Preparación | Amputación de la pierna

PREPARACIÓN

Preparación para un transtibial amputación requiere en primer lugar la explicación de la causa subyacente y la necesidad de esta intervención de una manera que sea comprensible para el paciente. La operación requiere una estancia hospitalaria de varios días o semanas, que generalmente comienza el día antes de la operación. Los médicos que lo atienden pausarán la medicación o programarán una nueva medicación según sea necesario.

Sangre Se determinan valores como la capacidad de coagulación y el nivel de pigmento rojo de la sangre. Además, el lado del cuerpo que se va a operar suele estar marcado con un bolígrafo. Antes de la operación es importante ayunar, es decir, no comer ni beber nada durante varias horas antes de la operación. El médico o la enfermera de la sala lo señalarán explícitamente.

Procedimiento de la cirugía

Al comienzo del procedimiento de un transtibial amputación son las preparaciones quirúrgicas y la inducción de la anestesia. Tan pronto como esté asegurado, puede comenzar la operación real. Primero, se hace una incisión en la piel con un bisturí.

Luego, como regla general, las capas más profundas de tejido se preparan libremente con un cuchillo eléctrico. Una parte importante de la amputación operación en la parte inferior pierna es la exposición y la exposición de los grandes sangre vasos. Estos deben cerrarse de manera confiable con suturas firmemente anudadas para evitar hemorragias secundarias.

Además, los nervios existentes pierna debe ser localizado y cortado. A anestesia local generalmente se inyecta en el muñón nervioso restante. Esto tiene la intención de reducir dolor señales que emanan del los nervios después de la operación.

Además, los músculos de la parte inferior pierna se cortan en ciertas líneas de asentamiento y se vuelven a unir parcialmente al hueso. La huesos de la tibia y el peroné se cortan con una sierra fina, lo que permite la amputación real. El curso posterior de la amputación transtibial consiste en suturar y cerrar paso a paso el resto del muñón. Además, generalmente se implantan dos de los llamados drenajes, que transmiten la posterior secreción de la herida o sangre del sitio quirúrgico.

Por lo general, estos se pueden volver a quitar después de unos días. La operación finaliza con la última sutura y la aplicación de un apósito estéril en el muñón. Se drena el anestésico y se lleva al paciente a una sala de recuperación durante unas horas antes de ser trasladado de regreso a la sala.