¿En qué se diferencia un zapato ortopédico para un adulto de un zapato ortopédico para un niño? | Los zapatos ortopédicos

¿En qué se diferencia un zapato ortopédico para un adulto de un zapato ortopédico para un niño?

Realmente no existe una diferencia característica entre los zapatos ortopédicos para adultos y niños. Cada órtesis se fabrica individualmente y se adapta a las necesidades del paciente. Por esta razón, no es posible hacer una declaración general.

Sin embargo, los niños suelen preferir zapatos que también pasen por encima de los tobillos, ya que aumentan la estabilidad. Además, también se recomiendan las suelas flexibles, ya que los niños siempre caminan mucho y no se debe restringir la libertad de movimiento. Otra diferencia es que los zapatos de los niños suelen preferir los cierres de velcro. Esto permite ponerlos y quitarlos más rápidamente.

¿Puedo conducirlo?

En sí mismo, no hay nada que decir en contra de conducir un automóvil con un zapato ortopédico. En algunos casos, sin embargo, puede ser necesario convertir el automóvil. Aquí puede obtener asesoramiento en una tienda de suministros médicos. También debe consultar a su médico y consultar con su compañía de seguros. Algunas compañías de seguros pueden considerar el uso de ortesis como un riesgo y pueden negar la cobertura en caso de accidente.

¿A qué tengo que prestar atención cuando lo uso?

Hay algunas cosas a considerar al usar zapatos ortopédicos. El zapato debe ser cómodo y no tener puntos de presión. Los puntos de presión, a su vez, pueden conducir a una carga incorrecta porque el pie o la articulación asumen una posición protectora.

Además, el zapato debe ofrecer un cierto nivel de comodidad: un zapato demasiado pesado puede quitarle el deseo de moverse. Esto es particularmente importante para los niños, ya que los movimientos incorrectos deben corregirse con la ayuda de la órtesis. La falta de movimiento evita este efecto deseado.

Además, se recomienda una suela flexible para los niños, ya que los niños corren mucho y una suela rígida es un obstáculo para ello. Además, los niños deben asegurarse de que el zapato también cubra los tobillos. Otro criterio importante es que el zapato se calce correctamente. Puede hacer que se muestre esto en la tienda donde se compró el zapato.

Además, usted o su hijo deben acudir a revisiones periódicas. Con el tiempo, la posición del pie cambia y la órtesis debe reajustarse.