Cálculos renales: definición, síntomas, causas

Breve descripción:

  • Síntomas: El dolor ocurre cuando los cálculos renales ingresan al uréter. Los posibles síntomas incluyen dolor parecido a un calambre, náuseas y sudoración.
  • Causas y factores de riesgo: Los cálculos renales ocurren cuando ciertas sustancias están presentes en altas concentraciones en la orina y forman cristales.
  • Diagnóstico: Hay varios métodos de examen disponibles para el diagnóstico de cálculos renales, incluidos ultrasonido, rayos X o tomografía computarizada (TC).
  • Curso de la enfermedad y pronóstico: Los cálculos renales pueden reaparecer después de un tratamiento exitoso. Sin embargo, una buena profilaxis de los cálculos puede reducir significativamente la tasa de recurrencia.

¿Qué son los cálculos renales?

Los cálculos renales (grava renal o nefrolitiasis) son cálculos urinarios y son depósitos que se forman a partir de componentes de la orina. Se forman en los túbulos del riñón, en la pelvis renal y en el tracto urinario (por ejemplo en los uréteres o en la vejiga). Algunos son tan pequeños como granos de arroz, otros pueden llenar toda la pelvis renal (cálculos de derrame).

Los cálculos renales se consideran una enfermedad de la riqueza, cuyo desarrollo se ve favorecido por una dieta rica en proteínas, comer en exceso, la obesidad y la falta de ejercicio.

La nefrolitiasis ocurre tanto en el lado derecho como en el izquierdo, dependiendo de la posición de los riñones. Se dice que el cálculo renal más grande jamás diagnosticado pesaba 1.36 kilogramos.

Según su composición, los médicos distinguen entre diferentes tipos de cálculos renales:

  • Cálculos que contienen calcio: constituyen entre el 70 y el 80 por ciento de todos los cálculos renales. Con diferencia, los más comunes son los cálculos de oxalato de calcio, seguidos de los cálculos de fosfato de calcio.
  • Cálculos de ácido úrico: representan alrededor del 15 por ciento de todos los cálculos renales y también se conocen como cálculos de urato.
  • Piedras de fosfato de magnesio y amonio: representan aproximadamente el diez por ciento. Otros nombres son estruvita o cálculos infecciosos.
  • Cálculos de cistina y xantina: representan sólo alrededor del dos por ciento de todos los cálculos renales.

Los cálculos renales suelen aparecer entre los 20 y los 40 años y son aproximadamente el doble de comunes en hombres que en mujeres.

¿Qué síntomas causan los cálculos renales?

Los pacientes no siempre experimentan síntomas cuando tienen cálculos renales. El dolor ocurre cuando los cálculos renales pasan de los riñones al uréter, donde migran lentamente. Estos llamados cálculos ureterales provocan distintos grados de molestias según su tamaño. Los cálculos renales (nefrolitiasis) causan los siguientes síntomas en mujeres y hombres:

La grava del riñón y los cálculos muy pequeños pasan a la orina y se excretan con la orina; la persona afectada siente como máximo un pequeño dolor punzante al orinar.

Entonces los médicos hablan de cólico renal (cólico ureteral). Es uno de los tipos de dolor más intensos en los humanos y es causado por la irritación y el estiramiento excesivo del uréter por el paso de un cálculo renal.

Los signos que indican cólico renal y por tanto cálculos renales son

  • Dolor repentino, agudo, punzante, parecido a un calambre, ondulatorio que, dependiendo de la ubicación del cálculo renal, se irradia hacia la espalda, el costado de la parte inferior del abdomen, la ingle o la región genital (labios labiales, testículos).
  • Náuseas, náuseas y vómitos
  • Las deposiciones y las flatulencias ya no pasan (obstrucción intestinal refleja).
  • Micción frecuente de pequeñas cantidades de orina (polaquiuria) y necesidad de orinar que no se puede suprimir
  • Inquietud motora
  • Sudoración, tendencia a colapsar.
  • Fiebre, escalofríos y dolor al orinar con infección adicional del tracto urinario.

Tan pronto como el cálculo renal saliente llega a la vejiga, el cólico renal desaparece espontáneamente. La rapidez con la que esto sucede depende del tamaño de la piedra. En el caso de cálculos renales más pequeños, el cólico renal a veces dura sólo unos minutos.

El cólico renal causado por cálculos renales de aproximadamente medio centímetro de tamaño suele desaparecer al cabo de unas horas. En casos graves, cuando un cálculo renal se aloja en el uréter, pueden pasar varios días hasta que desaparezca.

Cálculos renales crónicos: síntomas

¿Qué causa los cálculos renales?

Los cálculos renales se forman cuando ciertas sustancias están presentes en la orina en una concentración demasiado alta. Inicialmente precipitan en pequeños cristales, que se fusionan con el tiempo y crecen hasta convertirse en cálculos renales: primero se forma grava renal y luego, finalmente, se desarrollan cálculos renales.

