¿Comer tarde engorda?

El estilo de vida actual, con un horario diario en su mayoría abarrotado, significa que la comida caliente se cambia cada vez más del mediodía a la noche y, de nuevo, debido a las horas de trabajo más largas o al aumento del tiempo libre, a las últimas horas de la noche. La glotonería nocturna suele ir acompañada de una conciencia culpable. Mucha gente piensa que una comida suntuosa antes de dormir es particularmente seductora. ¿Es una comida tardía realmente poco saludable?

¿Comer tarde por la noche no es saludable?

La investigación ha demostrado que no es el momento de la comida, sino la cantidad total de calorías consumidos cada día y la cantidad de energía gastada a través del ejercicio que son factores clave para influir en el peso corporal. Por tanto, las personas que ponen la comida principal por la noche por motivos laborales u otros requerimientos de la rutina diaria no tienen que preocuparse por ganar peso de forma permanente.

A tener en cuenta al comer tarde

Los antojos frecuentes de alimentos no suelen ser compatibles con el control de peso. Aquellos que comen poco y de manera irregular durante el día y en cambio realmente se dan atracones por la noche, impulsados ​​por hambre voraz, a menudo consumen cantidades excesivas de calorías. Trate de comer de tres a cuatro comidas durante el día. La cena no suele ser tan espléndida y puede disfrutarla sin remordimientos de conciencia.

Para algunas personas, comer tarde por la noche conduce a una alteración del sueño nocturno. En principio, los órganos digestivos no se sobrecargan con una comida tardía. Sin embargo, las personas sensibles no consiguen dormir después de una comida suntuosa. Es literalmente "pesado en el estómago" para ellos. Por lo tanto, no se vaya a la cama inmediatamente después de la comida, sino que primero deje que la comida “cuaje” un poco. También por esta razón, asegúrese de que la cena no sea demasiado grande.

Consejos para una dieta saludable

Preste atención a las opciones de alimentos tanto durante el día como por la noche para mantener un equilibrio energético:

  • Muchas frutas, verduras, cereales, productos lácteos y pescado.
  • Con moderación carnes, embutidos y huevos
  • Rara vez grasos y dulces