Hongo de la mano | Hongos de la piel

Hongo de mano

Los hongos en las manos son una enfermedad local de la piel que solo afecta a las manos. Al igual que el pie de atleta, la enfermedad es causada por una infección por hongos filamentosos, los llamados dermatofitos, que prefieren asentarse en la palma de la mano y los espacios entre los dedos y continuar multiplicándose allí. La transmisión de los componentes fúngicos se produce a través de frotis o infecciones de contacto y, a menudo, va acompañada de un pie o hongo de uñas.

Para contrarrestar la picazón de un hongos en los pies y para obtener alivio, se rasca la zona afectada. Si no se limpia las manos lo suficiente después, los componentes fúngicos que se depositan en las manos pueden infectar las áreas dañadas de la mano y extenderse más. Un simple apretón de manos cortés es suficiente para transferir los componentes fúngicos infecciosos a otra persona.

En la mayoría de los casos, una enfermedad fúngica comienza muy lenta e insidiosamente en la mano. Especialmente en los espacios entre los dedos uno comienza a sudar fácilmente y allí se genera mucho calor por fricción. Estas condiciones ofrecen a los hongos un ambiente óptimo para asentarse y multiplicarse.

Al principio, la piel comienza a picar y se enrojece. En el transcurso del tiempo escamas de piel se pueden aflojar y pueden formarse pequeñas grietas, que pueden ir acompañadas de una sensación de tensión y dolor y dan lugar a una movilidad limitada de la mano. Pequeñas grietas en la piel proporcionan un punto de entrada para otras bacterias fotosintéticas y los gérmenes, que puede causar infecciones e inflamación adicionales.

En algunas formas de hongos en las manos, se forman vesículas llenas de líquido que se asientan en toda la palma de la mano y en el área de las yemas de los dedos y liberan una secreción infecciosa cuando estallan. Para tratar eficazmente la enfermedad fúngica de las manos, se deben usar ungüentos que ataquen y maten los componentes fúngicos infecciosos, así como que cuiden y reparen la piel dañada en el área de las manos. También la fuerte picazón se alivia con las sustancias utilizadas.

Una vez que la enfermedad micótica haya sanado, el tratamiento debe continuarse durante otras 3 a 4 semanas para prevenir una nueva infección. Para reducir el riesgo de enfermedad fúngica de las manos, es necesario prestar atención a la higiene minuciosa de las manos y cuidar la piel lo suficiente. Para no irritar y tensar demasiado la piel y así evitar posibles puertos de entrada de más patógenos, se recomienda utilizar jabones suaves y de pH neutro. Mediante el uso de cremas para el cuidado de la piel, la piel queda suficientemente hidratada y, además, despliegan un componente graso. Esto ayuda a regenerar y cuidar la piel dañada.