Obesidad infantil: terapia y causas

Breve descripción

  • Tratamiento: cambios en la dieta y programa de ejercicios, por ejemplo como parte de una terapia nutricional y conductual, o medicación en caso de obesidad grave.
  • Diagnóstico: Determinación del valor y percentil del IMC, así como de la circunferencia cintura-cadera, exámenes físicos, ecografías y análisis de sangre si es necesario, diagnóstico conductual.
  • Causas: Dieta excesiva y poco saludable, falta de ejercicio, predisposición genética, factores psicosociales, trastornos tiroideos y suprarrenales, medicamentos.
  • Síntomas: Reducción de la capacidad de recuperación, aumento de la sudoración, dolor en las articulaciones y la espalda, alteraciones del sueño, dificultad para respirar hasta dificultad para respirar, aislamiento social (las personas afectadas se retiran)
  • Evolución y pronóstico: La obesidad favorece el desarrollo de enfermedades secundarias como enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, diabetes mellitus y enfermedades mentales, y reduce la esperanza de vida de los afectados.

El sobrepeso en los niños es muy común

En los países industrializados, cada vez más personas padecen obesidad. Los niños también se ven afectados por esto. El estudio sobre la salud de niños y adolescentes (KiGGS) del Instituto Robert Koch (RKI) encontró que entre el 20 y el 12.5 por ciento de los niños y adolescentes en Alemania tienen sobrepeso. Entre los tres y los diez años, la cifra ronda el 18 por ciento y llega al 17 por ciento entre los once y los XNUMX años. Entre el tres y el seis por ciento de los niños y adolescentes tienen un sobrepeso grave (obesidad). Los resultados muestran que la incidencia de sobrepeso aumenta con la edad de los niños. No existen diferencias significativas entre los sexos. Lo positivo es que en los últimos diez años no ha habido ningún aumento en el número de casos en Alemania.

¿Qué hacer con los niños con sobrepeso?

El tratamiento de los niños con sobrepeso depende de la magnitud del exceso de grasa, de las enfermedades concomitantes y de la edad de la persona afectada: los niños con sobrepeso de entre dos y seis años a veces lo superan con el tiempo. Por este motivo, los médicos aquí recomiendan mantener el peso lo máximo posible con una dieta sana y equilibrada y mucho ejercicio. De esta manera, existe la posibilidad de que los niños "eliminen" los depósitos de grasa a medida que crecen.

Si los niños de entre dos y seis años padecen obesidad (sobrepeso grave) sin enfermedades concomitantes, los expertos también recomiendan mantener el peso lo máximo posible. Debido a las enfermedades secundarias que provoca la obesidad severa, una reducción de peso es más favorable a largo plazo.

En caso de obesidad en este grupo de edad, siempre se debe intentar perder peso, independientemente de si existen enfermedades concomitantes o no.

¿Cómo es el tratamiento?

El tratamiento de la obesidad infantil suele seguir un enfoque multidisciplinar que incluye asesoramiento y cambios dietéticos, ejercicio y práctica regular de deporte y apoyo psicológico si es necesario. En ciertos casos de obesidad infantil grave, el tratamiento hospitalario a veces es apropiado como parte de un programa de tratamiento a largo plazo.

Cambios dietéticos

Para tratar la obesidad infantil es necesaria una dieta equilibrada con comidas regulares. Un método posible es el concepto de la llamada “Dieta Mixta Optimizada” desarrollado por el Instituto de Investigación en Nutrición Infantil (FKE) para niños y adolescentes de entre uno y 18 años. Según esto, el menú se compone de la siguiente manera:

  • Moderado: alimentos de origen animal (leche, productos lácteos, carne, embutidos, huevos, pescado)
  • Con moderación: alimentos ricos en grasas y azúcares (grasas para cocinar, dulces, snacks)

El Centro Federal Alemán de Educación para la Salud (BZgA) hace sugerencias similares, pero profundiza en el proceso y el papel de los padres en la planificación de las comidas. La BZgA aconseja:

  • Comer regularmente, juntos y sin ser molestados (p. ej., no frente al televisor)
  • Haga que las comidas sean variadas (muchos alimentos de origen vegetal y moderadamente de origen animal, así como alimentos ricos en grasas y azúcares, muchos líquidos)
  • Observe el tamaño de las porciones (p. ej., la cantidad de verduras cabe en dos palmas, la cantidad de fruta, carne y pan, más bien en una palma)
  • Come sólo hasta llenarte (no vacíes tu plato cuando estés lleno)
  • No uses la comida como recompensa.
  • Acordar reglas de comportamiento.

programa de actividad fisica

La actividad física regular es fundamental para combatir la obesidad infantil. Son especialmente adecuados los deportes de resistencia como la natación, el ciclismo y el baile. Sin embargo, muchos niños y adolescentes no están lo suficientemente motivados para seguir adelante por sí solos con su programa deportivo. En este caso se recomiendan los grupos deportivos: Quienes pedalean o chapotean en el agua junto con otras personas con sobrepeso suelen divertirse mucho más.

