Dolor nervioso: causas, tratamiento

Breve descripción

  • Descripción: Dolor causado por daño o disfunción de los nervios.
  • Tratamiento: La terapia se basa en la causa. Generalmente el médico trata el dolor con medicamentos. También se consideran fisioterapia, acupuntura, psicoterapia, cirugía.
  • Síntomas: Los síntomas típicos son dolor punzante, electrizante, punzante o ardiente, hormigueo, entumecimiento y aumento del dolor causado por estímulos que en realidad no provocan dolor, como por ejemplo el tacto (alodinia).
  • Causas: Las causas comunes incluyen lesiones (p. ej., después de un accidente), hematomas (p. ej., hernia de disco), inflamación (p. ej., culebrilla) o enfermedades (p. ej., diabetes mellitus, esclerosis múltiple).
  • Diagnóstico: conversación con el médico, exámenes neurológicos (p. ej., pruebas de fibras nerviosas para detectar calor, frío, vibración, presión).
  • Prevención: Estilo de vida saludable (por ejemplo, ejercicio regular, dieta equilibrada, evitar el estrés)

¿Qué es el dolor de nervios?

El dolor nervioso, también llamado dolor neuropático, es un dolor que se produce cuando los nervios y sus estructuras (p. ej., fibras nerviosas, células nerviosas) se irritan o dañan. Los daños se producen, por ejemplo, como consecuencia de una inflamación de los nervios, pero también como consecuencia de lesiones tras un accidente o una enfermedad como la esclerosis múltiple o la diabetes mellitus.

El término "neuropatía" es un término general para las enfermedades de los nervios. Se distingue entre neuropatías centrales, es decir, aquellas que se originan en el sistema nervioso central (SNC: cerebro y médula espinal), y neuropatías periféricas. En este caso, los nervios fuera del SNC son la causa del dolor. Una neuropatía afecta a nervios únicos (mononeuropatía) o a varios nervios (polineuropatía).

¿En qué se diferencia el dolor neuropático de otros dolores?

El dolor neuropático es diferente de otros dolores, como el dolor de cabeza o el dolor de espalda. Aquí los nervios son sólo los “transmisores” del dolor. En el dolor neuropático, los propios nervios son los desencadenantes o al menos en parte la causa del dolor.

¿Quién está afectado?

El dolor neuropático es una de las causas más comunes de dolor crónico, junto con el dolor de espalda y los dolores de cabeza.

¿Qué se puede hacer ante el dolor neuropático?

El médico trata el dolor neuropático de diferentes formas, según la causa. A menudo se cuestiona la combinación de varias medidas. Estos incluyen, por ejemplo, medicación, acupuntura, fisioterapia, psicoterapia, métodos de relajación y entrenamiento del paciente, así como estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS).

Tratamiento de la causa desencadenante.

Si el dolor es causado por una infección bacteriana o viral (p. ej., en el caso del herpes zóster), el médico administra antibióticos contra las bacterias o medicamentos contra los virus (antivirales). Algunas enfermedades, como el síndrome del túnel carpiano o ciertas enfermedades tumorales, a veces presionan los nervios, pellizcándolos o dañándolos de otro modo.

En tales casos, es necesaria una cirugía para liberar los nervios del desencadenante del dolor, como cuando se pellizcan. A veces, el médico también elimina el dolor esclerosando los nervios afectados con medicamentos.

Tratamiento con medicación

El dolor neuropático no es fácil de tratar porque muchos analgésicos “clásicos” con los ingredientes activos ácido acetilsalicílico, ibuprofeno, diclofenaco o naproxeno (antiinflamatorios no esteroideos, o AINE para abreviar), no funcionan o no funcionan lo suficiente.

