Diagnósticos | Enfermedad mental

Diagnóstico

El diagnóstico de los trastornos mentales se basa en dos pilares: puede ser difícil asignar síntomas individuales a cuadros clínicos específicos, sobre todo debido a las áreas superpuestas entre los trastornos mentales individuales. Una "herramienta" importante para asignar y resumir patrones de síntomas son, por lo tanto, los llamados "manuales de clasificación" de World Salud Organización y la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (ICD o DSM). Estos establecen criterios para hacer un diagnóstico de un trastorno mental en particular, como el tipo y la duración de la anomalía o la combinación con otros síntomas.

Esta clasificación objetiva el diagnóstico y ayuda a diferenciar los diagnósticos diferenciales.

  • Un examen y un interrogatorio somáticos (= físicos) concienzudos realizados inicialmente sirven para excluir las enfermedades físicas como base del trastorno mental. Sangre Las pruebas proporcionan información, por ejemplo, sobre trastornos metabólicos subyacentes, mientras que los diagnósticos por imágenes (tomografía por resonancia magnética o computadora) revelan infecciones o procesos de encogimiento en el cerebro.
  • El otro componente esencial del diagnóstico es la anamnesis psiquiátrica (recopilación de la historial médico con énfasis en la psique del paciente). Esto incluye el cuestionamiento extenso de la historia de vida del paciente, preguntas sobre rasgos de carácter, actitudes y sentimientos, así como la observación del comportamiento del paciente en una conversación con el objetivo de capturar su personalidad de la manera más completa posible. Este tipo de anamnesis debe realizarse con mucho cuidado, requiere mucho tiempo y en ocasiones puede ser una gran carga tanto para el examinador como para el paciente.

Terapia

Si el trastorno mental se basa en una enfermedad física, la terapia de esta enfermedad suele ser decisiva y ya puede conducir al éxito. En la terapia de trastornos psicológicos no físicos, se utilizan varios métodos de terapia psicoterapéutica y farmacológica, solos o en combinación. Los métodos psicoterapéuticos (por ejemplo, psicoanálisis, terapia conductual o gestalt) que se eligen dependen del tipo de trastorno a tratar y, por último, pero no menos importante, de la experiencia y calificación del terapeuta.

Se dispone de una gran cantidad de sustancias activas específicas y altamente efectivas para la terapia medicinal de los trastornos mentales, que en su mayor parte alivian los síntomas del trastorno respectivo al influir en la sustancia mensajera. equilibrar existentes cerebro. Desafortunadamente, estos medicamentos a menudo tienen efectos secundarios importantes como somnolencia, falta de sensación o aumento de peso, por lo que la terapia con medicamentos exige una gran consistencia por parte de los pacientes y definitivamente debe ser monitoreada por terapeutas experimentados. Dependiendo de la gravedad de los síntomas, el apoyo psicosocial puede ayudar a los pacientes a sobrellevar la vida cotidiana.