Antojos: Causas, ¿Qué Hacer?

Breve descripción

  • Causas: Deficiencia de nutrientes/energía (p. ej., después de un esfuerzo físico o mental, pausas prolongadas en la alimentación, durante las fases de crecimiento), enfermedades mentales o físicas (p. ej., diabetes, hipertiroidismo, trastornos alimentarios)
  • Tratamiento: Dieta regular y equilibrada, sueño suficiente, evitar el estrés y el aburrimiento. Las causas patológicas requieren tratamiento médico. Sustancias amargas, medicina alternativa.
  • ¿Cuándo consultar a un médico? Fases de embarazo, lactancia o crecimiento; Sensación constante de hambre a pesar de una ingesta suficiente de alimentos, enfermedad mental.
  • Diagnóstico: historia clínica, examen físico, valores de laboratorio, tratamiento.

¿Qué es el hambre voraz?

Los antojos son una forma especial de hambre. Aparece de repente y a menudo no se puede soportar, a diferencia del hambre normal, que puede mantenerse durante un período de tiempo más largo. Los antojos desencadenan una necesidad casi incontrolable de comer algo rápidamente. El antojo de alimentos dulces, salados o grasosos impulsa a los afectados a comer, sin importar lo tarde que sea (incluso de noche) o dónde se encuentren.

¿Qué es el hambre?

La sensación de hambre surge a través de un proceso complejo en el que convergen en el cerebro diversas informaciones (p. ej. sustancias mensajeras, percepciones sensoriales). Las regiones cerebrales relevantes aquí son los centros del hambre y la saciedad en el hipotálamo (parte del diencéfalo). El cerebro evalúa la información entrante y luego, si es necesario, regula el equilibrio entre el consumo de energía y la ingesta de alimentos; si hay un déficit de energía, se desencadena la sensación de hambre.

Algunas personas, sin embargo, pasan hambre constantemente: en ellas estos mecanismos reguladores están alterados. En algunos casos se producen enfermedades como la obesidad o la bulimia.

Azúcar en sangre: el regulador del hambre

El azúcar en sangre, es decir, el nivel de glucosa en sangre, desempeña un papel central en la regulación del hambre y, por tanto, también de los antojos. La glucosa (dextrosa) es un carbohidrato simple y la fuente de energía más importante de nuestro cuerpo. Se convierte inmediatamente en energía o se almacena inicialmente en las células en forma de glucógeno. Cuanto menos glucosa circula en la sangre (es decir, cuanto más bajo es el nivel de azúcar en sangre), mayor es la sensación de hambre o incluso antojos.

Los carbohidratos simples se metabolizan rápidamente. Por lo tanto, hacen que los niveles de azúcar en sangre aumenten rápidamente, pero también vuelvan a bajar rápidamente. Incluyen, entre otros:

  • Dextrosa (glucosa)
  • Azúcar de mesa (sacarosa)
  • miel de abeja
  • chocolate y otros dulces
  • Productos de harina blanca (productos horneados, pastas)

Los carbohidratos complejos son más difíciles de descomponer en sus componentes, pero son mucho más eficaces en términos de equilibrio energético. El nivel de azúcar en sangre no aumenta tan rápidamente cuando se usan y luego vuelve a bajar más lentamente. Esto significa que el cuerpo recibe la fuente de energía durante un período de tiempo más largo: te sientes lleno durante más tiempo después de comer carbohidratos complejos. Los alimentos adecuados para combatir los antojos son, por ejemplo,

  • Productos integrales (muesli, repostería, pasta)
  • Legumbres (lentejas, judías)
  • Verduras, frutas

Sensación de saciedad – demasiado lenta para los antojos

Además, ciertos componentes de los alimentos activan señales al cerebro, especialmente ciertos componentes básicos de las proteínas (aminoácidos) y de las grasas (ácidos grasos). Estas señales le dicen al cerebro: "Estoy lleno".

Cuando estamos hambrientos, a menudo consumimos con avidez grandes cantidades de comida en muy poco tiempo. El cerebro y el cuerpo a menudo no son lo suficientemente rápidos para frenar estos ataques alimentarios a tiempo. La sensación de saciedad no tiene tiempo de aparecer con el tiempo: tan pronto como aparece, ya hemos comido mucho más de lo necesario para satisfacer nuestros antojos. Por tanto, es aconsejable comer despacio, incluso cuando se tiene hambre.

¿Cuáles son las causas de los antojos?

Causas inofensivas

Si el cuerpo carece de componentes alimentarios importantes que necesita para producir energía, a veces lo indica con un ataque de apetito voraz. Estos antojos ocasionales son eficaces si el cuerpo los utiliza para prevenir una deficiencia de nutrientes. Los antojos pueden ocurrir particularmente en momentos de mayores necesidades de energía, por ejemplo durante el embarazo o las fases de crecimiento.

