Espondilitis anquilosante: causas, síntomas, tratamiento

Breve descripción

  • Definición: La enfermedad de Bekhterev es una forma de enfermedad reumática inflamatoria que afecta particularmente a los huesos y las articulaciones.
  • Causas: aún no están claras, se sospechan razones genéticas y un mal funcionamiento del sistema inmunológico.
  • Síntomas: principalmente dolor de espalda profundo, dolor nocturno, rigidez matutina.
  • Diagnóstico: discusión médico-paciente (anamnesis), pruebas clínicas para comprobar la movilidad, análisis de sangre y procedimientos de imagen si es necesario.
  • Tratamiento: Ejercicio, medicación, fisioterapia, posiblemente intervención quirúrgica.
  • Pronóstico: la enfermedad de Bekhterev no es curable, pero puede tratarse bien; de esta manera se puede influir positivamente en su curso.

¿Qué es la espondilitis anquilosante?

Además, las inflamaciones pueden provocar la formación de apéndices óseos en forma de fibrocartílago, que reemplaza los bordes de las articulaciones. Esto puede provocar, aunque no siempre es necesario, que se osifiquen las numerosas articulaciones y ligamentos pequeños de la columna y la pelvis. Por tanto, el dolor y la movilidad limitada son signos comunes de espondilitis anquilosante. En la etapa final, la columna puede endurecerse completamente hasta convertirse en huesos.

En Europa Central, la espondilitis anquilosante afecta aproximadamente al 0.5 por ciento de la población adulta, principalmente entre las edades de 20 y 40 años. En Alemania, alrededor de 350,000 personas se ven afectadas en mayor o menor grado por la enfermedad, entre ellos tres veces más hombres que mujer.

Enfermedad de Bekhterev durante el embarazo.

Diferenciación de la enfermedad de Forrestier

La enfermedad de Bechterew no debe confundirse con la menos dramática enfermedad de Forrestier (espondilitis hiperostótica). Los síntomas de esta enfermedad incluyen aumento de la rigidez y el dolor. Sin embargo, esto es ciertamente sólo una osificación pura de la columna, que se produce sin reacciones inflamatorias. Las consecuencias suelen ser mucho más inofensivas.

Enfermedad de Bechterew: síntomas

La enfermedad de Bekhterev es una enfermedad crónica y, a menudo, ocurre con recaídas. Esto significa que los pacientes experimentan períodos de malestar intenso (recaídas) y períodos en los que se sienten mejor. Con el tiempo, la espondilitis anquilosante puede progresar de una recaída a otra, provocando que la columna se vuelva más rígida y deformada.

El tipo y la gravedad de los síntomas de la enfermedad de Bekhterev dependen del estadio de la enfermedad en cada caso individual. Por otro lado, también existen diferencias individuales de un paciente a otro.

Los primeros signos comunes también incluyen:

  • dolor ocasional de cadera, rodilla y hombro
  • dolor en el talon
  • codo de tenista (irritación del tendón en la articulación del codo) u otros trastornos del tendón
  • Fatiga
  • La pérdida de peso
  • dolor al toser o estornudar

Después de meses o años, la espondilitis anquilosante puede cambiar la postura y el movimiento de maneras típicas: mientras que la parte inferior de la columna (columna lumbar) generalmente se aplana, la columna torácica se curva cada vez más. Esto a menudo resulta en la formación de una joroba. Para compensar, el cuello se estira y las articulaciones de la cadera y la rodilla se doblan. La formación de una joroba en la columna puede restringir el campo de visión cuando se mira al frente. Además, las articulaciones grandes (cadera, rodilla, hombro, codo) a veces sólo se pueden mover de forma limitada.

Más raramente, la espondilitis anquilosante provoca enfermedades cardiovasculares o inflamación de las grandes arterias (aortitis). También es posible una inflamación de las articulaciones (artritis) de dedos enteros de manos y pies o una inflamación de la inserción del tendón (entesitis). Este último se desarrolla con especial frecuencia en la base del tendón de Aquiles.

