Duración de una quemadura solar en un bebé | Quemaduras de sol con el bebé

Duración de una quemadura solar en un bebé.

La duración de un bronceado Depende de la intensidad de las quemaduras solares y por tanto varía entre dos y 10 días. Es importante no volver a exponer la piel a la luz solar durante la recuperación, ya que esto no solo prolonga la duración, sino que también provoca un daño aún mayor en la piel. El pronóstico de las quemaduras de primer grado es muy bueno.

En casi todos los casos cicatrizan sin dejar cicatrices y solo dejan una pigmentación más oscura, que corresponde al clásico “bronceado”. En algunos casos se produce una descamación en el curso del procedimiento, que también se denomina "peeling". Esto da como resultado una especie de rechazo de las células cutáneas dañadas. En la siguiente sección se describen otras consecuencias a largo plazo.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias a largo plazo?

Como se mencionó anteriormente, incluso semanas después, las capas superiores de la piel pueden desprenderse, lo que a menudo da como resultado una pigmentación reducida y una piel más clara. Otra consecuencia mucho peor es la piel. células cancerosas. La llamada piel negra y maligna células cancerosas es particularmente temido. Los estudios han demostrado que una mayor exposición al sol durante la infancia en particular, tiene un efecto sobre el desarrollo de la piel células cancerosas. Radiación UV está clasificado como el principal factor de riesgo para el cáncer de piel negra, por lo que la protección solar adecuada para los bebés es de gran importancia a largo plazo.

Quemaduras de sol en la cara del bebé.

Desafortunadamente, los bebés a menudo sufren de bronceado en la cara. Esto se debe principalmente a que suelen estar muy bien protegidas por la ropa y solo la cara está expuesta al sol. Frotar el protector solar aplicado también es un problema, ya que los bebés no son conscientes de la importancia de la protección. La piel del rostro es muy sensible y, por tanto, tiende a quemarse. Además, los bebés suelen tener un tono de piel muy pálido y por tanto tienen poca protección propia, como medida de precaución se recomienda un gorro muy extenso, ya que este apenas molesta al bebé y puede ofrecer una buena protección.