En general, la sensación de hambre voraz como señal corporal inofensiva de falta de nutrientes o energía tiene, entre otras, las siguientes causas:

  • Largos descansos entre comidas
  • Esfuerzo físico (por ejemplo, deportes, trabajo físico)
  • Esfuerzo mental (por ejemplo, trabajo concentrado durante horas)
  • La falta de sueño
  • Embarazo
  • Amamantando
  • Fases de crecimiento (para adolescentes)

Enfermedades físicas como causa.

Si sufre una sensación constante de hambre con ataques de comida incontrolables, es recomendable consultar a un médico. Esto se debe a que los antojos son a veces un signo peligroso de trastornos metabólicos o desregulación hormonal, como

  • Diabetes (diabetes mellitus)
  • Hipertiroidismo (hipertiroidismo)
  • enfermedades del HIGADO
  • Enfermedades metabólicas en las que se alteran las sustancias mensajeras de la sensación de saciedad (p. ej. obesidad)
  • Enfermedad de Addison (rara hipofunción de la glándula suprarrenal: síntoma de antojos de sal)

La enfermedad mental como causa.

La psique y el comportamiento aprendido o habitual también suelen desempeñar un papel en los antojos. Un trozo de chocolate después de una comida o mientras miramos la televisión provoca en muchas personas una sensación placentera. Coger una caja de galletas tiene la función de (supuestamente) calmar los nervios en momentos de estrés, y un postre dulce después de una comida es “sólo una parte de ello”.

En algunos casos, los antojos habituales son un síntoma de enfermedades y problemas de salud mental graves, como los trastornos alimentarios:

  • Anorexia nerviosa: quienes la padecen evitan la ingesta de alimentos en la medida de lo posible y se abstienen principalmente de alimentos ricos en calorías. Por miedo a engordar, suelen hacer ejercicio excesivo y/o tomar laxantes. Cuando el peso es muy bajo, el cuerpo suele reaccionar con antojos de comida y atracones.
  • Bulimia (bulimia nerviosa): En esta enfermedad, también conocida como “trastorno por atracón”, los pacientes sucumben regularmente a los atracones, durante los cuales consumen grandes cantidades de alimentos. Luego vomitan o toman otras medidas para deshacerse de las calorías consumidas (por ejemplo, tomar laxantes).
  • Trastorno por atracón: se refiere a episodios recurrentes de atracones en los que quienes lo padecen ingieren grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo; sienten que tienen que seguir comiendo, pero a diferencia de los bulímicos, rara vez toman medidas para controlar su peso después.

Otras causas de los antojos

Además, las siguientes causas son otros posibles desencadenantes de los antojos:

  • Estrés, emociones intensas.
  • dietas
  • migraña
  • El síndrome premenstrual (PMS)
  • Infecciones por gusanos (por ejemplo, tenia)
  • Adicción al alcohol
  • Uso de cannabis
  • Medicamentos (por ejemplo, psicofármacos)
  • Glutamato (potenciador del sabor)

¿Qué hacer con los antojos?

Muchos enfermos se preguntan: ¿Cómo quito los antojos de alimentos dulces, salados o grasos?

Puedes evitar los antojos causados ​​por la falta de nutrientes previniendo que se produzcan o satisfaciéndolos lo más rápido posible.

Los antojos de queso, frutos secos, huevos, pescado o carne, por ejemplo, no indican necesariamente una deficiencia específica.

La primera regla para prevenir los antojos es llevar una dieta regular y equilibrada. Por la mañana, a la hora del almuerzo y por la noche, opte por alimentos de alta calidad que llenen el depósito de energía del cuerpo durante un período de tiempo más largo. Entre ellos se incluyen productos integrales, frutas y verduras, así como legumbres (lentejas, judías, etc.).

Los siguientes consejos también ayudan a prevenir los antojos:

  • Tómate tu tiempo para comer y no te lo comas con prisas. Esto le da tiempo a su cuerpo para desarrollar una sensación de saciedad.
  • Dormir lo suficiente. Varios estudios científicos han aportado pruebas de un vínculo entre la falta de sueño y el aumento de peso y la obesidad.
  • Trate de evitar tanto el estrés como el aburrimiento. Por ejemplo, aprender técnicas de relajación como yoga o relajación muscular progresiva o salir a caminar en lugar de comer por aburrimiento.
  • No acostumbre su cuerpo a las “recompensas” regulares de dulces o alimentos salados entre comidas.
  • Si no quieres renunciar a los dulces, cómelos directamente después de tu comida principal. Entonces ya no tendrás hambre, solo hambre y comerás menos. Lo ideal es que su comida también contenga suficiente fibra para que el azúcar del “postre” no haga que su nivel de azúcar en la sangre aumente tan rápidamente.
  • Evite los alimentos con glutamato. Se sabe que este potenciador del sabor estimula artificialmente el apetito. A menudo se encuentra en platos preparados, patatas fritas o comida asiática.