Por ello, el médico suele utilizar los siguientes analgésicos para el dolor de nervios, que son mucho más eficaces:

Antidepresivos tricíclicos (p. ej., los ingredientes activos amitriptilina, imipramina o doxepina) en forma de comprimidos, grageas, gotas e inyecciones; tener un efecto analgésico, mejorar el efecto de los analgésicos

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y norepinefrina (p. ej., los ingredientes activos duloxetina, venlafaxina, milnacipran) en forma de tabletas, cápsulas o gránulos; tiene un efecto analgésico, inhibe la sensibilidad al dolor

Opiáceos (p. ej., los ingredientes activos tramadol, hidromorfona, fentanilo) en todas las formas farmacéuticas posibles: tableta, cápsula, solución, parche, inyección, infusión, aerosol nasal, tableta efervescente, pastilla, supositorio o gotas; Tienen un fuerte efecto analgésico, suprimen la transmisión y el procesamiento de los estímulos dolorosos.

Terapia local del dolor (p. ej., los ingredientes activos lidocaína, capsaicina, toxina botulínica) en forma de ungüentos, apósitos o inyecciones; tener un efecto anestésico y analgésico

Tratamiento sin medicación

Además, los tratamientos sin medicación también tienen un efecto de apoyo contra los dolores nerviosos. Estos incluyen, por ejemplo:

Fisioterapia: la fisioterapia y/u ocupacional ayuda a aliviar el dolor nervioso en muchos casos. Incluye ejercicios que fortalecen los músculos, masajes y tratamientos físicos (p. ej., aplicaciones con calor, frío, luz o estímulos eléctricos).

Con la ayuda de la terapia, los pacientes aprenden que es posible moverse incluso con dolor. El objetivo principal es trabajar con el paciente y su familia, parientes y entorno (p. ej., lugar de trabajo) para fomentar el movimiento y la participación en una vida activa.

Acupuntura: La acupuntura también ayuda con el dolor de los nervios. Para ello, el acupunturista introduce finas agujas desechables en puntos específicos de la piel del cuerpo. Esto causa muy poco dolor. Permanecen allí durante unos 20 a 30 minutos y desarrollan su efecto analgésico mientras el paciente se relaja en la camilla.

Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS): a veces también se dice que la TENS ayuda a las personas con dolor nervioso. Utiliza electrodos cutáneos para transmitir pulsos eléctricos a las partes afectadas del cuerpo. La corriente irrita los nervios situados en los tejidos, provocando que el cerebro libere sustancias químicas que embotan la percepción del dolor.

Terapia de frío: Las medidas de frío, como aerosoles refrescantes, compresas frías o compresas frías, también prometen alivio para muchas personas con dolores nerviosos. A menudo también ayuda una estancia en una cámara fría. Para ello, primero permanezca en traje de baño o bikini durante medio minuto en una antecámara a -60 grados centígrados, luego durante unos dos minutos y medio en una cámara a -110 grados centígrados.

Sólo deberá ingresar a la cámara de frío después de un control médico y por recomendación de su médico. Es importante que esté sano y se sienta bien.

Psicoterapia: el apoyo psicológico complementario (p. ej. psicoterapia) también tiene un efecto de apoyo contra el dolor nervioso. Los pacientes aprenden a afrontar el dolor y encuentran formas de llevar una vida plena y satisfecha a pesar del dolor (aceptación del dolor). Como resultado, muchos pacientes con dolor reducen significativamente la ingesta de analgésicos.

Estas medidas pueden, en el mejor de los casos, complementar, pero no sustituir, el tratamiento médico convencional. Hable con su médico sobre cómo puede apoyar mejor la terapia.

Consejos y remedios caseros.

Algunas personas con dolor de nervios informan que ciertos remedios caseros les brindan alivio. Según esto, el calor y/o el frío en particular pueden ayudar contra el dolor. Las compresas refrescantes son adecuadas para aplicaciones frías, mientras que los baños calientes o las almohadillas térmicas son adecuados para aplicaciones térmicas. Algunas personas también se benefician de alternar baños en agua fría y tibia.

Una dieta saludable que contenga muchas vitaminas B también es útil para el dolor de los nervios. Sobre todo, el cuerpo necesita vitaminas B6 y B12 para un suministro nervioso óptimo. Se encuentran principalmente en productos animales como carne, pescado, huevos y leche, pero también en productos integrales y legumbres.

