Mobbing en el lugar de trabajo | Mobbing

Mobbing en el lugar de trabajo

Bullying en el lugar de trabajo puede ocurrir en todos los niveles. Sin embargo, en el caso de bullying, una de las personas es siempre la víctima, que es inferior a la otra oa las otras personas. Esto puede ser físico y / o psicológico.

Particularmente difícil con el acoso entre adultos es que las víctimas del acoso por lo general no se atreven a contarle a nadie sobre el acoso porque se sienten “débiles” y no quieren admitir esta debilidad. Desafortunadamente, los afectados a menudo no pueden encontrar a una persona que perciba el sufrimiento en consecuencia y se lo tome en serio. Cuanto mejor se capacite a los líderes en particular con respecto al acoso, mejor se podrá contrarrestar este problema.

Sería importante que una persona externa pueda intervenir de manera mediadora, o que el interesado tenga a alguien en quien confiar. Muchas grandes empresas incluso tienen mobbing oficiales que están especialmente capacitados y que luego pueden intervenir en calidad de mediadores y asesores. Es importante que se tenga en cuenta el bienestar de los empleados, que los conflictos se aborden de forma abierta y constructiva y que desde el principio se contrarresten en la medida de lo posible para prevenir el bullying.

Bullying en el lugar de trabajo puede variar desde el aislamiento social hasta la violencia. La víctima suele ser excluida sistemáticamente durante las excursiones, los descansos y las reuniones después del trabajo. El mobbing también puede incluir ataques verbales, por ejemplo, cuando la víctima es insultada.

También existe la posibilidad de que se digan falsedades sobre la víctima, lo que, por supuesto, puede conducir a complicaciones sociales. Es importante distinguir que una pelea única o, a veces, una mala palabra no significa que alguien sea acosado. El mobbing se extiende más bien a lo largo de un período de tiempo más largo y consta de diferentes fases.

El acoso por parte del jefe pone al interesado en una situación particularmente difícil, ya que no puede defenderse tan fácilmente por miedo a perder su trabajo. Con frecuencia también los colegas son parte del problema, al ofrecer una audiencia al superior o incluso participar activamente en el acoso, la persona involucrada a menudo carece de una persona de contacto. Sin embargo, el superior se hace responsable de la persecución por su comportamiento y puede ser llamado a rendir cuentas.

Sin embargo, primero se debe buscar la discusión con el jefe y abordar el problema, a fin de despejar posibles malentendidos del camino. También el preocupante debe intentar mostrar cierta indiferencia y tranquilidad frente al jefe y quitarle así la diversión al acoso. Pero si todo esto no sirve de nada, la persona interesada debe acudir a una autoridad superior, por ejemplo, el consejo de personal.

Es útil poder mostrar evidencia del acoso, como correos electrónicos o declaraciones de testigos. En última instancia, el jefe incluso podría ser acusado, pero una disputa legal de este tipo requiere mucho dinero y tiempo. No obstante, la reevaluación legal puede ser aconsejable, entre otras cosas por motivos de indemnización, si el interesado padece salud problemas debido al acoso escolar.