Muchos pacientes también muestran una densidad ósea reducida (osteopenia) e incluso pérdida ósea (osteoporosis).

Algunos pacientes también desarrollan síntomas en los intestinos con espondilitis anquilosante. Se sospecha una conexión con enfermedades inflamatorias intestinales crónicas (incluida la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa). Los calambres intestinales dolorosos y la diarrea pueden unirse a los síntomas de la enfermedad de Bekhterev.

También se sospecha que la espondilitis anquilosante puede estar relacionada con trastornos del tracto urinario.

Espondilitis anquilosante: causas

Sin embargo, en los pacientes con enfermedad de Bekhterev, esta proteína parece tener menos éxito contra algunos patógenos. Por lo tanto, el sistema inmunológico tiene que reaccionar con más fuerza para poder luchar eficazmente contra estos invasores. Esto probablemente conduce a una inflamación crónica de las vértebras y los huesos de la pelvis.

Sin embargo, la predisposición hereditaria por sí sola no es suficiente para que se produzca un brote de la enfermedad: según los conocimientos científicos actuales, también debe producirse una infección para que se desencadene la espondilitis anquilosante.

Por ejemplo, la enfermedad puede deberse a lo que se conoce como artritis reactiva. Se trata de una inflamación de las articulaciones que se produce como reacción a una infección en otra región del cuerpo (vías respiratorias, vías urinarias, etc.). No se ha aclarado de forma concluyente si factores como el estrés físico, el clima frío y húmedo o las influencias psicológicas favorecen el brote o sólo agravan los síntomas posteriormente. Sin embargo, una cosa es segura: la espondilitis anquilosante no es contagiosa.

La fuente de información más importante para el médico a la hora de aclarar una posible espondilitis anquilosante es usted mismo como paciente. El médico hablará contigo detalladamente para obtener tu historia clínica (anamnesis). Sobre todo, le pedirá que le describa detalladamente sus síntomas.

El médico también puede pedirle que complete cuestionarios especiales (índices de Bath). Se utilizan como medida subjetiva para evaluar la gravedad de la enfermedad y el funcionamiento físico.

Las preguntas típicas que son importantes para el diagnóstico de espondilitis anquilosante incluyen:

  • ¿El dolor lumbar ha durado mucho tiempo (más de tres meses)?
  • ¿Los síntomas aparecieron por primera vez antes de los 45 años?
  • ¿La rigidez matutina dura más de 30 minutos?
  • ¿El dolor lumbar mejora con el ejercicio pero no con el reposo?
  • ¿Se despierta a menudo en la segunda mitad de la noche debido a su dolor lumbar?
  • ¿Las quejas comenzaron de manera insidiosa?
  • ¿Tiene problemas de visión, problemas cardíacos y/o renales?

A continuación, si se sospecha espondilitis anquilosante, el médico puede utilizar algunas pruebas clínicas para determinar qué tan móvil es su columna y si hay dolor en las articulaciones sacroilíacas. Ejemplos:

  • En la prueba de Mennel, usted se acuesta boca abajo. El médico fija el sacro con una mano y con la otra levanta una de las piernas extendidas hacia atrás. Si no hay inflamación en las articulaciones sacroilíacas, este movimiento es indoloro. De lo contrario, sentirá un dolor agudo en la articulación sacroilíaca.
  • Los signos de Schober y Ott se pueden utilizar para evaluar la movilidad de la columna y las articulaciones lumbar y torácica. Para estas pruebas, usted se inclina hacia adelante mientras está de pie y trata de acercar las yemas de los dedos de los pies lo más posible. El médico mide hasta qué punto es posible la flexión mediante acrocordones aplicados previamente.

