Pérdida de peso: causas y consejos

Breve descripción

  • Causas de una pérdida de peso no deseada: por ejemplo, infecciones, enfermedades gastrointestinales, intolerancias alimentarias, diabetes, tumores, medicamentos, enfermedades mentales, alcohol o drogas ilegales.
  • ¿Cuándo consultar a un médico? Si pierde peso durante un largo período de tiempo sin motivo aparente; si se presentan síntomas adicionales como dolor, problemas digestivos, fiebre, fatiga, etc.
  • Tratamiento: el médico trata la causa subyacente, por ejemplo, con medicación, cirugía o psicoterapia. El apetito se puede estimular con comidas regulares, alimentos amargos, jengibre y mucho ejercicio (preferiblemente al aire libre).

Pérdida de peso: causas y posibles enfermedades.

Una persona pierde peso cuando consume más calorías de las que ingiere. A menudo, la pérdida de peso es intencionada: para perder peso, muchos cambian su dieta a comidas bajas en calorías y hacen más ejercicio.

La pérdida de peso en las personas mayores a menudo también se debe a que comen muy poco debido a la pérdida de dientes o a una dentadura postiza mal ajustada.

Enfermedades, medicamentos o sustancias adictivas también pueden estar detrás de una pérdida de peso no deseada.

Infecciones

El apetito suele reducirse en infecciones agudas y crónicas. Además, suelen aparecer síntomas como fatiga y bajo rendimiento. A veces, estos síntomas son los primeros signos de que algo anda mal en el cuerpo. Las enfermedades infecciosas que se asocian con una pérdida de peso particularmente grave incluyen el VIH/SIDA y la tuberculosis.

También pierden peso aquellos que albergan parásitos en sus intestinos, por ejemplo, la tenia del ganado o la tenia del pescado.

alergias e intolerancias alimentarias

En el caso de algunas intolerancias, el cuerpo también sólo es capaz de procesar parcialmente los alimentos ingeridos. Este es el caso, por ejemplo, de la intolerancia al gluten (enfermedad celíaca).

Otras enfermedades del tracto digestivo.

Enfermedades como infecciones gastrointestinales, úlceras, gastritis y pancreatitis pueden provocar náuseas y/o dolor en el abdomen. Esto puede reducir significativamente el deseo de comer de los afectados.

En algunas enfermedades, el cuerpo tampoco puede absorber suficientes nutrientes a través del intestino (malabsorción). Este es el caso, por ejemplo, de las enfermedades diarreicas y de las enfermedades inflamatorias intestinales crónicas, como la enfermedad de Crohn.

Enfermedades de otros órganos.

Las enfermedades metabólicas

Las enfermedades metabólicas también pueden ser la causa de la pérdida de peso, por ejemplo el hipertiroidismo (glándula tiroides hiperactiva). En este caso, el metabolismo funciona a toda velocidad debido a una sobreproducción de diversas hormonas: el consumo de calorías aumenta considerablemente, de modo que los afectados pierden peso involuntariamente a pesar de un patrón de alimentación constante.

Las personas con diabetes tipo 1 pierden peso si su nivel de azúcar en sangre no se controla adecuadamente. Debido a un mal funcionamiento del sistema inmunológico, el páncreas produce muy poca o ninguna insulina. La falta de esta hormona significa que las células del cuerpo no pueden absorber el azúcar en sangre, rico en energía. Para obtener la energía que necesita, el cuerpo tiene que recurrir a los depósitos de grasa.

Por el contrario, los diabéticos tipo 2, en quienes las células del cuerpo se vuelven cada vez más insensibles a la insulina, tienden a tener sobrepeso.

Cáncer

Enfermedad mental

Las enfermedades mentales también pueden provocar pérdida de peso. Las personas con trastornos de ansiedad o depresión suelen tener poco apetito y por tanto comen poco. Sin embargo, las enfermedades también pueden manifestarse de manera opuesta: a través del aumento de peso, ya que los afectados comen mucho para compensar los sentimientos negativos.

En el caso de los trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia, la situación vuelve a ser diferente. En el caso de la anorexia, quienes la padecen tienen que luchar contra el hambre, al menos al principio. Como comen muy poco y a menudo hacen demasiado ejercicio, continúan perdiendo peso.

Las bulímicas, por otro lado, sucumben a repetidos episodios de atracones. Para evitar que aumenten de peso, vomitan específicamente, por ejemplo metiéndose un dedo en la garganta. A veces, las bulímicas pierden peso como resultado de ello.

