Pólipos gástricos: causas, síntomas, terapia

Breve descripción

  • Causas y factores de riesgo: Disminución de la producción de jugo gástrico, factores hereditarios, posiblemente medicamentos e influencias externas (tabaquismo, alcohol).
  • Síntomas: Generalmente no hay síntomas; con pólipos grandes, posible sensación de saciedad, presión y pérdida de apetito
  • Examen y diagnóstico: gastroscopia, generalmente con examen de una muestra de tejido (biopsia) de los pólipos.
  • Tratamiento: Eliminación de pólipos gástricos durante la gastroscopia; cirugía por separado para pólipos más grandes, si es necesario.
  • Curso de la enfermedad y pronóstico: es posible la degeneración en cáncer gástrico, por lo que suele ser aconsejable la extirpación temprana de los pólipos; a veces los pólipos gástricos se vuelven a desarrollar después de su extirpación.

¿Qué son los pólipos gástricos?

Los pólipos gástricos son crecimientos mucosos benignos que sobresalen de la pared del estómago hacia la cavidad gástrica. A veces ocurren solos, pero en muchos pacientes también ocurren en grupos. Entonces los médicos hablan de múltiples pólipos gástricos. Si estos tumores son particularmente numerosos, puede tratarse del llamado síndrome de poliposis.

Los tumores de las mucosas se clasifican por su forma o por su origen.

Pólipos gástricos: forma variable

Pólipos gástricos: origen variable

Según su origen, los pólipos gástricos, que surgen del tejido glandular de la mucosa, se distinguen de otras formas. Los crecimientos glandulares son los más comunes y los médicos también los llaman adenomas.

Con menos frecuencia, los pólipos del tracto gastrointestinal se desarrollan en el contexto de enfermedades hereditarias, por ejemplo en el síndrome de Peutz-Jeghers y la poliposis juvenil familiar. Aquí los médicos hablan de pólipos hamartomatosos. En algunos casos, detrás de un pólipo gástrico también hay una cavidad llena de líquido en una glándula mucosa (quiste glandular).

¿A quién le dan pólipos gástricos?

Los pólipos gástricos ocurren con la misma frecuencia en hombres y mujeres y son más comunes después de los 60 años. Son mucho menos comunes en personas más jóvenes. Dado que los factores hereditarios también influyen en el desarrollo de los pólipos, a veces varios miembros de una familia se ven afectados.

¿Qué causa los pólipos gástricos?

Aún no se conoce la causa exacta del desarrollo de pólipos gástricos. Sin embargo, se sabe que la reducción de la producción de jugo gástrico aumenta el riesgo de aparición de pólipos. Además, como resultado de la inflamación, se desarrollan tumores de las mucosas, por ejemplo en la gastritis.

En muchos casos, existen antecedentes familiares de pólipos gástricos. Un caso especial son los llamados síndromes de poliposis: se trata de un grupo de enfermedades hereditarias en las que a veces se forman miles de pequeños pólipos en todo el tracto gastrointestinal. Estos suelen tender a degenerar en tumores malignos.

Por último, pero no menos importante, los factores externos influyen en el desarrollo de los pólipos. El tabaquismo y el consumo de alcohol, por ejemplo, favorecen la formación de crecimientos mucosos. Una dieta rica en grasas y baja en fibra también puede promover los pólipos gástricos.

¿Cuáles son los síntomas?

La mayoría de los pólipos, especialmente los más pequeños, pasan desapercibidos durante mucho tiempo. A menudo sólo se descubren durante una gastroscopia. Sólo cuando alcanzan cierto tamaño los pólipos gástricos desencadenan síntomas. Los siguientes son posibles signos de pólipos gástricos:

  • Sensación de plenitud
  • Pérdida de apetito
  • Sensación de presión y/o dolor en la parte superior del abdomen.

En ocasiones, los pólipos sangran. El sangrado abundante puede provocar vómitos con sangre (hematemesis) o heces negras (heces alquitranadas, melena).

Muchos pacientes con pólipos gástricos también padecen al mismo tiempo gastritis, que a su vez suele ir acompañada de dolor de estómago y náuseas.

¿Qué tan rápido crecen los pólipos gástricos?

Aproximadamente uno de cada diez pólipos gástricos adenomatosos se convierte con el tiempo en un tumor gástrico maligno. Este proceso suele tardar varios años. Sin embargo, se recomienda tratar y extirpar los pólipos gástricos en una etapa temprana.

Exámenes y diagnóstico

Los pólipos gástricos los detecta un especialista del tracto gastrointestinal (un gastroenterólogo) mediante una gastroscopia. Debido a que los pólipos benignos no causan molestias durante mucho tiempo, a menudo se descubren por casualidad durante una gastroscopia de rutina. En caso de molestias prolongadas en la parte superior del abdomen, este examen se suele utilizar de todos modos para evitar pasar por alto un posible cáncer de estómago.

Además, es útil un examen del tejido (biopsia) de los pólipos. Para ello, el médico suele extirpar todo el pólipo durante la gastroscopia (rara vez sólo una pequeña parte) y examinarlo más de cerca con el microscopio. Este método le permite distinguir crecimientos benignos de malignos. Por el contrario, el examen radiológico con medio de contraste sólo se realiza en casos aislados en el estómago.

Pólipos gástricos: tratamiento

Los pólipos más grandes y de base ancha a veces no son tan fáciles de extirpar, por lo que es necesaria una operación por separado. En esto, el médico abre la pared abdominal y extirpa los pólipos junto con una pequeña porción de la pared del estómago.

Si es posible, los pólipos se eliminan por completo. Esto se debe, por un lado, a que existe el riesgo de que algunos pólipos gástricos se degeneren y, por otro lado, en casos raros, el cáncer gástrico tiene un aspecto similar a una lesión de la mucosa gástrica similar a un pólipo.

Curso de la enfermedad y pronóstico.

Si la gastroscopia con extirpación de pólipos se realiza correctamente, las complicaciones son extremadamente raras. Sólo en casos aislados se produce sangrado o lesión en la pared del estómago, y muy raramente se requiere cirugía.

En muchos pacientes, los pólipos gástricos reaparecen algún tiempo después de un tratamiento exitoso. Por tanto, es aconsejable que los afectados se realicen otra gastroscopia una o dos veces al año como control.