Heteroforia (estrabismo latente): Frecuencia, Signos

Heteroforia: estrabismo en determinadas situaciones.

La heteroforia también se denomina coloquialmente estrabismo latente u oculto porque normalmente se puede compensar bien. Esto significa que los afectados no tienen ninguna queja.

El trasfondo del fenómeno es el siguiente: la tracción individual de los músculos oculares varía de un ojo a otro. Sin embargo, si enfocas un objeto con ambos ojos, esta diferencia se compensa mediante el procesamiento sensorial del cerebro, un proceso llamado fusión, que evita imágenes dobles. Sin embargo, para muchas personas esto ya no funciona en determinadas situaciones: si, por ejemplo, están muy cansados ​​o han bebido alcohol, los dos ojos ya no funcionan correctamente juntos y se nota la heteroforia.

Este estrabismo latente no es nada raro: se estima que el 70 por ciento de todas las personas están afectadas.

Diagnóstico mediante test de cobertura

Una vez que un ojo está cubierto, corrige su enfoque a su posición favorita debajo de la cubierta. Esto lo puede determinar el oftalmólogo. La prueba de cobertura también se utiliza para medir el ángulo de estrabismo. Para ello se utilizan diversos instrumentos que determinan el ángulo de corrección que debe realizar el ojo cuando se reincorpora al segundo ojo desde su posición favorita.

Heteroforia: síntomas

Hay que distinguir la heteroforia del resto de estrabismo. Es una variante normal del estrabismo latente, que es incluso más común que dos ojos con ejes visuales completamente coincidentes. A medida que el cerebro corrige los ejes visuales, se produce una impresión visual espacial y un procesamiento completo de la información de la imagen.

Heteroforia: terapia

La terapia de la heteroforia es necesaria sólo en casos raros: el estrabismo latente no tiene valor patológico.

Sin embargo, se pueden realizar ciertos ejercicios de movimiento para restablecer el equilibrio muscular entre los músculos oculares. Otros pacientes desaparecen de los síntomas cuando se les colocan gafas que se adaptan exactamente a sus valores oculares. Si alguien todavía tiene molestias a pesar de llevar gafas, se pueden utilizar gafas prismáticas especiales. Corrigen el defecto del ángulo.

En casos muy raros, es necesaria una intervención quirúrgica para la heteroforia.