Terapia límite: psicoterapia, autoayuda

¿Cómo se puede tratar el síndrome límite?

Existen varias formas de terapia para el tratamiento del síndrome límite:

Terapia Dialéctico Conductual (DBT).

El gran avance en el tratamiento límite lo realizó la terapeuta estadounidense Marsha M. Linehan. Desarrolló la Terapia Dialéctico Conductual (DBT), que está especialmente diseñada para pacientes límite. Esta es una forma especial de terapia cognitivo-conductual.

En la primera fase de la terapia, primero se estabiliza a los pacientes límite. La atención se centra en estrategias que eviten que el paciente se autolesione más o interrumpa prematuramente la terapia. Luego se entrenan diversos comportamientos y formas de pensar nuevos como parte de la terapia de grupo. Los objetivos son:

  • Mejorar la percepción que el paciente tiene de sí mismo y de los demás.
  • Practicar medidas de autocontrol y de gestión de crisis.
  • Para reducir el pensamiento extremo en blanco y negro
  • Aprender a lidiar con el estrés y controlar las propias emociones.

La tercera etapa de la terapia se centra en aplicar lo aprendido a la vida cotidiana, aumentar la autoestima y desarrollar e implementar objetivos de vida personales.

Psicoterapia psicodinámica-orientada al conflicto

Además de la terapia conductual, los métodos de terapia psicodinámica también son una opción para los pacientes límite. Los estudios confirman su eficacia, al menos en pacientes adultos. Como todas las terapias que tienen sus raíces en el psicoanálisis, el enfoque aquí está en la comprensión de las conexiones entre las experiencias biográficas y las relaciones y comportamientos problemáticos actuales. Su objetivo es conducir a una reevaluación psicológica de las experiencias traumáticas.

En el marco de la psicoterapia psicodinámica orientada al conflicto, dirigida a:

  • Superar traumas
  • @ En primer lugar, se fortalece o construye la autoimagen del paciente.
  • Se mejora la capacidad de relacionarse con los demás.
  • El típico pensamiento en blanco y negro se reduce
  • Se fortalece la capacidad de controlar los propios sentimientos e impulsos (regulación afectiva)

Terapia familiar

Es particularmente importante involucrar a la familia si el trastorno tiene sus raíces al menos en parte en la familia. Si existen patrones de relación patológicos en la familia, esto hace que la terapia familiar sea particularmente significativa.

Otras formas de terapia

Otros métodos de terapia utilizados para los trastornos límite incluyen:

Terapia basada en la mentalización (MBT): ayuda al paciente a afrontar mejor consigo mismo y con los demás. Los pacientes límite tienen dificultades para evaluar su propio comportamiento y el de otras personas. En esta forma de terapia, los afectados aprenden a interpretar y comprender mejor el trasfondo de los comportamientos.

Terapia de esquemas/terapia centrada en esquemas: Se basa en que cada persona desarrolla patrones desde la infancia para afrontar las experiencias. Cuando no se satisfacen las necesidades básicas de un niño, él o ella forma estrategias y patrones de pensamiento poco saludables. Los borderliners, por ejemplo, a menudo suponen que serán abandonados y, por lo tanto, desconfían de los demás. El objetivo de la terapia de esquemas es identificar y trabajar con patrones de pensamientos y sentimientos negativos.

Paciente hospitalizado o ambulatorio

Para los pacientes que son propensos a conductas autolesivas (automutilación) o incluso tienen tendencias suicidas, el tratamiento hospitalario es importante al principio. Especialmente los jóvenes con problemas límite se benefician de la vida estructurada en una institución.

La ventaja de la terapia límite ambulatoria es que los pacientes aprenden a resolver los conflictos en su entorno familiar. Sin embargo, la disponibilidad de terapia límite ambulatoria es muy limitada.

Medicamentos

Algunos pacientes reciben terapia con medicamentos además de psicoterapia. Sin embargo, el trastorno límite no se puede tratar únicamente con medicamentos: no existen medicamentos límite específicos. Sin embargo, los estabilizadores del estado de ánimo, como el litio, ayudan a algunos pacientes a controlar estados emocionales extremos.

A los pacientes con trastorno límite que sufren de ansiedad grave a menudo su médico o psiquiatra les prescriben benzodiazepinas, como lorazepam. Sin embargo, estas drogas son altamente adictivas y se recomienda usarlas sólo por un corto tiempo.

¿Es curable el límite?

Durante mucho tiempo se consideró especialmente problemática la terapia con pacientes límite. Como en las relaciones con todas las demás personas, los pacientes límite tienden a idealizar al terapeuta al principio, para devaluarlo extremadamente ante la más mínima expectativa decepcionada. El resultado son frecuentes cambios de terapeuta y abandonos de la terapia.

Es cierto que las perspectivas de una cura completa y límite son bajas. Pero mientras tanto, las posibilidades de que los pacientes controlen los efectos más graves de la enfermedad han aumentado significativamente gracias a los métodos terapéuticos mejorados.

Que el borderline sea curable también depende de la gravedad de los síntomas y de la situación social. Se dice que la maternidad y el matrimonio, por ejemplo, favorecen la recuperación. Después de los 30 años, los síntomas impulsivos desaparecen y es más fácil afrontar el trastorno mental.

¿Cómo se ayudan a sí mismas las personas con síndrome límite?

Por ejemplo, las siguientes estrategias ayudan a muchos pacientes límite:

  • No se esfuerce demasiado en el trabajo o en su tiempo libre, pero administre su energía (por ejemplo, programe descansos).
  • A veces admitir errores y bajar las altas expectativas.
  • Estilo de vida saludable con suficiente sueño, una dieta saludable y regular y suficiente ejercicio.
  • Entrenamiento de relajación: por ejemplo, ejercicios de atención plena, masajes, baños calientes.
  • Hablar de los sentimientos con personas de confianza o escribir pensamientos (diario)
  • Detener los pensamientos negativos distrayéndose (por ejemplo, haciendo ejercicio, escuchando música, saliendo a la naturaleza)
  • Golpear una almohada cuando se siente agresivo, practicar deportes, gritar fuerte (contra una almohada), etc.
  • “Kit de emergencia” para distraerse y calmarse: con tarjetas de ayuda, carta para uno mismo, aceites aromáticos, chicle (para mover), pelota de erizo, plastilina, música favorita (p. ej., en CD o reproductor de MP3), etc.