Diagnóstico | Estenosis pilórica en el bebé

Diagnóstico

Los síntomas clínicos proporcionan los primeros indicios decisivos de la presencia de estenosis pilórica. Sin embargo, para diagnosticar con certeza la estenosis pilórica, ultrasonido examen y un sangre Se requieren pruebas de gas. Sangre El análisis de gases generalmente muestra evidencia de una pérdida significativa de líquido, así como un cambio en las sales sanguíneas en forma de una disminución en potasio (Hipopotasemia), una disminución del cloruro y un aumento del pH al rango básico (alcalosis).

Si no se puede hacer un diagnóstico claro ecográficamente, se puede demostrar de manera confiable o incluso excluir un paso de alimentos ausente o retrasado por medio de un Rayos X imagen con medio de contraste de la parte superior estómago y tracto intestinal. La ecografía es el método de elección para el diagnóstico confiable de estenosis pilórica en bebés. Por medio de ultrasonido, los estómago En la mayoría de los casos, puede mostrarse claramente lleno de líquido y con una mayor actividad de los músculos en la parte superior derecha del abdomen. Además, un transporte reducido o completamente ausente de estómago se puede mostrar el contenido a través del portero. Como criterio de seguridad, se puede medir un canal pilórico extendido de más de 17 mm y un engrosamiento de la musculatura de más de 3 mm en ultrasonido.

Síntomas asociados

La estenosis pilórica puede ir acompañada de una variedad de síntomas acompañantes. No obstante, existen algunos síntomas a los que conviene prestar especial atención, ya que hacen muy probable la presencia de una estenosis pilórica. Un rasgo característico es la aparición de vómitos, que se establece entre 10 y 20 minutos después de una comida.

El niño vomita en breves intervalos de tiempo sucesivos de manera torrencial y en una cantidad particularmente grande. El vómito tiene un ácido olor y en algunos casos puede contener pequeñas sangre filamentos debido a la irritación del revestimiento del estómago y las membranas mucosas de la parte superior tracto digestivo. También hay una notable pérdida de peso.

Cuando se mira al bebé externamente, a veces la puerta del estómago se puede ver o palpar como una estructura redondeada del tamaño de una aceituna en la parte superior derecha del abdomen. Además, el aumento del movimiento de los músculos del estómago a menudo es visible como un movimiento ondulante de la piel del estómago. Debido a la pérdida de líquido resultante, la piel de los bebés afectados parece seca y presenta signos típicos de deshidratación tales como una fontanela hundida, ojeras profundas debajo de los ojos o pliegues cutáneos erguidos son visibles. Además, debido a la falta de líquido, los bebés producen significativamente menos orina y a menudo están muy inquietos y beben con especial avidez. Mediante vómitos, los bebés pierden no solo el líquido sino también el jugo gástrico ácido, lo que provoca un cambio del valor de PH al rango alcalino (alcalosis).