Medicamentos y drogas

La pérdida de peso también puede ocurrir en personas que consumen drogas. Esto también se aplica al alcohol, una droga legal, aunque contiene muchas calorías. En lugar de llevar una dieta suficiente y variada, muchos alcohólicos cubren cada vez más sus necesidades energéticas con las calorías “vacías” que consumen en abundancia con cerveza, vino, etc. Con el tiempo, esto conduce a la desnutrición y la pérdida de peso.

Pérdida de peso: ¿Cuándo es necesario consultar a un médico?

Si llevas mucho tiempo sin apetito sin motivo aparente y por tanto pesas varios kilos menos, definitivamente debes acudir al médico. Especialmente si estás bastante delgado, deberías acudir al médico lo antes posible.

También se recomienda encarecidamente una visita al médico si la pérdida de peso va acompañada de otros síntomas como:

  • dolor (por ejemplo, dolor abdominal, dolor de cabeza)
  • Indigestión @
  • sed excesiva
  • fiebre y sudores nocturnos
  • Dificultad para respirar
  • (Sangre) Tos

Pérdida de peso: ¿Qué hace el médico?

A partir de una conversación detallada y de diversos exámenes, el médico debe descubrir en primer lugar la causa de la pérdida de peso no deseada. Entonces podrá iniciar una terapia adecuada.

Diagnóstico de pérdida de peso.

Para aclarar las causas, el médico primero le preguntará sobre su historial médico (anamnesis). Le preguntará en detalle sobre sus síntomas, así como sobre cualquier enfermedad previa y subyacente. También es importante la información sobre sus hábitos alimentarios y su estado mental. Informe también al médico si está tomando algún medicamento. Es posible que estos sean el motivo de la pérdida de peso.

  • Ultrasonido abdominal
  • Resumen radiológico del tórax (radiografía de tórax)
  • ECG (electrocardiografía)
  • Tomografía computarizada (TC)
  • La resonancia magnética (RM)

Terapia de perdida de peso.

Si el médico ha diagnosticado una enfermedad como causa de la pérdida de peso, la tratará de forma adecuada. Las opciones de terapia incluyen:

  • Medicación: Por ejemplo, la diabetes tipo 1 se trata con inyecciones de insulina. En el hipertiroidismo, los fármacos tirostáticos pueden frenar el aumento de la producción hormonal. Para los problemas estomacales relacionados con el ácido, los bloqueadores de ácido ayudan. Las náuseas y los vómitos (como resultado de una enfermedad o tratamiento como la quimioterapia) se pueden eliminar con antieméticos.
  • Cirugía: La intervención quirúrgica es necesaria para algunas causas de pérdida de peso. Por ejemplo, si los conductos biliares están bloqueados por adherencias, tumores o cálculos biliares, los médicos suelen tener que operar.

Pérdida de peso: lo que puedes hacer tú mismo

Si tu pérdida de peso se debe a la falta de apetito, puedes engañar a tus atracones:

  • Horarios regulares de comida: el cuerpo es una criatura de hábitos. Si se calibra para las comidas regulares, eventualmente se anunciará con rugidos de estómago tan pronto como se acerque la hora habitual de comer. Así que come siempre a la misma hora, aunque sean unos pocos bocados.
  • Disponer la comida de forma apetitosa: El ojo come contigo. Si preparas y organizas tus comidas con amor, es más probable que se coman.
  • Jengibre: Beba agua de jengibre durante todo el día; esto favorece la digestión y el apetito. Para hacer esto, simplemente vierta agua caliente sobre unas rodajas de jengibre y deje reposar la infusión.
  • Amargos: Cualquier cosa amarga también hace fluir los jugos gástricos, favoreciendo la digestión y el apetito. Por ejemplo, puedes comer medio pomelo por la mañana o empezar el almuerzo con una ensalada de rúcula o achicoria. Diversas preparaciones de té, como las que se elaboran con piel de naranja amarga o raíz de cálamo, también aportan sustancias amargas.
  • comer juntos en lugar de solos: quien come en agradable compañía no sólo permanece más tiempo en la mesa, sino que también come más.
  • Ejercicio: La actividad física, especialmente al aire libre, estimula el apetito. Incluso una caminata antes de una comida puede hacer que tengas ganas de comer.