Cómo afrontar la demencia: sugerencias y consejos

Cómo afrontar la demencia: consejos para los afectados

El diagnóstico de demencia genera miedos, preocupaciones y preguntas en muchos de los afectados: ¿Cuánto tiempo podré seguir cuidándome? ¿Cómo debo lidiar con los crecientes síntomas de la demencia? ¿Qué puedo hacer para aliviarlos?

En las primeras etapas de la demencia, la experiencia ha demostrado que los afectados se enfrentan mejor a su vida cotidiana si están bien informados sobre la enfermedad, la afrontan abiertamente y buscan ayuda cuando la necesitan.

Mantener contactos sociales y pasatiempos.

Para afrontar bien la demencia, es importante mantenerse activo. Las reuniones periódicas con amigos, excursiones y pasatiempos que se cultivaban antes del diagnóstico deben mantenerse el mayor tiempo posible. Quienes son activos pueden retener lo aprendido durante más tiempo y entrenar su independencia. Una actividad suficiente durante el día también garantiza un buen sueño nocturno.

También tiene sentido participar en grupos recreativos o de personas mayores. En fases avanzadas de la demencia, los afectados deberían unirse a un grupo de atención para pacientes con demencia.

A la hora de planificar y organizar el tiempo libre, los afectados no deberían esforzarse demasiado: es mejor realizar menos ocupaciones en el tiempo libre que pasar el día corriendo de una actividad a otra.

Adaptar actividades y aprender cosas nuevas.

Por ejemplo, uno puede preferir leer cuentos y artículos de periódico, resolver acertijos más sencillos u obtener modelos más sencillos con componentes más grandes.

Estas actividades son un buen entrenamiento para el cerebro y la memoria. Sin embargo, los pacientes con demencia no sólo deben limitarse a realizar actividades ya probadas, sino también aprender otras nuevas, como bailar, hacer música, pintar o armar rompecabezas. Igualmente útiles son los juegos para pacientes con demencia, como los juegos de salón (posiblemente simplificados), los juegos de pelota o los juegos de palabras (como adivinar o completar refranes).

Estructurando el día

Lidiar con la demencia y sus síntomas es más fácil para los afectados si estructuran bien su día. Para todas las actividades como dormir, comer, lavarse, salir a caminar, quedar con amigos, hacer deporte, etc., la gente debe acostumbrarse a fijar horarios en la medida de lo posible. Esto ayuda con la orientación y evita el estrés.

Mantente móvil

Tratar la demencia de forma adecuada permite a muchas personas afectadas seguir llevando ellas mismas las tareas domésticas durante mucho tiempo, por ejemplo cocinando, comprando, lavando la ropa o trabajando en el jardín. Si es necesario, los familiares o cuidadores pueden brindar asistencia.

Si caminar y estar de pie le causan problemas, los andadores y los andadores pueden ayudar.

Lleva una dieta equilibrada y bebe mucho.

Si los pacientes no siguen una dieta equilibrada y beben muy poco, esto puede empeorar los síntomas de la demencia. Por eso es muy importante una dieta variada y una ingesta suficiente de líquidos.

Sin embargo, algunos pacientes pierden el sentido del gusto, el disfrute de la comida y el apetito. Las estrategias contra esto son condimentar más intensamente la comida y más variedad en el menú. También se pueden colocar pequeños cuencos con trozos de fruta, verduras y chocolate en la casa. Esto tienta a los pacientes con demencia a recurrir a él una y otra vez. Aquellos que ya no pueden cocinar por sí mismos tienen la opción de pedir “comidas sobre ruedas”.

La cantidad diaria que se bebe debe ser de al menos 1.5 litros, preferiblemente en forma de sopas, agua, zumos o té. Una vez más, tiene sentido colocar botellas de bebidas en varios lugares de la casa.