Los niños con sobrepeso también deberían hacer mucho ejercicio en la vida cotidiana, por ejemplo, subiendo las escaleras en lugar del ascensor y utilizando la bicicleta o sus propios pies para ir a la escuela en lugar de ir en coche o autobús.

ayuda terapéutica

Otras formas de terapia

Si la obesidad (sobrepeso grave) en niños no puede tratarse con éxito con medidas terapéuticas convencionales o si existen enfermedades concomitantes graves, se deben considerar otras formas de terapia. Estos incluyen dietas con fórmula y medicamentos para ayudar a perder peso. La decisión debe ser tomada por un terapeuta que tenga experiencia en el campo de la obesidad infantil y adolescente.

¿En qué momento un niño tiene sobrepeso?

¿Cuánto peso es demasiado?

Sin embargo, el sobrepeso en los niños no es tan fácil de determinar como en los adultos.

Al igual que en los adultos, el pediatra determina en primer lugar el índice de masa corporal (IMC), es decir, la relación entre el peso corporal (en kilogramos) y el cuadrado de la altura corporal (en metros cuadrados). Luego compara el valor calculado con los valores de las curvas de crecimiento específicas por sexo y edad (curvas percentiles). Los médicos también se refieren al valor como percentiles del IMC. Esto permite evaluar si el IMC de un niño indica sobrepeso o incluso obesidad.

En consecuencia, el sobrepeso está presente en niños y adolescentes si el IMC calculado está por encima del percentil 90 específico para la edad y el sexo (el percentil 90 significa que el 90 por ciento de todos los niños del mismo sexo y edad tienen un IMC más bajo).

En consecuencia, la tabla de IMC para niños y adolescentes queda de la siguiente manera:

Sobrepeso: percentiles de IMC > 90 – 97

Obesidad: percentiles de IMC > 97 – 99.5

Obesidad extrema: percentiles de IMC > 99.5

Esto suele ir seguido de un examen físico. Incluye, entre otras cosas, la medición de la presión arterial y la medición de la altura y el peso del niño. En los adolescentes, el pediatra también determina la relación entre la circunferencia de la cadera y la cintura para determinar la distribución de la grasa corporal. En base a esta distribución, los médicos distinguen entre dos tipos:

  • Tipo de Android: bolsas de grasa principalmente en el tronco del cuerpo.
  • Tipo ginoide: bolsas de grasa principalmente en las nalgas y los muslos.

Exámenes adicionales

En algunos casos, enfermedades subyacentes como el hipotiroidismo también provocan sobrepeso en los niños. Por lo tanto, en casos sospechosos, el pediatra aclara dichas enfermedades causales mediante métodos adicionales, como análisis de sangre.

Si los niños padecen obesidad (es decir, sobrepeso grave), los médicos recomiendan diagnósticos psicológicos, psicosociales y conductuales adicionales. Es posible que la persona afectada padezca una enfermedad psiquiátrica subyacente grave (como depresión, trastorno alimentario). A veces también se producen tensiones psicosociales graves, como trastornos del comportamiento y del desarrollo o situaciones de estrés extremo en la familia. Es importante aclarar y considerar estos factores al elegir una forma de terapia.

¿Cuáles son las causas de la obesidad?

El sobrepeso en los niños tiene varias causas, que suelen presentarse combinadas. Por ejemplo, las condiciones biológicas o físicas, así como los factores ambientales y psicosociales influyen en el comportamiento alimentario y, por tanto, en el riesgo de obesidad.

Herencia

Porciones grandes durante el embarazo

Si las mujeres embarazadas comen regularmente “por dos”, hacen poco ejercicio y aumentan mucho de peso o incluso desarrollan diabetes gestacional, el riesgo de que el niño desarrolle obesidad posteriormente aumenta.

Fumar

Los expertos observan con mayor frecuencia que la obesidad ocurre a menudo en niños cuyos padres (especialmente las madres) fumaron durante el embarazo. Además, el tabaquismo activo y pasivo durante el embarazo plantea otros riesgos para la salud de los hijos, como el aborto espontáneo y el síndrome de muerte súbita del lactante.

Dieta desfavorable

La dieta tiene un impacto importante en el desarrollo de la obesidad infantil, desde el nacimiento. Por ejemplo, los estudios muestran que los niños amamantados no tienen tantas probabilidades de tener sobrepeso como los niños que han recibido leche sustitutiva con biberón.

Los niños aprenden sus hábitos alimentarios en gran medida dentro de la familia: si los padres o los hermanos mayores comen de forma poco saludable, los hijos suelen tomar el control.

