Cadena perceptiva: función, tareas, rol y enfermedades

La cadena de percepción es un modelo de seis eslabones para comprender mejor el proceso de percepción. Sus seis eslabones se influyen entre sí y se reconectan en un ciclo permanente. Una cadena perceptiva disfuncional se asocia con fenómenos como alucinación.

¿Qué es la cadena perceptiva?

La cadena de percepción es un modelo de seis miembros para comprender mejor el proceso de percepción. La cadena sensorial se ocupa de las percepciones sensoriales humanas. El organismo humano está equipado con varias estructuras sensoriales para procesar información y obtener información del medio ambiente. Todas las estructuras sensoriales hacen uso de estímulos ambientales, que son recibidos por el organismo en forma de excitación bioeléctrica. En el cuerpo, la información parcial de las estructuras sensoriales individuales se filtra y se combina en información general significativa. En conjunto, la información parcial forma la percepción. La cadena de percepción es el modelo básico del concepto de percepción. Tiene seis vínculos diferentes, que se influyen mutuamente. En este modelo, el aparato perceptivo se enfrenta al mundo exterior. La cadena de percepción es autónoma y puede describirse como un ciclo. En cada tipo de percepción, este circuito está involucrado en el mismo orden. Los seis eslabones de la cadena son estímulo, transducción, procesamiento, percepción, reconocimiento y acción.

Función y tarea

La vida es percibir. Esto significa que las percepciones son vitales para todos los organismos. Cada acción es una reacción a la información sensorial. Así, las percepciones ayudan a los humanos a orientarse y evaluar su entorno. Gracias al aparato perceptivo, los humanos pueden así ajustar sus acciones al entorno. Sin el aparato de percepción, los humanos estarían desconectados del mundo exterior y no podrían actuar de manera significativa. Al comienzo de la cadena perceptiva está el estímulo. Los objetos en el entorno producen señales que corresponden a cantidades medibles físicamente. Estas señales le dan a la persona una imagen de su entorno y le permiten evaluar su relación con el extracorporal. Para ello, los estímulos golpean las células sensoriales del respectivo sistema sensorial. Las células sensoriales son excitadas por los estímulos externos y convierten varias formas de energía en un proceso de transducción en cambios de voltaje bioeléctricos o bioquímicos. Así es como se generan los potenciales de acción. El preprocesamiento de las señales recibidas suele tener lugar en los propios receptores. El procesamiento real de la información, sin embargo, tiene lugar en el cerebro. Los procesos de filtrado, inhibición, convergencia y divergencia, así como de integración y suma, sirven al individuo cerebro regiones para obtener información general. Esta información total pasa a través de la cognición a la conciencia del ser humano. El sonido se convierte en tono aquí. Las ondas electromagnéticas se vuelven ligeras. Solo la información total consciente conduce a una comprensión o asignación de la información. A través de procesos como recordar, combinar, reconocer, asociar o juzgar, el ser humano cerebro estima el significado de una percepción consciente. El resultado final de una percepción es la reacción. Esta reacción suele corresponder a una acción adaptada. A menudo, es la acción la que pone a disposición de la persona información adicional sobre la percepción. Por ejemplo, si se altera un eslabón de la cadena de percepción, la reacción a esta percepción alterada puede corresponder a la eliminación de la alteración. El hombre es consciente de la conexión entre los estímulos individuales y su representación en el sistema nervioso gracias a la cognición. Por esta razón reconoce cuando le falta un eslabón al curso correcto de la cadena de percepción. Puede reconocer, identificar y eliminar conscientemente las alteraciones por este motivo. Para recopilar información adicional sobre una situación, la reacción puede ser, por ejemplo, una palpación o un movimiento del globo ocular. La cadena perceptiva se conecta permanentemente a sí misma. La inmediatez y velocidad de cada paso toma solo una fracción de segundo.

Enfermedades y quejas

La cadena perceptiva juega un papel tanto en la medicina general como en la psicología. Los defectos de los receptores en las estructuras sensoriales, por ejemplo, pueden interrumpir la cadena perceptiva y privar al individuo de una capacidad de respuesta adaptada. Lo mismo se aplica a las lesiones cerebrales en las áreas responsables del procesamiento y clasificación de la percepción. Tanto los defectos del receptor como las lesiones cerebrales son causas fisiológicas de ilusiones perceptivas u otras alteraciones en la cadena perceptiva. Por otro lado, las enfermedades mentales sin causas físicas también pueden provocar ilusiones perceptivas, ilusiones o alucinaciones. En las ilusiones, los hechos reales se perciben de forma alterada. Este fenómeno caracteriza a muchos cuadros clínicos del campo de la psicología y se conoce, por ejemplo, a partir de fenómenos como el efecto reflector. Los afectados creen que son observados y juzgados permanentemente por su entorno. Personas con fobia social particularmente a menudo sufren de esta ilusión. En alucinaciones, los pacientes perciben cosas que en realidad no existen. Sin los estímulos ambientales apropiados, pueden estar presentes las percepciones de una o todas las áreas sensoriales. La causa puede ser psicosis or la privación del sueño. Los cambios fisiológicos en el cerebro a veces también desencadenan alucinaciones. Se han observado alucinaciones con especial frecuencia como resultado de cambios cerebrales en el contexto de epilepsia. Las ilusiones perceptivas no tienen por qué ser necesariamente un fenómeno patológico. Especialmente ilusiones ópticas se puede lograr mediante ciertas combinaciones de colores sin un cambio o alteración real en la cadena de percepción. La frontera entre la ilusión y la realidad es especialmente difícil de reconocer por los ojos. Trabajan con imágenes bidimensionales y, sin embargo, dan a las personas la sensación de percibir el entorno en tres dimensiones.