Las causas de la sobresaturación de la orina con sustancias formadoras de cálculos son

  • Aumento de la excreción de sustancias que forman cálculos (como calcio, fosfato, oxalato, ácido úrico) y reducción de la excreción de sustancias que no forman cálculos (magnesio, citrato)
  • Aumento de la concentración de orina debido a la falta de líquidos y a la deshidratación (por ejemplo, debido a la sudoración intensa), al clima tropical o a enfermedades intestinales crónicas.
  • Trastornos del metabolismo del ácido úrico con aumento de la excreción de ácido úrico, que se deben a defectos enzimáticos o son promovidos por una dieta rica en purinas (carne), abuso de alcohol o descomposición del tejido tumoral.
  • Orina con un valor de pH inferior a 5.5 (para cálculos de ácido úrico) o superior a 7.0 (para cálculos de fosfato)

Factores de riesgo para la formación de cálculos renales

Hay varias razones por las que las personas desarrollan cálculos renales. Además, varios factores favorecen la formación de cálculos renales:

  • Los alimentos que deshidratan el cuerpo y sobresaturan la orina con sales favorecen la formación de cálculos renales (p. ej., espárragos, ruibarbo).
  • Congestión urinaria debido a cicatrices, constricciones o malformaciones en los riñones o el tracto urinario.
  • Ciertos medicamentos como acetalzolamida, sulfonamidas, triamtereno, indinavir y dosis extremadamente altas (más de cuatro gramos por día) de ácido acetilsalicílico (AAS)
  • Aparición de cálculos renales en familiares.
  • Infecciones repetidas del tracto urinario.
  • Ingesta insuficiente de líquidos
  • Tener sobrepeso

Cálculos renales: exámenes y diagnóstico.

En muchos casos, el historial médico del paciente ya proporciona indicios de cálculos renales. El diagnóstico real lo realiza el médico mediante técnicas de imagen.

Por ejemplo, los cálculos renales se pueden detectar mediante ecografía. Por lo tanto, el examen ecográfico del tracto urogenital es un método común para diagnosticar cálculos renales, que a menudo se combina con un examen radiológico de los riñones, los uréteres y la vejiga.

Por este motivo, para el diagnóstico de cálculos renales se recomienda cada vez más la TC espiral, una forma moderna de tomografía computarizada (TC). Esta técnica no requiere agente de contraste y se utiliza como alternativa a la urografía.

Dependiendo del caso individual, pueden ser necesarios exámenes adicionales para diagnosticar cálculos renales, como la cistoscopia con imágenes de rayos X del tracto urinario desde la vejiga (ureteropielografía retrógrada) o la gammagrafía (un procedimiento de examen de medicina nuclear).

Durante el embarazo, la ecografía es el método de elección para diagnosticar los cálculos renales. Si es posible, se debe evitar un examen de rayos X en el primer trimestre.

Exámenes adicionales

Se recomienda a las personas con cálculos renales que utilicen un colador al orinar para atrapar los cálculos o partes de ellos al orinar. Un examen de laboratorio de los depósitos puede proporcionar información sobre la causa exacta de la formación de cálculos.

Cálculos renales: tratamiento

Puedes leer todo lo que necesitas saber sobre el tratamiento de los cálculos renales en el artículo Cálculos renales – tratamiento.

Curso de la enfermedad y pronóstico.

Los cálculos renales pueden ocurrir una y otra vez. Después de un tratamiento exitoso, el 50 por ciento de los pacientes experimentan una reaparición de los cálculos en un plazo de diez años. Sin embargo, esta alta tasa de recurrencia se puede reducir significativamente con una buena profilaxis de cálculos.

Complicaciones

En algunos casos, los cálculos renales provocan inflamación de la pelvis renal (pielonefritis), envenenamiento de la sangre debido a la inflamación del tracto urinario (urosepsis) y constricciones en el tracto urinario. En casos muy graves, los cálculos renales pueden provocar insuficiencia renal aguda. Por tanto, los cálculos renales son una enfermedad potencialmente peligrosa.

Si un cálculo renal (cálculo ureteral) bloquea completamente el uréter, es posible que la orina producida en el riñón afectado ya no salga. Los médicos llaman a esto retención urinaria. La orina se acumula en el riñón y con ella las toxinas de la sangre se filtran. Estos dañan el tejido renal con el tiempo.

Prevención

Para prevenir la recurrencia de cálculos urinarios en adultos (profilaxis de recurrencia), generalmente se recomiendan las siguientes medidas:

La Sociedad Alemana de Urología (DGU) recomienda en sus directrices sobre el diagnóstico, tratamiento y metafilaxis de la urolitiasis aumentar la cantidad diaria de líquido bebido hasta al menos 2.5 o 3 litros y distribuirlo uniformemente durante 24 horas.

Los refrescos endulzados con azúcar (p. ej. limonada, cola, zumo de manzana) no son adecuados para prevenir la recurrencia de cálculos renales, ya que aumentan el riesgo de formación de cálculos.

También se recomienda llevar una dieta variada y equilibrada. Este debe contener en cantidades moderadas muchos alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, ensaladas), productos de cereales, así como carne, pescado y embutidos.

Sin embargo, los alimentos ricos en oxalato (p. ej. tomates, espinacas, ruibarbo) pueden tener un efecto favorable sobre la formación de determinados cálculos renales, los llamados cálculos de oxalato cálcico.

Si se sabe qué tipo de cálculos renales padecía el paciente, es posible prevenir específicamente la formación de nuevos cálculos renales (por ejemplo, mediante dieta o medicamentos).