Diagnóstico | Manos de soldadura

Diagnóstico

Los pacientes con manos sudorosas también pueden sudar más en otras partes del cuerpo. Los pies y las axilas son particularmente relevantes aquí. Como ya se describió anteriormente, los pacientes con sudoración abundante en las manos a menudo sufren problemas psicológicos porque se sienten avergonzados.

Evitan situaciones en las que podría ser necesario un apretón de manos. La sudoración y el miedo a sudar más a menudo se convierten en un círculo vicioso. En el peor de los casos, las personas afectadas se retiran cada vez más de la vida cotidiana para evitar los contactos sociales en la medida de lo posible.

La mayoría de las glándulas sudoríparas se encuentran en el área de las palmas de las manos, plantas de los pies y axilas. En este sentido, la secreción de sudor más fuerte también ocurre en estas áreas. Al igual que ocurre con la mano sudorosa, el pie sudoroso también puede producir un exceso de sudor.

En la jerga técnica, esto se llama hiperhidrosis pedis. O hay una sobreproducción aislada de sudor en la zona de las plantas de los pies o se ven afectadas las manos y los pies (y axilas). A pesar de que pies sudorosos no son tan estresantes como las manos sudorosas en las interacciones sociales, también pueden ser angustiantes.

El diagnóstico es similar al de las manos sudorosas. La anamnesis es la más importante. La aplicación de yodo la tintura y la fécula de patata pueden hacer visible el aumento de la secreción de sudor y así objetivar las molestias que denuncia el paciente.

Medidas sencillas contra pies sudorosos son baños de pies regulares, aplicando Crema para la piel para los pies, caminar descalzo con frecuencia, usar zapatos transpirables que se cambien regularmente y usar plantillas que tengan un efecto inhibidor de olores. La terapia médica es similar a la de las manos sudorosas y se explica a continuación. No es raro que los niños muy pequeños tengan las manos y los pies sudorosos.

Esto probablemente esté relacionado con el hecho de que la regulación del calor (parte de la vegetación sistema nervioso) en recién nacidos aún no está completamente desarrollado. Se necesitan varios meses para que estos procesos funcionen adecuadamente. Por tanto, las manos o los pies sudorosos de los recién nacidos no suelen ser motivo de preocupación.

En general, siempre se debe tener cuidado para asegurarse de que el recién nacido no esté demasiado caliente pero tampoco demasiado frío. Se deben considerar otros síntomas. Si el bebé suda en todo el cuerpo, tiene un color de piel pálido grisáceo, parece irritable y perezoso al beber, se debe medir la temperatura corporal y consultar a un médico. Si, por otro lado, el niño no tiene fiebre y una piel sonrosada con buena sangre circulación, las manos sudorosas no son inusuales.