Diagnóstico | Nistagmo

Diagnóstico

Hay varias pruebas para probar el Nistagmo, que generalmente son realizados por un otorrinolaringólogo. Primero, se coloca al paciente en una silla giratoria, que luego se acelera. Esto da como resultado un ojo que late lentamente Nistagmo, primero contra el sentido de giro, seguido de un rápido movimiento de retorno en el sentido de giro.

Con esta acción, el cuerpo intenta producir una imagen en la retina lo más completa posible, como cuando se fija el entorno desde un tren en movimiento. Si la silla giratoria está ahora detenida, la dirección del Nistagmo cambios. Esto se debe principalmente a la inercia de la endolinfa en el órgano del equilibrio, que es responsable de la equilibrar.

Este nistagmo también se puede observar en una persona sana y se puede visualizar con el llamado Frenzel gafas. Estos especiales gafas, que se colocan sobre el paciente, permiten una representación exacta de los movimientos oculares mediante una refracción muy fuerte de los ojos. Por lo tanto, incluso un nistagmo de latido muy fino estará bien representado por estos gafas.

Para evitar que el examinado fije un punto a través de los anteojos, una lámpara deslumbrante le impide hacerlo. La prueba calórica es otra posibilidad para probar el nistagmo. Aquí, el paciente recibe agua fría con una temperatura de aprox.

25 grados o agua tibia con una temperatura de aprox. 40 grados en el exterior canal auditivo. Esto provoca una irritación del órgano vestibular y desencadena un nistagmo.

La cerebro Se simula una rotación por este cambio de temperatura, que inmediatamente conduce a un nistagmo de sacudida por el reflejo vestibulo-ocular (VOR). Aún se desconoce en gran medida por qué esta diferencia de temperatura conduce a la activación de un nistagmo. En el espacio, se han realizado numerosos intentos para averiguarlo, excluyendo la fuerza gravitacional de la Tierra.

Síntomas

Para la persona en la que se desencadena un nistagmo, inicialmente no hay síntomas si se trata de un nistagmo fisiológico. En general, un nistagmo pasa completamente desapercibido y está incrustado en situaciones cotidianas en las que se fijan determinados puntos. Sin embargo, tan pronto como el nistagmo no sea fisiológico sino patológico, pueden aparecer síntomas de moderados a graves.

En el caso de nistagmo no fisiológico, se simula un movimiento de rotación, que es registrado por el cerebro. Esto provoca mareos intensos, que suele ser el primer síntoma de un nistagmo patológico. El mareo suele ser de naturaleza giratoria.

En el caso de mareos muy intensos, el paciente también puede sufrir alteraciones graves del equilibrar que llevan al punto en que él o ella ya no puede pararse sobre sus propias piernas. Además, un síntoma frecuente que acompaña a los mareos intensos también es grave. náusea, que puede conducir a vómitos. Los pacientes con nistagmo patológico se encuentran en muy mal estado de salud y necesitan urgentemente ayuda diagnóstica y terapéutica.