Consejos contra el olvido

Los pacientes con demencia deben intentar mantener los objetos importantes que necesitan con frecuencia (llaves, cartera, gafas, etc.) en el mismo lugar en todo momento. Los números de teléfono y direcciones importantes deben estar siempre a mano, preferiblemente tanto en un lugar fijo de la casa como en el bolso/billetera.

Las citas y fechas deben anotarse en un calendario.

Es más fácil para los familiares y cuidadores afrontar la demencia, al igual que para los afectados, si conocen el tipo y el posible curso de la enfermedad. También existen otros consejos que pueden mejorar y facilitar el trato con los pacientes con demencia.

Comunicarse correctamente

Una buena atención a la demencia incluye una comunicación adecuada con los pacientes. Sin embargo, esto se vuelve cada vez más difícil a medida que avanza la enfermedad: los pacientes son cada vez más olvidadizos, ya no pueden recordar nombres, fechas, significados de las palabras y, a menudo, sólo formulan frases lentamente. Esto requiere mucha comprensión y paciencia por parte de los demás.

Los recordatorios pueden resultar útiles en este caso: por ejemplo, se pueden escribir en pequeños trozos de papel información sobre la rutina diaria o respuestas a preguntas frecuentes de los pacientes (como el día de la semana, dónde viven, etc.). Estas notas luego se pueden pegar en lugares frecuentados como el frigorífico o la puerta del baño.

Otro recordatorio que puede facilitar y promover la comunicación en la demencia es un libro de recuerdos. En el libro se pegan fotos de acontecimientos importantes y personas de la vida del paciente y debajo se escribe una breve nota (tipo de evento, nombre, etc.).

Al hablar con pacientes con demencia, se deben tener en cuenta los siguientes consejos de comunicación:

  • Espere pacientemente a que el paciente responda preguntas o cumpla con una solicitud.
  • Si es posible, formule las preguntas de tal manera que el paciente pueda responder "sí" o "no".
  • Antes de cada conversación, haga contacto visual y diríjase al paciente por su nombre.
  • Habla despacio, claro y con frases cortas.
  • Evite los comentarios irónicos o satíricos: el paciente con demencia normalmente no los comprende.
  • Repita varias veces información importante, como la hora de salida para una cita con el médico o para dar un paseo.
  • Evite discusiones.
  • Ignore en la medida de lo posible las acusaciones y reproches de la persona con demencia; a menudo no son personales, sino que sólo reflejan el miedo, la frustración y la impotencia de la persona afectada.
  • No ofrezca más de dos opciones (como comida o bebida); cualquier otra cosa confundirá a los pacientes con demencia.

Un modelo importante para comunicarse con las personas con demencia se llama validación: se intenta llegar a los pacientes con demencia donde están, por así decirlo. Se los deja en su propio mundo y no se duda de sus opiniones y puntos de vista. Se trata, por tanto, de valorar y tomar en serio (= validación) al paciente con demencia.

Tanta ayuda como sea necesaria – ¡no más!

Sin embargo, es mejor no quitarle todo de las manos al paciente, sino darle tiempo para que haga las cosas él mismo. Esto no sólo entrena el cerebro, sino que también evita que los pacientes con demencia se sientan tratados como niños.

Tampoco es muy útil quedarse impaciente. Los pacientes con demencia se sienten entonces sometidos a una presión adicional.

Estimular los sentidos

Los olores familiares del pasado pueden despertar recuerdos que se creían enterrados. Podría ser el perfume de la madre o el olor del aceite de máquina si una persona con demencia trabajaba en un taller de reparación de automóviles.

Otros estímulos sensoriales (tacto, gusto, vista) también pueden estimular a los pacientes con demencia, proporcionarles placer y despertar recuerdos.

Provee tu propio alivio

Paciencia, fortaleza, tiempo, comprensión: tratar con pacientes con demencia es agotador y exige mucho de los familiares y cuidadores. Por lo tanto, el descanso y el alivio regulares son muy importantes.