La falta de ejercicio

Sentarse frente al televisor o la computadora durante horas y horas contribuye de manera importante al desarrollo de la obesidad en los niños. Esto es aún más cierto si además comen dulces, patatas fritas y cosas similares. Aquí también entra en juego la función de modelo de los padres: si pasan frecuentemente su tiempo libre en el sofá y además comen alimentos poco saludables, sus hijos pronto los imitarán.

Factores psicosociales como el estrés.

La privación del sueño

Los expertos vienen observando desde hace varios años que los trastornos del sueño también están aumentando entre niños y adolescentes. Descubrieron que los niños que tienden a dormir menos tienden a aumentar de peso. Por tanto, sospechan que estos niños tienen un mayor riesgo de desarrollar obesidad.

influencias comerciales

La publicidad está en todas partes. Muchos alimentos, especialmente aquellos que tienden a considerarse poco saludables, reciben mucha publicidad en diversos medios. Los niños que pasan mucho tiempo delante del televisor, por ejemplo, ven con la misma frecuencia numerosos anuncios publicitarios. Pero la publicidad también aparece en otros medios, como las redes sociales, que tanto los niños como los adultos perciben de forma casual o incluso consciente. Estos influyen abierta e inconscientemente en el comportamiento del consumidor, lo que lleva a que se compren y consuman más alimentos poco saludables.

Otras enfermedades

¿Cómo se manifiesta la obesidad en los niños?

Los niños con sobrepeso padecen diversas molestias, dependiendo del grado de exceso de grasa. A menudo son menos resistentes físicamente y se cansan más rápidamente durante el ejercicio y los deportes que sus pares con peso normal. Algunos niños tienen dificultad para respirar durante el esfuerzo y experimentan dificultad para respirar durante el sueño o incluso breves pausas respiratorias nocturnas (apnea del sueño). Estas molestias son más graves en casos de obesidad grave.

Los niños que pesan demasiado también suelen experimentar un aumento de la sudoración y problemas ortopédicos como dolores de espalda o de rodillas. Esto último se debe a que un gran peso corporal ejerce a largo plazo una gran carga sobre las articulaciones (especialmente las de la columna, la cadera, las rodillas y los tobillos) y acelera su desgaste.

La obesidad en los niños a veces tiene efectos psicológicos. El acoso de otros niños y las constantes advertencias de los padres para que coman menos suelen suponer una pesada carga para los afectados, de modo que a menudo los afectados se retraen socialmente y se aíslan.

La obesidad tiene consecuencias.

Al tratar la obesidad en niños, se deben aspirar a objetivos realistas y no esperar éxitos rápidos, ya que normalmente no duran. Las mejores posibilidades de éxito duradero resultan de pequeños pasos hacia la meta (constancia de peso o pérdida de peso).

El sobrepeso en los niños suele perjudicar su desarrollo físico y mental. Esto es especialmente cierto en casos de sobrepeso grave (obesidad). Las posibles consecuencias son:

  • crecimiento acelerado en longitud y madurez esquelética más temprana (debido al aumento de los niveles de un factor de crecimiento (IGF), que se produce cada vez más en el tejido adiposo y en el hígado)
  • Resistencia a la insulina (respuesta reducida de las células del cuerpo a la hormona insulina, que reduce el azúcar en sangre) y diabetes mellitus posterior
  • Aumento de los niveles de testosterona en niñas con signos de masculinización (virilización) como cabello masculino; Disminución de los niveles de testosterona en los niños.
  • Aumento de los niveles de estrógeno en ambos sexos (en los niños esto provoca agrandamiento de los senos, término técnico: ginecomastia)
  • Inicio más temprano de la pubertad (inicio más temprano del primer período menstrual, inicio más temprano del cambio de voz, etc.)
  • La presión arterial alta (hipertensión)
  • Aumento de los niveles de grasa en sangre.
  • Uso excesivo de tendones, articulaciones y músculos con consecuencias como dolor de espalda, pies planos y abiertos, rodillas torcidas o piernas arqueadas, etc.

Las posibles consecuencias psicológicas del sobrepeso (grave) en niños y adolescentes incluyen un aumento del estrés, la ansiedad y la depresión.

¿Cómo prevenir la obesidad en los niños?

El deporte y el ejercicio regular en la vida cotidiana son factores decisivos para prevenir el sobrepeso. Una dieta sana y equilibrada es igualmente importante. Dado que el estrés también contribuye al desarrollo de sobrepeso en los niños, se debe tener cuidado de minimizar el estrés existente o evitar que surja en primer lugar. Los pasatiempos, por ejemplo, son una buena forma de distraerse o recargar pilas.

Un entorno familiar saludable proporciona pilares sólidos para un desarrollo igualmente saludable del niño. Los padres y hermanos mayores, así como los abuelos, deben dar ejemplo y mantener un estilo de vida saludable.