Del diálogo: el arte de tener buenas conversaciones

La comunicación siempre ha sido, y sigue siendo, una parte importante del intercambio entre dos personas. Sin embargo, no todas las conversaciones son un verdadero diálogo. ¿Qué caracteriza a una buena conversación y cuáles son los requisitos previos para ello? Los lingüistas estadounidenses George Lakoff y Mark Johnson describen un diálogo genuino, es decir, un intercambio entre dos personas, así: “Imaginemos una cultura en la que los argumentos se vean como bailes y los participantes como bailarines, y el objetivo es bailar de forma equilibrada, de una manera estéticamente agradable ". Nietzsche también había reconocido esto: "Sólo con dos comienza la verdad".

Monólogo versus diálogo

Solo cuando tejemos conversaciones, solo entonces entramos en el reino del conocimiento. Solo entonces creamos una realidad compartida. La comunicación genuina dirigida a la comprensión es, por tanto, ante todo una cuestión de actitud interior. Esta actitud interior se puede captar mejor si consideramos el par de palabras “monólogo - diálogo”. Monólogo significa, según la palabra, soliloquio, diálogo significa intercomunicación, o mejor aún: diálogo entre dos personas.

Nadie sabe toda la verdad

La actitud interna y dialógica aquí significa: comprender mejor el punto de vista de la otra persona a través de una escucha atenta. Como dice Max Frisch, "Cualquier intento de comunicarse solo puede tener éxito con la buena voluntad del otro". La comprensión es un problema epistemológico, pero sobre todo es un problema emocional-psíquico que tiene mucho que ver con querer comprender. Una actitud verdaderamente dialógica también supone que el individuo solo puede percibir una parte de la realidad.

Significa reconocer la diferencia fundamental entre dos personas en su percepción y evaluación de lo que es “real” y hacer de esto el punto de partida de la conversación. La aportación del otro a la conversación es entonces, desde esta actitud, una oportunidad, aunque o precisamente porque no concuerda con la propia visión de las cosas, un enriquecimiento.

Consejos para liderar una conversación en un diálogo

  • En el otro, por así decirlo, “ser un invitado” y ser enriquecido por él de manera bastante consciente.
  • Que el otro experimente que puede presentar sus perspectivas, que es escuchado, que no se le contradice.
  • Haga más preguntas de las que tenga listas las respuestas.
  • Apertura a cursos de acción alternativos. Quizás exista, además de las alternativas A y B, también una posibilidad C.
  • No intentes persuadir al otro de que solo tú tienes la razón.

El objetivo de un diálogo

No hay duda de que en la búsqueda de formas de resolver conflictos y problemas de manera creativa, una posición unilateral es un gran obstáculo. La mayoría de la gente quiere certeza y verdad. Sin embargo, lo que necesitamos es consenso en la disensión. Pero, ¿cuándo puede estar seguro ahora de que la conversación fue un verdadero diálogo? Cuando sales de la conversación diferente a como entraste. Porque de eso se trata el diálogo: todos ganan y se enriquecen.