Retención de líquidos y embarazo: causas y tratamiento

Agua en las piernas

El embarazo trae consigo muchos cambios físicos. Uno de ellos es el aumento de la transferencia de líquido desde los vasos al tejido circundante. La retención de agua en el tejido se llama edema. Debido a la gravedad, se forman principalmente en la zona de los pies y las manos. Las piernas y los brazos también pueden hincharse y sentirse pesados. La piel suprayacente se tensa, los zapatos o los anillos ya no encajan o incluso causan dolor. Después de estar acostado durante mucho tiempo, la cara también puede verse afectada, especialmente alrededor de los párpados.

Cómo se conectan la retención de líquidos y el embarazo

Pero, ¿por qué muchas mujeres embarazadas experimentan tal retención de líquidos? El embarazo conlleva, entre otras cosas, un aumento del agua corporal: al final del embarazo, representa la mayor parte del aumento de peso de la futura madre, de cuatro a seis kilogramos, junto con el crecimiento del niño y el útero.

Además, los electrolitos como el sodio y las proteínas sanguíneas como la albúmina desempeñan un papel importante en la compleja regulación de los líquidos. Durante el embarazo normal, estos valores cambian y luego promueven el edema.

El embarazo con tal retención de agua en los tejidos generalmente no es motivo de preocupación. Aunque los edemas son desagradables y no muy bonitos, suelen ser completamente inofensivos. Sin embargo, si nota ciertos signos, debe consultar a su médico de inmediato.

Cuidado con el rápido aumento de peso

La retención de agua en los tejidos a veces indica la preeclampsia, una enfermedad grave del embarazo. Esto ocurre entre el tres y el cinco por ciento de todos los embarazos y, por tanto, es relativamente raro. Sin embargo, hay que tener cuidado con los signos sospechosos, porque en casos graves puede poner en peligro la vida.

¿Qué hacer con la retención de agua inofensiva?

El embarazo va acompañado de una disminución de la movilidad: el crecimiento del vientre hace que los movimientos sean cada vez más engorrosos. Pero quien permanece sentado, de pie o acostado durante demasiado tiempo favorece la formación de edema. Por lo tanto, el ejercicio regular ayuda a estimular la circulación sanguínea y a eliminar el líquido de los tejidos.

Para favorecer la eliminación de líquidos, también debes elevar las piernas durante 20 a 30 minutos varias veces al día. Durante la noche conviene dormir con las piernas ligeramente elevadas.

También puedes activar el flujo de retorno de sangre presionando suavemente tus piernas en dirección al corazón.

El calor o el calor dilatan los vasos sanguíneos. Por lo tanto, especialmente en verano, asegúrese de preferir alojarse en habitaciones con una temperatura agradable.

Para no deprimir aún más el flujo sanguíneo, no debe usar zapatos, calcetines ni anillos ajustados.

Las duchas alternas (fría-caliente) activan el flujo sanguíneo y alivian los síntomas.

Beba suficientes líquidos para acelerar su metabolismo y siga una dieta rica en frutas, verduras y proteínas. Hoy en día se desaconseja una dieta baja en sal porque, por un lado, no influye en la formación de edemas y, por otro, priva al cuerpo de electrolitos importantes.

Retención de agua: termina poco después del nacimiento

Aunque el edema puede aumentar inicialmente poco después del nacimiento, suele desaparecer rápidamente. Las mujeres que han dado a luz recientemente pierden bastante líquido al sudar más y producir más orina, especialmente en los primeros días después del parto.

Así que no pierdas la paciencia con la retención de líquidos. Puede hacer que el embarazo sea más agotador, pero después pronto te librarás del desagradable edema.