Ciclismo: ¿un asalto a la potencia?

Como cada año, el Tour de Francia atrae a miles de espectadores que se alinean en la carretera para animar a sus ídolos deportivos. Los pedaleadores están bien entrenados, en plena forma y son poderosos. ¿Quién pensaría, mirando a estos atletas de pura cepa, que podrían haber la disfunción eréctil? Casi nadie. Sin embargo, durante mucho tiempo los investigadores asumieron que salud pueden ocurrir problemas después de carreras de ciclismo más largas, especialmente disfunción sexual. ¿Qué hay detrás de esta suposición?

Estudios más antiguos sospechaban conexión

Las cifras correspondientes fueron proporcionadas por un estudio de 260 ciclistas aficionados realizado en Noruega en 1997: después de una distancia de 540 kilómetros, el 22 por ciento de los participantes de la carrera informaron una sensación de entumecimiento en sus genitales. El trece por ciento de los participantes masculinos informaron de una función eréctil gravemente afectada después de la carrera. Para la mayoría, el la disfunción eréctil disminuyó en la primera semana, pero para algunos ciclistas duró más de un mes y, en casos raros, hasta ocho meses.

La disfunción eréctil y la mayoría de los participantes en un estudio de 1998 realizado por el grupo de investigación de Boston dirigido por Irwin Goldstein también informaron entumecimiento en el área genital. Los aficionados estudiados, miembros de un club ciclista local, pasaban de seis a 11 horas a la semana en sus bicicletas, recorriendo distancias de entre 120 y 220 kilómetros.

Causas sospechosas de impotencia por ciclismo

Daño al los nervios y las arterias del pene, provocadas por la presión ejercida por el sillín en esta región del cuerpo, se han citado como una posible causa de impotencia debido a los ciclos prolongados. Debido a la inusual posición sentada mientras se monta en bicicleta, que generalmente se toma durante horas, se ejerce una presión considerable sobre el sangre vasos y los nervios, provocando una falta de suministro al tejido del pene y, en consecuencia, se sospechó disfunción eréctil.

Estudios recientes dan el todo claro

Los estudios más recientes con un mayor número de participantes no confirman los supuestos previos de la ciencia. Así, tanto en el contexto de un estudio integral del University College London con más de 5,000 asignaturas realizado de 2012 a 2013, como de un estudio de la Universidad de California del año 2018 con aproximadamente 4,000 asignaturas, sin correlaciones entre ciclismo e impotencia o se podría determinar la disfunción eréctil.

Ambos estudios examinaron a los hombres que iban en bicicleta ocasionalmente, así como a los que practicaban el deporte de forma intensiva.

Consejos para el ciclismo de bajo impacto

Aunque la ciencia actual no sugiere una relación causal entre el ciclismo y la disfunción eréctil, algunos consejos pueden ayudar a garantizar el mejor flujo sanguíneo posible al pene mientras se monta en bicicleta:

  • Sillín: el sillín apropiado debe estar bien acolchado y tener un ancho suficiente (tenga en cuenta la posición de las protuberancias del asiento).
  • Posición del sillín: Debe estar alineado en línea recta y no apuntar hacia arriba.
  • Descanso: especialmente en los largos paseos en bicicleta, los períodos de recuperación son importantes.
  • Posición sentada: Las piernas no deben estar completamente extendidas, incluso si los pedales están en la posición más baja.
  • Cambie de posición: enderece de vez en cuando y monte un poco de pie para aliviar la presión sobre su pene.