Los remedios caseros tienen sus límites. Si los síntomas persisten durante un período de tiempo más largo, no mejoran o incluso empeoran a pesar del tratamiento, siempre se debe consultar a un médico.

Remedios herbarios y homeopáticos.

También se dice que los remedios a base de hierbas, hierbas medicinales o remedios homeopáticos como los glóbulos ayudan a algunas personas con dolores nerviosos. Tomados o aplicados en forma de tés, extractos, tinturas, ungüentos, cápsulas o compresas, se dice que tienen efectos analgésicos y antiinflamatorios. Especialmente eficaces contra los dolores nerviosos son la corteza del sauce plateado, el incienso, el chile (contiene capsaicina), la garra del diablo, la consuelda y el árnica.

El concepto de homeopatía y su eficacia específica son controvertidos en la ciencia y no están claramente demostrados por estudios. También tenga en cuenta que los remedios a base de hierbas también pueden provocar efectos secundarios como reacciones alérgicas. ¡Úselos sólo después de consultar a su médico!

En principio, el dolor nervioso debe ser aclarado y tratado por un médico en una fase temprana.

La cirugía

Si el dolor neuropático no puede aliviarse lo suficiente a pesar de los distintos enfoques terapéuticos, la única forma de combatir el dolor nervioso es la cirugía, dependiendo de la causa.

Para ello, el médico realiza, por ejemplo, una neuromodulación. Aquí, inserta quirúrgicamente electrodos cerca de la médula espinal. Estos emiten impulsos eléctricos especiales que reducen significativamente el dolor neuropático. A menudo, los afectados pueden reducir su ingesta de analgésicos hasta en un 50 por ciento.

Si se pellizca un nervio, el médico lo expone mediante cirugía para eliminar la presión que está causando el dolor.

En el caso del dolor neuropático, existe el riesgo de que el cuerpo desarrolle lo que se llama memoria del dolor y el dolor se vuelva crónico. Para prevenir esto, es importante que un médico trate el dolor nervioso lo más pronto y eficazmente posible.

¿Cómo se manifiesta el dolor neuropático?

Los síntomas en personas con dolor neuropático pueden variar significativamente y a veces pueden ser más intensos y a veces menos intensos con el tiempo.

Las personas afectadas suelen describir los síntomas dolorosos como:

  • cuya
  • hormigueo (p. ej., hormigueo)
  • puñalada
  • disparar en
  • electrizante

Otros síntomas incluyen:

  • Percepción reducida de vibraciones.
  • Sensación reducida de temperatura.
  • Sensación de hormigueo o entumecimiento (hipestesia) en el área afectada
  • @ Debilidad hasta parálisis

Dado que el dolor neuropático, por un lado, es difícil de tratar y, por otro, especialmente estresante para los afectados, el riesgo de que el dolor se vuelva crónico es alto.

Los dolores nerviosos, debido a su intensidad, suelen provocar otras molestias, como trastornos del sueño, problemas de concentración, ansiedad y depresión.

¿Dónde ocurre el dolor?

¿Cómo se desarrolla el dolor nervioso?

El dolor nervioso tiene una variedad de causas diferentes. Surgen, por ejemplo, de lesiones, hematomas, infecciones, inflamaciones o enfermedades. Los nervios dañados o disfuncionales transmiten continuamente señales de dolor al cerebro y la sensación de dolor aumenta.

Incluso la ropa sobre la piel o el contacto normal pueden resultar insoportablemente dolorosos para los afectados. Dependiendo de dónde se encuentre la causa, se distingue entre dos clases de dolor nervioso:

Neuropatía periférica.

En este caso, el dolor se origina en el sistema nervioso periférico. Esto se refiere a todos los nervios que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal. Por ejemplo, conectan la cabeza, la cara, los ojos, la nariz, los músculos y los oídos con el cerebro.