Los métodos de imagen: rayos X y resonancia magnética (MRI, también conocida como resonancia magnética) se pueden utilizar para detectar la destrucción y formación de tejido óseo nuevo y el estado de las articulaciones. La resonancia magnética es el estándar de oro para detectar la espondilitis anquilosante. El diagnóstico es posible mediante resonancia magnética incluso en una fase temprana de la enfermedad; las imágenes de resonancia magnética también pueden revelar cambios inflamatorios en las articulaciones sacroilíacas que aún no son visibles en las imágenes de rayos X.

Espondilitis anquilosante: tratamiento

El tratamiento de la espondilitis anquilosante consiste en aliviar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad, que todavía no se puede curar. En principio, existen varias opciones de tratamiento para la espondilitis anquilosante, que además se pueden combinar entre sí:

  • terapia de drogas
  • Terapia quirurgica
  • Estilo de vida saludable
  • otras medidas terapéuticas (fisioterapia, etc.)

Terapia de drogas

Se basa en los síntomas del paciente y tiene como objetivo principal reducir la inflamación, el dolor y la rigidez en la espondilitis anquilosante, así como mantener la movilidad del paciente. Para ello se suelen utilizar fármacos antiinflamatorios y analgésicos del grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), por ejemplo el ibuprofeno.

Dado que estos medicamentos atacan el revestimiento del estómago, también se debe tomar un medicamento protector del estómago (p. ej., omeprazol, pantoprazol).

En caso de un episodio agudo de la enfermedad de Bekhterev o de un dolor articular particularmente intenso, el médico puede inyectar un glucocorticoide (cortisona) en la región correspondiente. El agente antiinflamatorio suele actuar rápidamente. Sin embargo, aún no se sabe si estas inyecciones de cortisona influyen en el curso de la enfermedad y en qué medida.

Además de estos fármacos antiinflamatorios, a veces se utilizan los llamados bloqueadores alfa del TNF. Estos suprimen el sistema inmunológico. Se utilizan en pacientes cuya espondilitis anquilosante es grave y cuyos síntomas no pueden controlarse de ninguna otra manera.

Al debilitar el sistema inmunológico, estos medicamentos pueden hacer que los pacientes sean más susceptibles a las infecciones: los patógenos pueden propagarse por el cuerpo con mayor facilidad y rapidez.

Terapia quirurgica

La cirugía puede ser necesaria para la espondilitis anquilosante, por ejemplo, si la inflamación crónica ha dañado o destruido gravemente una articulación (como la articulación de la cadera). Entonces tal vez sea posible reemplazarlo con una prótesis.

Si la columna cervical de su paciente es muy inestable como resultado de la enfermedad, las vértebras pueden endurecerse quirúrgicamente (fusión cervical). Además, un cirujano puede extraer cuñas de hueso para enderezar una columna que se vuelve cada vez más curvada (osteotomía en cuña).

El Ejercicio

El ejercicio puede tener una influencia positiva en el curso de la enfermedad. Quizás sea incluso el elemento más importante en el tratamiento de la espondilitis anquilosante. Las actividades físicas de la vida cotidiana, como caminar, gimnasia regular, ciclismo, natación, marcha nórdica y otros deportes, mantienen la movilidad. Además, en la enfermedad de Bekhterev son importantes los ejercicios que fortalecen los músculos, por ejemplo los músculos del tronco, que ayudan a enderezar la columna.

Nutrición

Una dieta adecuada, junto con el ejercicio regular, también es importante para lograr un peso corporal saludable. El sobrepeso es especialmente desaconsejable en la espondilitis anquilosante: con demasiados depósitos de grasa, es más difícil mantener una postura erguida y hacer suficiente ejercicio.

Habla con tu médico sobre programas de entrenamiento estructurados, donde podrás recibir consejos y apoyo sobre ejercicio y alimentación saludable, entre otras cosas.

evitar la nicotina

En general, fumar es malo para la salud, pero aún más en la espondilitis anquilosante: el consumo de nicotina puede acelerar los cambios óseos. Por esta razón, ¡nunca debes fumar si padeces la enfermedad de Bekhterev!