Sustancias amargas

Muchos alimentos con sustancias amargas son muy saludables y una buena alternativa a los alimentos dulces o salados. Algunos de ellos son

  • Verduras, ensalada: achicoria, rúcula, coles de Bruselas, brócoli, col rizada, acelgas, espinacas
  • Fruta: pomelo, pomelo, aceitunas, algunos tipos de manzana.
  • Hierbas: perejil, cilantro, orégano, menta, salvia, ortiga
  • Especias: canela, pimienta, cúrcuma, semillas de mostaza, jengibre, comino negro.

Algunos tipos de té también contienen sustancias amargas que pueden ayudar a regular los antojos. Las plantas ricas en sustancias amargas aptas para el té incluyen: alcachofas, angélica, ajenjo, raíz de genciana y diente de león. El té verde también es popular. Prepare el té caliente, pero tenga cuidado de no hervirlo por mucho tiempo, de lo contrario se perderán las sustancias amargas. No exceda el tiempo de preparación de diez minutos.

El café también contiene sustancias amargas, pero no es necesariamente recomendable beberlo en grandes cantidades.

Normalmente, las hortalizas de los supermercados se cultivan de forma que no contengan sustancias amargas tóxicas. Sólo bajo estrés (calor, sequía) algunas plantas vuelven a producir sustancias amargas.

En las tiendas se pueden comprar diversos preparados que contienen sustancias amargas (spray amargo, gotas amargas, pastillas). Sólo tome estos productos después de consultar a su médico, ya que existen efectos secundarios e interacciones con otros medicamentos que a veces pueden ocurrir después de tomar sustancias amargas. Es mejor no tomar sustancias amargas si se padecen determinadas enfermedades como úlceras de estómago, cálculos biliares o acidez de estómago (acidez de estómago).

La medicina alternativa

En las farmacias se pueden adquirir sustancias homeopáticas (glóbulos) y sales de Schuessler, que supuestamente ayudan a algunos pacientes a combatir los antojos.

Los remedios caseros tienen sus límites. Si los síntomas persisten durante un período de tiempo más largo, no mejoran o incluso empeoran, siempre se debe consultar a un médico. El concepto de homeopatía y las sales de Schuessler y su eficacia específica son controvertidos en la comunidad científica y no han sido demostrados claramente mediante estudios.

Antojos: ¿Cuándo acudir al médico?

En las mujeres embarazadas y en los adolescentes en crecimiento, los antojos no suelen ser motivo de preocupación, pero indican una mayor necesidad de energía. No obstante, como precaución, aclara con tu médico los antojos durante el embarazo y en fases de crecimiento para descartar posibles trastornos metabólicos y prevenir la desnutrición.

Se recomienda encarecidamente que consulte a un médico si sigue una dieta saludable, come de manera regular y suficiente, pero todavía tiene hambre o antojos constantemente. Se trata de una señal de alarma del organismo, cuya causa debe ser aclarada por un experto.

Consulte también a un médico si sospecha que detrás de los antojos hay motivos psicológicos como estrés, emociones fuertes, depresión o un trastorno alimentario.

Antojos: exámenes

Primero, el médico hablará con usted en detalle para recopilar información importante sobre su historial médico (anamnesis). Por ejemplo, le preguntarán cuánto tiempo ha tenido ataques de antojos, con qué frecuencia ocurren y en qué situaciones.

A la consulta le siguen exámenes físicos y pruebas de laboratorio, como análisis de sangre, que pueden utilizarse para diagnosticar diabetes mellitus u otros trastornos metabólicos, por ejemplo.

Una vez que el médico haya identificado el motivo de sus antojos, iniciará el tratamiento adecuado.

Si, por ejemplo, le han diagnosticado diabetes, se le dará una dieta personalizada y un plan de ejercicio y, si es necesario, medicación (pastillas para reducir el azúcar en sangre o inyecciones de insulina). Los trastornos de la tiroides también suelen tratarse con medicamentos. En el caso de antojos de comida inducidos psicológicamente, por ejemplo debido a la depresión, suele ser útil la psicoterapia y, si es necesario, el tratamiento farmacológico.

Si detrás de los antojos están la dieta, la falta de sueño o el estrés, el médico le dará consejos sobre la mejor manera de prevenir los ataques de comida. Si la causa de los antojos son medicamentos (p. ej., psicofármacos), el médico buscará una alternativa, si es posible.