“Terapia con muérdago: De todas las terapias complementarias contra el cáncer, la terapia con muérdago es la más utilizada. Sin embargo, su eficacia sigue siendo controvertida. Según los fabricantes, los preparados de muérdago deberían mejorar el bienestar físico y mental de los pacientes con cáncer, fortalecer sus defensas inmunitarias, estimular su apetito, aliviar el dolor o incluso inhibir el crecimiento de tumores y prevenir las recaídas.
“Homeopatía: Los remedios homeopáticos están destinados a aliviar los síntomas de agotamiento y alteraciones del sueño, por ejemplo, y a disipar las náuseas (provocadas por la quimioterapia, por ejemplo) y los dolores de cabeza. Por ejemplo, se utilizan Nux vomica C30 (para las náuseas del estómago, dolor de cabeza y cuello) y Cocculus C30 (para las náuseas, vómitos, debilidad e insomnio). Los homeópatas ajustan la elección de los preparados individualmente al paciente.
¿Qué ayuda y cuándo se vuelve riesgoso?
Una enfermedad de cáncer es muy estresante, tanto mental como físicamente. En este caso, pueden resultar útiles ofertas alternativas para tratar los síntomas y efectos secundarios de las terapias médicas convencionales.
No se ha demostrado que algunos métodos sean específicamente efectivos. Sin embargo, estos también podrían tener un efecto significativo, al menos a través del efecto placebo.
Sin embargo, también hay muchos proveedores dudosos que se aprovechan de la difícil situación de los pacientes con cáncer. Por lo general, no sólo son muy caros y no aportan los beneficios prometidos, sino que, en el peor de los casos, también pueden reducir la eficacia del tratamiento médico convencional o incluso causar daños masivos. Por lo tanto, asegúrese de hablar con sus médicos tratantes si desea utilizar un tratamiento de medicina complementaria.