Otras medidas terapéuticas

En la vida cotidiana, debe evitar actividades que requieran inclinarse mucho hacia adelante. Es ideal si (tienes que) levantarte con regularidad. Cuando se trabaja en un escritorio o se conduce un coche, un cojín de asiento en forma de cuña puede resultar útil: evita que la pelvis se incline hacia atrás. De esta manera, automáticamente te sentarás más derecho.

Asegúrese de que el colchón de su cama sea firme y no se hunda. La almohada debe ser lo más plana posible y mantener la cabeza recta. Una almohada tipo canal puede evitar que la cabeza se incline hacia el cuello.

Enfermedad de Bechterew: curso y pronóstico

La espondilitis anquilosante es una enfermedad que progresa durante un largo período de tiempo (crónicamente) y se presenta en episodios. Esto significa que los síntomas (dolor y rigidez) repentinamente se vuelven más graves en unas pocas semanas. Después de eso, suele haber una ligera recuperación hasta un intervalo casi libre de síntomas. Esto puede durar distintos períodos de tiempo antes de que se produzca el siguiente brote de la enfermedad.

Como paciente con espondilitis anquilosante, debe acudir a controles periódicos. El médico controla la movilidad de la columna, la pelvis y las grandes articulaciones de brazos y piernas. En la espondilitis anquilosante, también se deben controlar periódicamente los ojos (visión) y la función cardíaca.

Enfermedad de Bekhterev: consejos

Certificado de gran invalidez

Dependiendo de la gravedad de la espondilitis anquilosante y de las restricciones que tenga en su vida diaria, su enfermedad puede clasificarse como una discapacidad o incluso una discapacidad grave. La base de la clasificación es la Versorgungsmedizinverordnung (Versorgungsmedizinverordnung, que se puede encontrar en https://www.gesetze-im-internet.de/versmedv/BJNR241200008.html).

Si en el caso de una enfermedad debilitante como la enfermedad de Bekhterev el grado de discapacidad (GdB) es de al menos 50, se tiene una discapacidad grave. El interesado recibe entonces una tarjeta de persona con discapacidad grave.

Trabajo

Como paciente crónico con espondilitis anquilosante, su riesgo de no poder trabajar aumenta. Sin embargo, a veces es posible adaptar su propio entorno de trabajo a sus necesidades individuales junto con su empleador. Esto incluye, por ejemplo, ajustes en cuanto a los asientos y la altura de trabajo, y posiblemente la compra de una mesa de trabajo para trabajar de pie.

También puedes acordar con tu empleador comenzar a trabajar más tarde si sufres mucha rigidez matutina. Además, no se deben levantar cargas pesadas y evitar trabajar en una postura inclinada hacia adelante.

El Código Social exige un apoyo del empleador acorde a sus necesidades.

Si dichas adaptaciones en el lugar de trabajo no son posibles o si su trabajo no es adecuado para su situación, puede ponerse en contacto con el médico de la empresa o con la Oficina de Integración.

La enfermedad de Bekhterev y el COVID-19

El Instituto Robert Koch generalmente ha clasificado a los pacientes con espondilitis anquilosante y otras formas de reumatismo inflamatorio (como la artritis reumatoide) como en riesgo de contraer COVID-19. Esto se debe a que algunos medicamentos utilizados para tratar el reumatismo inflamatorio inhiben el sistema inmunológico. Sin embargo, todavía no está claro si esto también aumenta el riesgo de contraer más gravemente la nueva enfermedad infecciosa COVID-19. Por esta razón, actualmente los investigadores están recopilando registros internacionales de casos de pacientes con reumatismo con COVID-19 y observando y comparando los cursos de la enfermedad. En Alemania también se mantiene un registro de este tipo (primeros datos en: https://www.covid19-rheuma.de).

Las conclusiones anteriores son sólo de carácter preliminar. Se necesitan más investigaciones y estudios para evaluar mejor el riesgo.

Precaución. ¡La Sociedad Alemana de Reumatología advierte expresamente contra la interrupción no autorizada del tratamiento del reumatismo!