afectadas por la rosácea, la rinofima es de cinco a 30 veces más común en los hombres, según el estudio, generalmente en la cuarta o quinta década de la vida. No está claro por qué el rinofima se desarrolla principalmente en hombres. Los expertos vuelven a sospechar que hay causas genéticas o hormonas masculinas como factores subyacentes.

En el pasado se creía erróneamente que el consumo excesivo de alcohol era el desencadenante de la rinofima. Por eso, a veces se la llamaba “nariz de borracho”. Sin embargo, tal conexión no ha sido confirmada científicamente. Aunque el alcohol se considera un factor de riesgo de rosácea, no es un desencadenante explícito de rinofima.

Tratamiento

Antes de tratar de otra manera estas consecuencias particulares de la rosácea en la nariz, se suelen utilizar diversos medicamentos. En el tratamiento de la rosácea se utilizan habitualmente preparados adecuados (especialmente ácido azelaico y antibióticos como metronidazol).

En ocasiones, la isotretinoína también es adecuada para el tratamiento del rinofima en casos leves.

Los medicamentos ralentizan los cambios inflamatorios y reducen el tamaño del rinofima en algunos casos, pero el tratamiento suele durar varios meses o años y no se garantiza la regresión completa de la "nariz bulbosa".

  • Dermoabrasión: bajo anestesia, se raspa la capa superior de la piel con un tipo de fresadora. Luego se aplica un ungüento especial para acelerar la cicatrización de la herida. Después de unos diez días, la costra resultante se cae.
  • Dermashaving: Este procedimiento es similar a la dermoabrasión, pero en lugar de un molino, se utiliza el bisturí.
  • Procedimiento con láser: Con la ayuda de un láser de alta energía, se eliminan las zonas superficiales de la piel de la nariz con rosácea.
  • Electrocirugía: Aquí los crecimientos se eliminan con un lazo eléctrico.
  • Criocirugía: El exceso de tejido del rinofima se destruye con la ayuda de nitrógeno líquido.

Si bien en el pasado se extirpaban secciones enteras de la nariz, los procedimientos quirúrgicos actuales son mucho más suaves. Los crecimientos de tejido conectivo y glándulas sebáceas se eliminan capa por capa. En el proceso, el cirujano intenta restaurar la forma original de la nariz. Las complicaciones como cicatrices graves o muerte de partes del cartílago (necrosis del cartílago) ocurren sólo en raras ocasiones.

Como ocurre generalmente con la rosácea, es aconsejable evitar todos los factores que desencadenan un brote de la enfermedad y posiblemente agravan los síntomas, incluidas las especias picantes, el alcohol y la fuerte radiación ultravioleta. Lea más en el artículo principal Rosácea.

Posibles complicaciones

El problema real surge del elevado estrés psicológico que sufren muchos de los afectados. Un rinofima pronunciado puede literalmente desfigurar una cara.

Además, a menudo surgen acusaciones injustificadas de alcoholismo por parte de otros pacientes que siguen pensando erróneamente que el rinofima es una “nariz de borracho”. Los pacientes suelen retirarse entonces de su entorno social, lo que perjudica gravemente su calidad de vida.

Aún no está claro si el rinofima promueve el desarrollo de cáncer de piel. Sin embargo, existe el riesgo de que los crecimientos cancerosos queden ocultos por los crecimientos bulbosos y luego solo se detecten en una etapa tardía. Por tanto, es aconsejable realizar exámenes periódicos y precisos.

Pronóstico

Gracias a los modernos métodos de tratamiento (especialmente en el campo quirúrgico), hoy en día se consiguen buenos resultados ópticos en la mayoría de los casos.

Sin embargo, se necesita algo de paciencia, ya que después de la cirugía la zona de la nariz aún puede estar hinchada y cubierta de costras. Incluso si esta costra se cae después de unos días, en algunos casos la piel permanece enrojecida hasta doce semanas. Además, la piel de las zonas operadas es inicialmente más fina que el resto de la piel del rostro.

En definitiva, las opciones de tratamiento actuales pueden mejorar significativamente la calidad de vida de los afectados.