Ejemplos de neuropatías periféricas incluyen:

  • Neuralgia poszoster: dolor nervioso intenso que persiste después del herpes zóster.
  • Dolor del miembro fantasma: el paciente percibe dolor en una parte del cuerpo que ya no está, normalmente como consecuencia de una amputación.
  • Neuralgia del trigémino: dolor repentino e intenso en la cara.
  • Neuropatía diabética (polineuropatía): los niveles elevados de azúcar en sangre en personas con diabetes mellitus dañan los nervios de varias partes del cuerpo, provocando ardores, a menudo en los pies, entre otras cosas.
  • Síndrome de Bannwarth: dolor (p. ej., dolor de cabeza, cara o abdominal) que se produce después de una infección por la enfermedad de Lyme.
  • Síndrome de pinzamiento: dolor cuando los nervios se comprimen o contraen. A menudo ocurre en el hombro.
  • Síndrome del túnel carpiano: en este caso, un estrechamiento en el compartimento tendinoso de la muñeca pellizca el nervio mediano del brazo.

neuropatía central

El dolor se origina en el sistema nervioso central (médula espinal y cerebro).

  • Accidente cerebrovascular (infarto cerebral)
  • Enfermedades neurológicas, como la esclerosis múltiple (EM)
  • Inflamaciones y abscesos
  • Lesión de la médula espinal y las vértebras (p. ej., hernia de disco)
  • Tumores
  • Lesiones de los nervios (por ejemplo, dolor de nervios debido a accidentes o después de operaciones)

Además, la tensión, el estrés psicológico, el abuso de alcohol, los medicamentos (por ejemplo, quimioterapia o el desgaste relacionado con la edad) son posibles causas de dolor nervioso.

¿Qué médico hace el diagnóstico? ¿Y cómo?

Para el dolor de nervios, el médico de atención primaria es el primer punto de contacto. Si es necesario o para exámenes adicionales, derivará al paciente a un especialista. El diagnóstico de dolor nervioso lo realiza un neurólogo.

Las medidas más importantes para un diagnóstico fiable son una consulta con el médico (historial médico) y un examen neurológico. Sobre todo es importante encontrar la causa del dolor para poder iniciar la terapia adecuada lo más rápido posible.

Conversación con el doctor

Examinación neurológica

El examen neurológico sirve para detectar síntomas neuropáticos típicos, como entumecimiento, signos de parálisis o alodinia (dolor al tacto suave), de los que la persona afectada a menudo ni siquiera es consciente. Mediante pruebas sensoriales cuantitativas (QST), el médico utiliza estímulos térmicos (p. ej., calor, frío) y mecánicos (p. ej., presión, vibración) para examinar la piel y las áreas subyacentes para determinar la función de las fibras del dolor.

Luego, el médico mide la velocidad de conducción nerviosa (neurografía) y, si es necesario, toma una pequeña muestra del nervio afectado (biopsia) para examinar el tejido nervioso en busca de cambios (examen neurohistológico).

Además, suele utilizar técnicas de imagen como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Estos hacen que el daño a los nervios sea directamente visible. Además, el médico examina la sangre del afectado.

¿Se puede curar el dolor de los nervios?

Cuanto antes un médico trate el dolor de los nervios, mayores serán las posibilidades de recuperación. Por el contrario, cuanto más tarde se inicie la terapia, mayor será el riesgo de que el dolor se vuelva crónico. Sin embargo, si una enfermedad subyacente desencadena el dolor, a menudo es posible curarla y con ella el dolor.

En el caso del dolor crónico, es importante que el médico analice objetivos de tratamiento realistas con el paciente antes de iniciar la terapia. Por ejemplo, un objetivo realista podría ser reducir el dolor entre un 30 y un 50 por ciento, mejorar la calidad del sueño y la calidad de vida y mantener a quienes lo padecen en condiciones de trabajar.

¿Cuánto dura el dolor de los nervios?

¿Cómo se puede prevenir el dolor de nervios?

Básicamente, el daño a los nervios no se puede prevenir por completo, ya que existen muchas causas posibles. Sin embargo, el riesgo de dolor nervioso se puede reducir adoptando un estilo de vida saludable y consciente. Para ello es importante, por ejemplo, llevar una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar el estrés y el riesgo de accidentes.